El falso origen de la gripe española

Cuando se cumplen 100 años de una de las grandes pandemias, un libro indaga en el origen e impacto de una enfermedad que, pese a su nombre, no nació en EspañaCuando surge una nueva amenaza que pone en peligro la vida, la primera preocupación y la más apremiante es ponerle un nombre. Una vez nombrada, se puede hablar de ella. Se pueden proponer soluciones, y adoptarlas o rechazarlas. Así pues, la asignación de un nombre es el primer paso para controlar la amenaza, aunque todo lo que transmita el nombre sea una ilusión de control. Hay una sensación de urgencia al respecto y se ha de hacer cuanto antes. El problema es que, en los primeros días de un brote, puede que quienes observan la enfermedad no tengan una visión completa y malinterpreten su naturaleza u origen. Esto genera todo tipo de problemas posteriores.Cuando la gripe llegó a España en mayo, la mayoría de los españoles, como la mayor parte de la gente en general, supuso que provenía de allende sus fronteras. En su caso, estaban en lo cierto. Ya se habían registrado casos en Estados Unidos desde hacía dos meses y en Francia desde hacía semanas, como mínimo. Sin embargo, los españoles no lo sabían, ya que las naciones beligerantes habían censurado las noticias sobre la gripe para evitar minar la moral (los médicos militares franceses se referían de manera críptica a ella como la maladie onze, la enfermedad once). Todavía el 29 de junio, el inspector general de Sanidad español Martín Salazar anunció en la Real Academia de Medicina de Madrid que no tenía constancia de que existieran casos de una enfermedad similar en otros lugares de Europa. Así pues, ¿a quiénes iban a culpar los españoles?.
Fuente: https://elpais.com/cultura/2018/02/05/actualidad/1517844519_017538.html