La fortaleza ártica de Hitler

Una de las operaciones más osadas y temerarias de la Segunda Guerra Mundial fue la ocupación y fortificación de Noruega por parte de los nazis. Hitler ordenó levantar impresionantes defensas a lo largo de dos mil quinientos kilómetros de costa para evitar la invasión aliada. Estas defensas incluían algunas de las baterías de costa más grandes de la contienda. Noruega era un frente en el Ártico desde el cual los nazis podían atacar la Unión Soviética, pero además ofrecía a Hitler los medios para fabricar una bomba atómica.