LA “COLISIÓN CATASTRÓFICA” QUE DEJÓ AL PLANETA URANO TORCIDO Y HELADO

 

Un choque masivo en su juventud lo marcó para siempre

Urano tiene características desconcertantes que lo distinguen de otros planetas del Sistema Solar. Está inclinado y su atmósfera exterior es extremadamente fría, con temperaturas de 216 grados bajo cero. ¿Cómo se explican estas peculiaridades? Un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad de Durham en Inglaterra asegura que una gigantesca colisión marcó la evolución del planeta.

“Urano gira de lado, con su eje apuntado casi perpendicularmente al resto de los planetas del Sistema Solar”, explicó Jacob Kegerreis, investigador del departamento de Cosmología Computacional de la Universidad de Durham y autor principal del estudio. “Esto fue causado, casi con toda seguridad, por un impacto gigantesco”.

Kegerreis y sus colegas hicieron decenas de simulaciones por computadora, las primeras en alta resolución de posibles colisiones masivas con el gigante helado. Los resultados “confirman que el resultado más probable fue que el joven Urano se vio afectado por una colisión catastrófica con un objeto que tenía dos veces la masa de la Tierra, o incluso mayor, y lo puso de lado y desencadenó los sucesos que ayudaron a crear el planeta que vemos hoy”, afirmó Kegerreis.

El estudio, publicado en la revista The Astrophysical Journal, confirma una investigación previa según la cual la inclinación de Urano fue causada por un choque con un objeto masivo durante la formación del Sistema Solar hace 4.000 millones de años.

Las simulaciones sobre Urano realizadas por los científicos de la Universidad de Durham también ofrecen una explicación para las temperaturas extremas del planeta. Restos de la colisión habrían formado una cáscara fina cerca del borde de la capa de hielo, atrapando el calor que emana del núcleo de Urano.

Esa captura de calor interno permite explicar al menos en parte la razón de las temperaturas de 216 grados bajos cero. Las simulaciones también ayudan a explicar cómo se formaron los anillos y las lunas de Urano, a partir de hielo y rocas lanzados tras la colisión que acabaron orbitando el planeta.

Urano es parecido al tipo más común de exoplanetas, y Kegerreis y sus colegas esperan que sus descubrimientos ayuden a explicar la evolución y composición de esos planetas exteriores al Sistema Solar.