Los trenes de la muerte de Hitler

Los trenes fueron parte vital en la consecución de los planes de la “Solución Final” para trasportar a centenares de miles de prisioneros hacia los campos de la muerte, sobre todo en Polonia y demás territorios avasallados del este de Europa. Estos trenes formados por vagones de ganado partían desde todos los países ocupados por la Alemania nazi con un destino concreto: Los campos de exterminio en donde tras llegar después de varios días de viaje en condiciones infrahumanas eran seleccionados para apartar a los prisioneros aptos para ser esclavizados y el resto acabar directamente en las cámaras de gas. El hacinamiento en los vagones, unas 50 personas en cada uno, producía decenas de muertos en cada viaje ya que el hambre, la sed, la ausencia de aire entre las apreturas los mataban. Estos muertos por hambre o asfixia y debido a la permanencia de pie por la estrechez de los vagones se mantenían en esta posición durante los días que duraba la deportación a los campos de concentración y exterminio nazis.