Telecomunicaciones mediante rayos X

[Img #40017]

​Telecomunicaciones mediante rayos X

Se han combinado dos tecnologías ya acreditadas para crear otra nueva y prometedora que podría satisfacer los futuros retos de los viajes a grandes distancias en el espacio. También podría ayudar a demostrar, por vez primera, las comunicaciones por rayos X en el espacio, una capacidad que permitiría la transmisión de grandes cantidades de información por segundo a través del sistema solar, del orden de los gigabits.

La nueva tecnología, llamada NavCube, combina el SpaceCube de la NASA, una plataforma de computación rápida y reconfigurable utilizable a bordo de vehículos espaciales, con un receptor Navigator GPS (Global Positioning System). El Navigator GPS utiliza la señal GPS para permitir a bordo el posicionamiento, la navegación y el cronometraje autónomos en zonas de señales débiles. El sistema fue incluido recientemente entre los Récords Mundiales Guiness como la determinación de posicionamiento por GPS de mayor altitud hasta la fecha.

El NavCube es más flexible que los anteriores sistemas debido a sus amplios recursos computacionales, tal como destaca Luke Winternitz, arquitecto jefe del Navigator, del Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland, Estados Unidos.

Esta prometedora tecnología va a volar como uno de varios experimentos en una plataforma externa que será instalada en la Estación Espacial Internacional en 2018. Una unidad NavCube demostraría sus capacidades de navegación y procesamiento, mientras que otra podría proporcionar potencialmente datos precisos de temporización para un experimento que demostrará las comunicaciones con rayos X.

[Img #40017]

El NavCube podría desempeñar un papel vital, ayudando a demostrar las comunicaciones por rayos X en el espacio. (Foto: NASA/W. Hrybyk)

Como parte de este último experimento, NavCube controlará la electrónica de un dispositivo llamado MXS (Modulated X-ray Source), que genera rápidos pulsos de rayos X, activándose y apagándose muchas veces por segundo. Estas pulsaciones de ráfaga rápida pueden ser usadas para codificar bits digitales destinados a transmitir datos a través del cosmos.