Fylgja: el espíritu que te hace cumplir tu destino.

Fylgja: el espíritu que te hace cumplir tu destino.

Si hay determinadas circunstancias que parecen repetirse en su vida, estimado lector, o personas indeseables que regresan sin razón aparente, no se alarme, es perfectamente normal. El universo conspira, pero no para lograr su felicidad.

Hay destinos que parecen marcados. Y no solo la gloria tiene hechas sus reservas, los destinos miserables también están sujetos a esa inevitabilidad.

Existen caminos y encrucijadas que evadimos a lo largo de la vida, a veces por astucia, otras por pura casualidad, pero que luego vuelven a aparecer como si hubiésemos estado caminando, o viviendo, en círculos. Frente a estas situaciones recurrentes existen dos posturas posibles: la aceptación o el reproche. La primera es exigua para la mitología; la segunda se condensa en la figura del Fylgja.

El Fylgja es un espíritu proveniente de los mitos nórdicos, y su función es la de acompañar a una persona a lo largo de toda su vida para que cumpla su destino. De hecho, la palabra fylgjasignifica «acompañar».

Uno cree inocentemente que anda por la vida tomando decisiones, algunas de ellas, banales, como la elección de un pantalón o de un perfume, y otras más comprometidas, como el amor por otra persona, cuando en realidad es el Fylgja quien se encarga de que cumplamos las decisiones que otros ya han tomado por nosotros.

Los nórdicos veían en la recurrencia de situaciones, sobre todo de aquellas que procuramos evitar, un sutil mensaje del Fylgjaque nos recuerda cuál es el camino que debemos tomar. Esa dinámica no es ineficaz, ya que los sucesos agradables no necesitan repetirse para que uno se decida por ellos.

En efecto, son las circunstancias indeseables las que deben reaparecer a lo largo de la vida para que nos sometamos a ellas, a veces por agotamiento.

Durante la fase más sutil de su interacción con nosotros, el Fylgja adopta la figura de un animal que nos acompaña en sueños durante toda la vida. No es exactamente un animal totémico, sino una figura que refleja el carácter de la persona, y el destino que ésta debe seguir.

Las personas destinadas al liderazgo son constantemente acorraladas por la imagen del lobo, del león, del águila. Las independientes son representadas bajo la forma de un gato o de un jabalí. Los cretinos asumen la forma del ratón. Y aquellos destinos relacionados con el materialismo son confinados bajo la silueta de varios animales carroñeros.

Ahora bien, es probable que uno intente escapar de su destino, o al menos luchar contra sus apetitos personales cuando estos parecen ser perniciosos para su desarrollo, buscando así otros caminos para transitar en la vida; sin embargo, el Fylgja utilizará toda su sabiduría para enfrentarnos a las mismas circunstancias desgraciadas: relaciones nocivas, trabajos insatisfactorios, accidentes, hasta que finalmente caigamos en la trampa.

Si bien no existe una forma de escapar de ese círculo de obligaciones, nada nos impide que podamos luchar contra él.

En definitiva, todos tenemos un destino en común del que no podemos escapar, y el verdadero acto de rebelión contra esas cartas marcadas no consiste en buscar estratagemas que posterguen la derrota, sino en jugar la partida con la mayor nobleza posible; en jugar, a pesar de que la victoria nos está prohibida.

Los dioses saben esto, y por eso nos envidian.

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