La Luna tuvo un corazón magnético

La Luna tuvo un corazón magnético

La Luna tuvo un corazón magnético

A diferencia de la Tierra, la Luna no tiene un campo magnético global, al menos no hoy en día. Pero se ha teorizado que, a pesar de tener solo el 1 por ciento de la masa terrestre, posee un núcleo activo de metal derretido en su interior, lo cual sería suficiente para generar un campo magnético alrededor del satélite. Otros investigadores no están seguros y sospechan que el suelo lunar ganó campos magnéticos de los impactos de asteroides y otros cuerpos, que engendraron breves pero repetitivos plasmas cargados eléctricamente.

«Vemos este campo super fuerte que luego cae abruptamente. Todo apunta a un proceso geofísico a gran escala», dijo Benjamin Weiss, científico planetario del Instituto Tecnológico de Massachusetts.

El estudio publicado esta semana en Science, está basado en un re-análisis de las muestras obtenidas en las misiones Apollo en combinación con nuevos datos recolectados por un montón de sondas orbitadoras, y lleva a formular preguntas sobre cómo los fluidos conductores de electricidad se crearon en el núcleo lunar, dando origen al llamado dínamo generador del campo magnético global.

Weiss y sus colegas también están intrigados en el porqué del deceso dramático del campo. Sus análisis indican que el campo magnético generado por el dínamo existió en la Luna de 4.2 a 3.6 billones de años atrás.

«El registro de campos magnéticos pasados está grabado en la roca, en la alineación microscópica de los electrones de la roca, como pequeñas agujas de brújulas», aclara Weiss. «Cuanto más de ellas están alineadas, más fuerte el campo magnético».

Análisis adicionales sobre la dirección de los electrones ayudarán a los científicos a averiguar si el dínamo fue desencadenado por cambios en el ángulo de rotación de la Luna, o si otros factores fueron los responsables.

Una investigación publicada el año pasado demostró que el campo magnético lunar duró más tiempo de lo que se creía, sobreviviendo al período masivo de bombardeo de meteoritos y asteroides; algo que descarta los impactos como explicación para origen del dínamo. Otra idea sugiere que los tirones gravitacionales de la Tierra han dividido el manto sólido lunar, derretido el núcleo, y mantenido el fluido en movimiento.