Ciencia: Un implante cerebral logra que dos monos parapléjicos vuelvan a caminar

Un implante cerebral logra que dos monos parapléjicos vuelvan a caminar

En 2014 consiguieron que una rata con la médula espinal destrozada fuera capaz de andar durante 25 minutos. Aquel roedor parapléjico se levantó sobre sus patas traseras mientras lo sujetaba un arnés y dio más de mil pasos. Dos años más tarde han logrado un tremendo avance. Ahora no ha sido una rata, sino dos monos paralíticos —primates cercanos a los humanos— los que han recuperado el movimiento perdido gracias a un implante inalámbrico en el cerebro que envía señales a los músculos dañados.

Los resultados dan esperanzas para que en el futuro esta neurotecnología se pueda aplicar a pacientes con problemas en su capacidad motora.

El grupo responsables de este hito, compuesto por investigadores estadounidenses y europeos, explica que ha logrado restaurar la movilidad de los dos macacos Rheus gracias a una interfaz cerebro-espinal que restablece la comunicación cortada entre las dos partes de nuestro cuerpo.

Cuando caminamos, en la corteza motora de nuestro cerebro se producen señales eléctricas que se dirigen a la región lumbar de la médula espinal inferior. Esas señales, una vez llegan a su destino, activan neuronas motoras para que podamos mover los músculos de las piernas. Sin embargo, una lesión en la médula puede romper ese circuito y hacer que dejemos de caminar. La interfaz que han desarrollado se encarga de restaurar la conexión.

La interfaz restaura la comunicación cerebro-médula que la lesión en la columna cerebral cortó

Los macacos han vuelto a ponerse en pie gracias a esta tecnología que está formada por tres elementos: unos sensores diminutos —del tamaño de una pequeña píldora— que se implantan en el cerebro para recoger las señales que se originan en él cuando queremos mover nuestras patas; un ordenador que capta las señales enviadas por esos sensores de forma inalámbrica, las decodifican y las mandan a unos electrodos puestos en la zona de la médula lesionada que estimulan los nervios espinales para activar los músculos de las piernas. Y todo sin ningún cable de por medio, como Internet por wifi.

“Con el sistema encendido, los animales en nuestro estudio tenían locomoción casi normal”, ha dicho David Borton, uno de los neurocientíficos del equipo. “La idea aquí es que al acoplar el cerebro y la médula espinal, podremos mejorar el crecimiento de los circuitos durante una rehabilitación de los pacientes, ese es uno de los principales objetivos de este trabajo y un objetivo de este campo en general”.

Los autores del estudio, publicado en Nature, hablan en futuro cuando se refieren al uso de esta tecnología en humanos. Antes de que sea viable en pacientes, se necesita dar solución a algunos problemas todavía no superados. Uno de ellos es averiguar cómo trasladar las señales del cerebro a la médula cuando falta información de dónde se encuentran precisamente el origen y el destino de las neuronas responsables.

En este trabajo, los investigadores mapearon el cerebro y estudiaron la actividad muscular de macacos sanos para hacer las observaciones. Luego les cortaron la médula cuando ya tenían todos los datos. Pero en los pacientes parapléjicos no se tiene esa información previa a la lesión.

A pesar de todo, este tipo de hallazgos invitan a pensar que quizá algún la noticia no sea que una rata y dos macacos recuperaron su movilidad, sino que un paciente con lesión medular logró caminar de nuevo.

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