EL GÉNESIS HUMANO

EL GÉNESIS HUMANO

El Factor Anunnaki.

El génesis humano es uno de los más fascinantes enigmas que en la actualidad y a pesar de toda investigación, la ciencia no ha logrado hasta el presente disipar la densa niebla que envuelve a este misterio, cuanto más se profundiza, nuevos enigmas aparecen.

Sobre este tema hay sin duda muchas opiniones, desde las basadas en la fe, pasando por las mas modernas teorías que consideran a los humanos ser producto del diseño e ingeniería genética de seres extraterrestres, hasta las firmemente materialistas que consideran al hombre el resultado de la evolución biológica de antiguos homínidos.

Hoy sabemos que en el principio de los tiempos no hubo una, sino varias especies de seres humanos que han formado lo que podríamos llamar nuestro árbol genético, pero de alguna manera solo una se abrió paso hasta la actualidad formando la humanidad que hoy conocemos.

¿Qué sucedió en la prehistoria?, ¿Cómo fue creada la humanidad?, ¿Quién o quienes estuvieron involucrados?

La creación del hombre

La extraordinaria complejidad de los seres humanos no deja lugar a pretensiones puramente materialistas sobre su origen, ya que mediante estas teorías no es posible dar una explicación completamente satisfactoria del génesis del alma humana, de sus facultades, aspiraciones y de su sentido de trascendencia, mucho menos de los fenómenos asociados a los poderes psíquicos y manifestaciones espirituales que involucran las llamadas experiencias paranormales, entre otras.

El hombre es sin dudas el fruto de la intervención de fuerzas superiores al azar evolutivo. Sin embargo, en el plano físico actuaron factores que deben ser tomados en cuenta en el momento de aclarar la creación del hombre, estos factores son los que en primera instancia afectaron de manera considerable el curso de la evolución natural humana.

Al abordar este asunto podemos servirnos de una de las fuentes que han aportado muchos datos de interés y que además ha ayudado a entender y replantearse esta cuestión nos referimos al trabajo del célebre autor e investigador Zecharia Sitchin, el cual en la década del 1970 comenzó a publicar sus traducciones sobre antiguas tablillas sumerias según este autor en algunas de ellas se narra la llegada a la Tierra de unos misteriosos seres denominados Anunnakisque posteriormente llegaron a ser conocidos como los dioses sumerios , y según estos textos, dieron origen a la humanidad. Estos dioses eran representados como seres de gran poder y conocimiento y por medio de su agencia modificaron a homínidos del planeta tierra hasta convertirlos en un producto final satisfactorio. El hombre resultó ser un esclavo diseñado para servicios pesados. Es necesario aclarar que las interpretaciones de Sitchin han sido cuestionadas por algunos estudiosos, refiriéndose sobre todo a la exactitud de sus traducciones y por tanto consideran que las tesis sustentadas por él, carecen de valor.

Si bien algunos de sus planteamientos son discutibles, nos proponemos sin embargo tomar en cuenta algunos de sus postulados, en nuestra opinión más exactos, para de esta forma desarrollar puntos de vista alternativos por ser Sitchin una de las fuentes de información heterodoxa que más a menudo se citan y que cuentan con mayor aceptación entre la comunidad de estudiosos del tema y porque además en rasgos generales, los argumentos de este autor se aproximan a lo que consideramos la verdadera trama de la creación de la humanidad.

Originalmente, él plantea la tesis de que estos seres, los Anunnaki vinieron al planeta Tierra en busca de oro desde Nibiru (el planeta del cruce), su mundo de origen, con el objetivo de reparar la atmósfera de su planeta.

El centro principal de extracción de este mineral era en un lugar denominado en lengua sumeria AB.ZU (deposito hondo) que ha sido identificado con África.

Existe evidencia de apoyo para creer que efectivamente hace milenios (450. 000 años según Sitchin) llegaron a la Tierra seres procedentes de otros mundos y que utilizaron los recursos de este planeta en beneficio propio. Se han encontrado extensas pruebas de minería de oro sobre todo en África del Sur han sido encontradas por arqueólogos contratados por la Anglo-American Corporation y fecharon las ruinas hasta en 7.690 años de antigüedad, posteriores dataciones arrojaron cifras asombrosas de hasta 50.000 años y más, pero ¿Quién podría extraer oro en fechas tan remotas? Y además, ¿Con qué propósito?

Pero tal vez los recursos más preciados que estos seres encontraron estaban en la biosfera terrestre y en particular, criaturas más avanzadas que el promedio de los organismos del planeta. Seres humanos en estado rudimentario, probablemente homínidos de variado grado de desarrollo.

Podemos hacer un breve recuento de algunas cuestiones relativas a la cronología de la aparición de los primitivos seres humanos, los científicos estiman que desde hace aproximadamente 1,8 a 1,5 millones de años se produce la aparición del Homo Erectus en África.

Posteriormente ocurrió una repentina y hasta ahora no bien explicada mejora en la forma física humana, algunos investigadores consideran que el ser humano anatómicamente moderno evolucionó en el Paleolítico medio, hace alrededor de 200.000 años, mientras que otros señalan que fue hace unos 600. 000 años.

Es notable que repentinamente la criatura conocida como Homo Erectus se volviera Homo Sapiens. La forma física del Homo Erectus permanece inalterada por más de un millón de años y de repente, ocurre el cambio, surge el Homo Sapiens arcaico, teniendo desde el comienzo según se cree la habilidad de hablar un idioma complejo y un volumen cerebral masivamente aumentado, todo esto a un tiempo relativamente corto, hablando en términos evolutivos; en vez de ocurrir como parte de cambios progresivos y lentos según plantea la teoría clásica.

Se dice además que hace solamente unos 35.000 años, otra repentina mejora hizo surgir al Homo Sapiens moderno, la forma física que vemos hoy.

Siempre que se tratan estas interrogantes la mayoría de los científicos partidarios de la ortodoxia encuentran explicaciones convenientes pero no del todo satisfactorias, dejando así una importante brecha a las teorías alternativas.

La moderna humanidad parece ser el resultado del cruce varias especies de homínidos modificadas y posteriormente mezcladas en diversas formas, dando lugar a las variaciones genéticas observadas por la ciencia actual entre europeos, asiáticos, australianos, y otros grupos, entre los cuales se han detectado diferentes porcentajes de mezcla de ADN correspondientes a las ancestrales especies.

Las tablillas sumerias cuentan el relato de la creación y en estas se dice que el dios anunnaki llamado Enki conocido también como el señor de la Tierra y la diosa Ninkharsag o Ninti ,la dama de la vida después de muchas pruebas lograron obtener en el AB.ZU el primer LU.LU (el que ha sido mezclado). El nombre sumerio LU.LU deriva de LU, palabra raíz que significa sirviente, obrero y también es el nombre asociado a animales domesticados, muy apropiado para el estado del hombre primordial descrito en los textos sumerios, el que fue creado esclavo de los “dioses”.

Un curioso relato sobre el proceso de creación de la humanidad podemos encontrarlo en los textos del libro Quiché, “Popol Vuh”; en este se describe el deseo de los dioses de crear seres para su provecho pero los primeros intentos fueron infructuosos hasta que al fin lograron obtener el tipo de ser adecuado a sus propósitos. Así, en la primera parte del libro en el capítulo II podemos leer: “¡A probar otra vez! Ya se acercan el amanecer y la aurora; ¡hagamos al que nos sustentará! ¿Cómo haremos para ser invocados, para ser recordados sobre la tierra? Ya hemos probado con nuestras primeras obras, nuestras primeras criaturas; pero no se pudo lograr que fuésemos alabados y venerados por ellos. Probemos ahora a hacer unos seres obedientes, respetuosos que nos sustenten y alimenten…”

Estos escritos muestran sin lugar a dudas que los antiguos tenían un conocimiento exacto sobre el propósito de la creación de la humanidad por parte de entidades superiores que buscaban con este evento la obtención de un esclavo condenado a servir.

Al analizar todo esto podría surgir la lógica pregunta ¿por qué no crearon al hombre completamente desarrollado y no mediante un lento proceso, en sucesivos niveles? Si bien el tránsito entre mejoras fue rápido, hablando en términos evolutivos, con todo, es un enorme periodo transcurrido desde el comienzo de estos trabajos hasta la llegada del hombre actual. Demasiado, si se toma en consideración que eran tecnológicamente muy avanzados como se pretende y que desde luego podrían haber realizado más de prisa las actualizaciones si su plan original hubiera sido crear al hombre tal cual es.

Todo esto hace pensar que en el génesis de la humanidad han actuado más de una fuerza creadora o modificadora y en diferentes etapas de la historia humana. Los primeros homínidos no fueron creación de los Anunnakis, por tanto no se los puede considerar como genuinos creadores de la humanidad, sino más bien sus modificadores.

El precio pagado por estas actualizaciones fue la herencia de un ADN corrupto que transmitió grandes capacidades a la humanidad pero junto a esto también el compulsivo comportamiento maligno. El hombre fue considerado por esas entidades como un evolucionado animal de carga, destinado a mantener a sus falsos dioses. Y una central de generación de la más sutil y poderosa energía en el universo; la fuerza vital.

Por eso, al principio su labor solo estaba encaminada a generar el robot humano pero las cosas no siempre fueron como lo desearon y esto tuvo terribles consecuencias para la joven humanidad. En algún punto de todas estas secuencias de actualizaciones, eventualmente se obtuvo una tipo de humanos que por su desempeño podía emular con los dioses mismos, o al menos sus capacidades eran más avanzadas de lo deseado por ellos. Esto trajo como consecuencia la intervención temprana de los annnakis, limitando tanto en tiempo de vida , capacidades intelectuales y poderes psíquicos, para de esta forma restringir el acceso a conocimientos avanzados que por su naturaleza podrían haber ayudado a la humanidad a quedar fuera del alcance de la influencia de sus amos .

Tal vez esto es lo que se quiere transmitir en la Biblia cuando se dice que Adán comió del fruto prohibido del Árbol del conocimiento del bien y del mal; en el Génesis3:7.

“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos….”

¿Se refiere el texto a la temprana adquisición de autoconciencia por parte de la humanidad primordial?

Nuevamente, en el Popol Vuh en el capitlo II, tercera parte; se ofrecen textos reveladores sobre esta cuestión:

“Fueron dotados de inteligencia; vieron y al punto se extendió su vista, alcanzaron a ver, alcanzaron a conocer todo lo que hay en el mundo. Cuando miraban, al instante veían a su alrededor y contemplaban en torno a ellos la bóveda del cielo y la faz redonda de la tierra.”

“Pero el creador y el Formador no oyeron esto con gusto”.

– No está bien lo que dicen nuestras criaturas….todo lo saben, lo grande y lo pequeño…”

Esto parece reafirmar lo anteriormente planteado sobre la verdadera causa de los males que aquejaron a la antigua humanidad. Las tempranas y desequilibradas actualizaciones, violentaron el camino del sano y original plan de desarrollo divino en los seres humanos, que habría conducido a generar una creación más apegada a las vibraciones de vida del creador primordial.

De haberse cumplido el plan primordial, sin la intromisión del ADN alienígena, la humanidad seguramente habría tenido otro destino, seres de diseño genético más ajustado y equilibrado con las vibraciones de la tierra; es presumible que su progreso habría sido más lento, pero esto no tendría que ser necesariamente así, pues una vez alcanzado cierto punto crítico en la evolución de la anatomía y la conciencia de la especie la estructura habría sido capaz de soportar y servir de vehículo a criaturas más elevadas y de carácter benévolo dotadas de mayor evolución general que el promedio de sus hermanos, seres enviados por la voluntad del buen creador que habrían guiado a la humanidad con paso seguro por el camino del conocimiento de la ley del Infinito.

Los anunnakis, sea quienes fueran, no conforman un solo grupo, esta denominación podría ser un término aplicado a varios tipos de entidades que en la antigüedad “bajaron” de las estrellas a la tierra o vinieron desde otras dimensiones e interactuaron con la creación primordial que ya existía antes de su llegada y por este medio la corrompieron.

Evidencia de otros grupos de entidades se encuentran en la narración del libro de Enoc I, donde se describe la llegada de los vigilantes que descienden a la tierra no en busca de esclavos humanos o de minerales, sino atraídos por el encanto de las mujeres de la tierra a las que toman por esposas con las cuales tuvieron descendencia que con posterioridad fueron conocidos como los gigantes o también los Nefilim.

Estos seres, los Nefilim, son el resultado del cruce por inseminación de especies distintas con genomas que por mezcla dieron origen a criaturas antinaturales que llenaron la tierra de terror y destrucción. Son resultado del cruce del genoma “angelical” con el humano.

Los vigilantes, revelaron además una ciencia devastadora a un grupo de seres humanos que no estaban preparados para tales conocimientos, abriendo su mente a aspectos que por su nivel evolutivo no deberían aun alcanzar. Una vez más esta intromisión produjo la ruina de la humanidad y no su progreso.

El conocimiento es necesario y bienvenido pero debe ir acompañado de responsabilidad y de desarrollo ético, sin una adecuada conciencia de lo que debe y no debe hacerse solo provoca el desastre en quien lo posee y en su entorno.

Al tomar nota de cada una de estas historias de intervención temprana en los asuntos de este mundo, es lícito preguntarse ¿cómo esto fue posible?

En el universo hay muchas galaxias y planetas dentro de ellas donde se encuentra la vida en diversos estadios de desenvolvimiento, nuestro pequeño mundo es solamente uno más, una pequeña roca flotando en el inconmensurable espacio.

Entonces, la probabilidad de encontrar un mundo adecuado para colonizar es muy alta, solo hay que saber buscar, sin embargo, no todo es tan simple como parece. Los universos y los mundos que los componen no son sistemas abiertos tal y como pudiera pensarse, pues sabemos que la realidad se encuentra sustentada por un tejido invisible de energía metafísica, programada por el creador para que la materia y la vida se expresen y den como fruto la aparición de la conciencia, este sistema de soporte debe también estar programado para amortiguar y resistir mediante el resguardo, por medio de leyes básicas, cualquier intento de cambios externos en la adecuada manifestación de su objetivo principal, la vida consciente y su libre voluntad de acción. Además también existen seres encargados de la protección activa de estos mundos.

Para que estas entidades hayan podido actuar sin un sistema de contención que prevenga excesos abusivos contra la vida soberana de un mundo en evolución, deben haber sido no solo permitidos sino también apoyados en sus acciones, por las fuerzas dominantes en este sector del universo, así, una vez más se manifiesta la acción de potestades tenebrosas que sirviéndose de agentes de menor rango actúan violentando el plan natural del diseño original de la creación.

El hombre, no es humano porque su cuerpo haya sido tomado del sustrato homínido, y transformado en un ser pensante mediante manipulaciones genéticas. La condición de ser humano es el resultado de la unión de un alma desarrollada capaz de expresar la espiritualidad, en un cuerpo que sirva de soporte y que por su medio se convierta en un ser consciente de su dimensión trascendental.

Si el cuerpo es modificado apropiadamente, será capaz de brindar estabilidad y armonía al alma que lo habite, y todo lo contrario, si es corrompido, las criaturas sufrirán desarmonías tanto en su aspecto físico como metafísico, estando en sintonía con las dimensiones negativas de la existencia y siendo manipulados por ellas. Todo lo cual parece ser la lamentable historia de nuestro planeta.

CONCLUSIONES

Los anunnakis no son nuestros creadores, pues ese papel le corresponde solo al poder divino, el verdadero hombre no es el cuerpo, sino el espíritu inmortal que nadie puede crear.

Estos modificadores, indujeron hace ya mucho tiempo los cambios que provocaron como consecuencia el génesis de la actual humanidad.

Si bien el factor anunnaki fue decisivo en la creación de la versión actual del género humano el precio pagado por nuestra “acelerada evolución” ha sido el sacrificio de nuestra genuina humanidad como seres multidimensionales.