La existencia del misterioso entrelazamiento cuántico corroborada por luz de los confines del universo

La existencia del misterioso entrelazamiento cuántico corroborada por luz de los confines del universo

La existencia del misterioso entrelazamiento cuántico corroborada por luz de los confines del universo

 

La teoría del entrelazamiento cuántico es el asombroso concepto de que dos partículas, sin importar lo separadas que estén entre sí en el espacio y el tiempo, pueden estar estrechamente relacionadas, de una forma que desafía a las reglas de la física clásica.

Tomemos, por ejemplo, dos partículas situadas en los bordes opuestos del universo. Si están verdaderamente entrelazadas, entonces, según la teoría de la mecánica cuántica, sus propiedades físicas deberían estar relacionadas de tal manera que cualquier medición hecha sobre una de ellas debería instantáneamente transmitir información sobre cualquier futuro resultado de medición de la otra partícula, unas correlaciones que Einstein vio de forma escéptica como una “acción fantasmal a distancia”.

En la década de 1960, el físico John Bell calculó el límite teórico más allá del cual tales correlaciones deben tener una explicación cuántica, en vez de clásica.

Pero ¿qué pasa si tales correlaciones fueron el resultado no del entrelazamiento cuántico, sino de alguna otra explicación clásica oculta? Se ha barajado la posibilidad de que cierta variable clásica oculta podría influir en la medición que un experimentador elija llevar a cabo sobre una partícula entrelazada, haciendo que el resultado parezca correlacionado cuánticamente cuando de hecho no lo esté.

El pasado mes de febrero, unos investigadores se valieron de luz de una estrella lejana para decidir qué propiedades de dos fotones entrelazados medir. Su experimento demostró que, si un mecanismo clásico causó las correlaciones que observaron, este tendría que haberse puesto en marcha siglos antes de que el propio experimento llegara incluso a ser ideado.

La existencia del misterioso entrelazamiento cuántico corroborada por luz de los confines del universo

Uno de los cuásares observado en la investigación ya existía hace más de 12.000 millones de años. (Imagen: NASA/ESA/G.Bacon, STScI)

Ahora, el mismo equipo, integrado, entre otros, por Alan Guth y David Kaiser del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Estados Unidos, y Anton Zeilinger de la Universidad de Viena en Austria, se ha valido de cuásares lejanos, uno de los cuales emitió su luz hace 7.800 millones de años y el otro hace 12.200 millones de años, para determinar las mediciones a realizar sobre parejas de fotones entrelazados. Y, sorprendentemente, han encontrado correlaciones en más de 30.000 parejas de fotones, hasta un grado que excede por mucho el límite que calculó originalmente Bell para un mecanismo basado en el sistema clásico.

“Si está en marcha alguna ‘conspiración’ para simular mecánica cuántica mediante un mecanismo que en realidad es clásico, ese mecanismo tendría que haber iniciado sus operaciones (de algún modo sabiendo exactamente cuándo, dónde y cómo se iba a hacer este experimento) hace al menos 7.800 millones de años. Eso parece increíblemente inverosímil, así que tenemos una muy fuerte evidencia de que la mecánica cuántica es la explicación adecuada”, argumenta Guth.