Detectan agua en las nubes de Júpiter

Detectan agua en las nubes de Júpiter

 

Si hay agua, dicen los investigadores, «la posibilidad de vida no está fuera del alcance de nuestra imaginación».

Detectan agua en las nubes de Júpiter

Durante siglos, los científicos han trabajado para comprender la composición de Júpiter. No es de extrañar; este misterioso planeta es, con mucho, el más grande de nuestro sistema solar y, químicamente, el más cercano al Sol. Comprender a Júpiter es clave para aprender más sobre cómo se formó nuestro sistema solar, e incluso sobre cómo se desarrollan otros sistemas solares.Pero una pregunta crítica ha atormentado a los astrónomos durante generaciones: ¿hay agua en las profundidades de la atmósfera de Júpiter? Y si es así, ¿cuánto?

Ahora, el astrofísico Gordon L. Bjoraker y su equipo han hallado indicios de la presencia de agua en Júpiter, según informan en un artículo publicado en el Astronomical Journal.

El equipo de científicos utilizó datos de radiación recolectados desde el volcán Maunakea (Hawái) en 2017. Para ello se valieron de dos instrumentos instalados en telescopios terrestres ubicados en su cima: iSHELL, en el Telescopio de Infrarrojos de la NASA; y el espectrógrafo de infrarrojo cercano del Telescopio Keck 2.

Al mirar desde longitudes de onda sensibles a la radiación térmica que se filtra desde las profundidades de la tormenta persistente de Júpiter, la Gran Mancha Roja, detectaron las firmas químicas del agua sobre las nubes más profundas del planeta. La presión del agua, concluyeron los investigadores, combinada con sus mediciones de otro gas portador de oxígeno, el monóxido de carbono, implica que Júpiter tiene de 2 a 9 veces más de oxígeno que el Sol. Este hallazgo respalda modelos teóricos y de simulación informática que han pronosticado agua abundante (H2O) en Júpiter hecha de oxígeno (O) unida al hidrógeno molecular (H2).

La revelación ha sido conmovedora y para llegar a ella los científicos siguieron una lógica convincente: «Las lunas que orbitan a Júpiter son en su mayoría hielo de agua, por lo que todo el vecindario tiene mucha agua. Así que nos preguntamos: “¿Por qué el gigante, que es un pozo de enorme gravedad donde todo cae, no podría ser rico en agua también?”».

Los datos recopilados por Bjoraker complementarán la información que la nave espacial Juno de la NASA, obtenida mientras circula alrededor del planeta de norte a sur una vez cada 53 días.

Detectan agua en las nubes de JúpiterLa Gran Mancha Roja es el parche oscuro en el medio de esta imagen infrarroja de Júpiter. Está oscuro debido a las gruesas nubes que bloquean la radiación térmica. La franja amarilla denota la porción de la Gran Mancha Roja utilizada en el análisis del astrofísico Gordon L. Bjoraker.

Entre otras cosas, Juno está buscando agua con su propio espectrómetro infrarrojo y con un radiómetro de microondas que puede sondear más profundamente de lo que nadie ha visto: hasta 100 bares, o 100 veces la presión atmosférica en la superficie de la Tierra. (La altitud en Júpiter se mide en bares, que representan la presión atmosférica, ya que el planeta no tiene una superficie, como la Tierra, desde la cual medir la elevación).

«Si Juno arroja resultados de agua similares, respaldando así la técnica basada en tierra de Bjoraker, podría abrir una nueva ventana para resolver el problema del agua. Si funciona, entonces tal vez podamos aplicarlo en otro lugar, como Saturno, Urano o Neptuno, donde no tenemos un Juno», concluyó Amy Simon, una experta en atmósferas planetarias del Centro de Vuelo Espacial Goddard.