Capacitando a robots subacuáticos para que detecten vida en el océano subterráneo de la luna Europa

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​Capacitando a robots subacuáticos para que detecten vida en el océano subterráneo de la luna Europa

Los sumergibles robóticos se han convertido en herramientas esenciales para la investigación oceánica. Si bien los satélites pueden estudiar la superficie del mar, son incapaces de escrutar sus profundidades. Para estudiar debidamente el medio submarino se necesita pues de observadores humanos o robóticos que hagan inmersiones. Desde hace algunos años, la mejor opción es enviar robots en vez de humanos; no se arriesgan vidas humanas y además se realizan misiones mucho más prolongadas y con menos requerimientos logísticos.

Esta creciente eficiencia de los robots subacuáticos es la razón por la que un equipo de investigadores de la NASA y otras instituciones visitó recientemente las picadas aguas de la bahía de Monterrey, en California, Estados Unidos. Su línea de investigación está permitiendo desarrollar inteligencia artificial para los sumergibles robóticos, ayudándoles a localizar señales de vida bajo la superficie marítima. Los avances que se consigan en este campo no solo ayudarán a conocer mejor las profundidades de los mares de la Tierra; el equipo espera que esta inteligencia artificial sea usada algún día para explorar los océanos subterráneos que se cree existen en lunas como Europa (en el sistema de Júpiter). Si son como se espera, estos océanos constituyen lugares con probabilidades de albergar vida.

En experimentos recientes, se utilizó una flota de seis robots coordinados con la misión de que hicieran un estudio de la bahía de Monterrey. La flota avanzó a lo largo de kilómetros en busca de cambios en la temperatura y la salinidad.

Los robots también detectaron cómo cambiaba de forma activa el medio subacuático a su alrededor.

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Steve Chien con varios robots subacuáticos. (Foto: NASA/JPL-Caltech)

Los robots subacuáticos autónomos son importantes para la investigación oceánica, pero los actuales no están preparados para tomar decisiones importantes ante situaciones imprevistas o extraordinarias, tal como señala Steve Chien, del equipo de investigación y desarrollo. Chien encabeza el Grupo de Inteligencia Artificial del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA, en Pasadena, California. A fin de poder estudiar fenómenos oceánicos impredecibles se requiere desarrollar sumergibles que puedan navegar en circunstancias muy variadas y tomar decisiones importantes por sí mismos, en tiempo real.

Si tiene éxito, este proyecto podría desembocar en la creación de robots subacuáticos que puedan decidir su propio curso a medida que avanzan, con arreglo a lo que vayan detectando en el agua a su alrededor. Esto podría revolucionar muchos aspectos de las investigaciones oceanográficas, y al mismo tiempo desarrollar la clase de autonomía necesaria para la exploración subacuática en otros mundos, tal como indica Andrew Thompson, del Instituto Tecnológico de California (Caltech) en la ciudad estadounidense de Pasadena, miembro del equipo de investigación.