Las intenciones de China de comenzar a minar los asteroides

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Minería

La minería terrestre, todos lo sabemos, es un asunto complicado. Debido a la complejidad de extraer elementos o compuestos puros de la multitud de materiales que se encuentran en la Tierra la minería suele requerir el uso de sustancias bastante peligrosas (por mucho tiempo, por ejemplo, se requirió mercurio para extraer la plata de las minas, y aún se realiza así en muchos lugares) y dejar desechos tóxicos que pueden arruinar la vida de los locales.

Por esta razón, no es sorpresa que muchísimas poblaciones se opongan a la realización de políticas mineras, en particular cuando estos se realizan en la vecindad de sus casas o cultivos. En muchísimos países cualquier proyecto minero tiene que enfrentarse con todo tipo de oposición local, mientras que en otros (como Costa Rica) ha sido prohibido del todo.

Pero a la par que esto sucede la demanda de materiales para la fabricación de bienes sigue subiendo. En particular, la necesidad de “metales raros” se ha incrementado muchísimo en los últimos años y con el desarrollo de nuevas tecnologías y sectores (como los autos eléctricos) se espera que sigan en aumento.

¿Qué podría hacerse? Algunos países han decidido seguir minando, a pesar de todo, y en algunas regiones desérticas hacerlo es poco costoso en términos ambientales. Por ejemplo, desiertos salados son la principal fuente de Litio, el elemento clave en las baterías, y como tal no contaminan mucho al extraerlo.

Pero China tiene otra idea: ¿y si traemos estos recursos del espacio exterior?

Minería espacial

No es la primera vez que alguien habla de minería espacial. A fin de cuentas, es fácil pensar en ideas novedosas e incluso intentar llevarlas a la práctica de a pocos. Hace algunos años hablamos aquí de la empresa que buscaba enviar una nave a minar asteroides.

Pero una cosa es que un grupo de emprendedores construya un prototipo y otra cosa muy diferente es que el gobierno de uno de los países más poderosos del mundo anuncie interés en hacerlo.

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China

En efecto, el gobierno de China anunció interés en “poner en operación una base no-tripulada en el Cinturón de Asteriodes en algún momento del futuro”. Si bien “algún momento del futuro” pueden ser 10 años como pueden ser 100, lo cierto es que China está invirtiendo ingentes recursos en llevar a la práctica este plan.

Ye Pijian, director de la Misión Lunar China (que aterrizó una nave allí hace un par de años) anunció que se buscará enviar una nave a un asteroide antes de 2020. La nave se acoplará y desviará su trayectoria: el objetivo es traerlos a la órbita lunar, donde podría hacerse la minería a mucho menor costo.

Si bien por ahora los costos de una aventura de este tipo serían astronómicos, lo cierto es que si se consigue un mecanismo que permita realizarlo (por ejemplo, robots capaces de extraer los materiales en el espacio, sin tener que traer todo a la Tierra) las ganancias potenciales son inmensas. Se ha calculado que un único asteroide de tamaño de una cancha de fútbol podría tener el equivalente a 50 mil millones de dólares en platino y otros metales valiosos. Es una cantidad exorbitante para una única roca… de las que hay millones flotando en el espacio.

Aún más importante: en ausencia de atmósfera los metales en los asteroides estarán en forma pura o al menos no oxidada, lo que significa que extraerlos será mucho más económico.

Lo interesante del asunto es que el alto valor de los metales existe, precisamente, porque son muy escasos. Un asteroide rico en oro perfectamente podría tener más oro que todo el que se ha minado en la historia humana en la Tierra: si lo trajeran seguramente el precio del oro bajaría a la mitad, o menos.

Y esto nos pone ante un nuevo escenario. En una o dos generaciones, si los chinos consiguen su propósito (y otros los siguen) la minería espacial muy seguramente llevará a la desaparición de la minería terrestre y al abaratamiento excesivo de los metales.