GIGANTES CON DOBLE ENFILADO DE DIENTES, CABEZAS APLANADAS Y SEIS DEDOS

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Los Cherokee los llamaban la Gente de la Luna. Los Utes y Paiutes hablaban de una raza de caníbales horribles de diez pies (más de 3m) de altura que vivían en cuevas. Y los Choctaw también tienen su historia sobre la raza de gigantes, que primero colonizaron el valle de Ohio.

 

En cuanto a “Antiguas Raíces del Viejo Mundo de los Cherokee”, capítulo 5, “Edad Media de los Estados Unidos“, pp 78-79, leemos:

 

¿Qué clase de indios vivían en el territorio del Choctaw y Chickasaw y cómo trabajaban para su nuevo hogar? De acuerdo con sus tradiciones, informa Cushman, según lo confirmado por las excavaciones de los huesos en Tennessee, era “una “raza de gigantes blancos”:

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En la tradición de los Choctaws … se hablaba de una raza de gigantes, que una vez habitaba en lo que ahora es el estado de Tennessee y con los cuales sus antepasados han tenido que luchar cuando llegaron a Mississippi, durante su migración desde el oeste, sin duda, del viejo México.

Su tradición afirma la raza de los Nahullo (raza de gigantes, ) eran de una estatura extraordinaria; pero, como la tradición de mastodontes , por lo que también se consideró que es una fábula tonta, una criatura de una imaginación salvaje, cuando he aquí! Sus huesos exhumados nuevamente demuestran la verdad de la tradición de los Choctaws ‘(151).

 

Estos gigantes podrían haber sido Atlants de Rafinesque.

Los Cushman a continuación relatan el descubrimiento en 1880 en un sitio de un túmulo cerca de Plano, Texas, de unos huesos humanos “de enorme tamaño … los huesos femorales siendo cinco pulgadas más largos que la longitud ordinaria, y los huesos de la mandíbula … tan grande como para deslizarse con facilidad sobre la cara de un hombre “.

Los Cushman se identifican con los antiguos ocupantes de América del Norte, llamados Allegewi o Taligewi (Taleganos). Muchos historiadores, por otra parte, especulan que eran los constructores de los montículos de Adena.

En cuanto a los Chickasaw, los Cushman señalan que no tienen constancia de su historia antes del período colonial, aunque es cierto“lo mismo que los Choctaws, habiendo sido una tribu y un pueblado, hasta que la dividieron sus dos jefes Chikasah y Chahtah, muchos años después de su llegada a la ubicación al este del río Mississippi “(p 358).

En cuanto a los Natchez, los registros de los Cushman dicen que, “si la tradición puede ser creída, también vinieron de México, donde habían vivido durante siglos” (p 440).

 

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Esta historia fue contada por los comanches en 1857:

Hace innumerables lunas atrás, una raza de hombres blancos, diez pies ( 3m) de altura, y mucho más ricos y poderosos que cualquier persona blanca que vive hoy en día, aquí habitaban en una amplia gama de tierras, que se extiendía desde la salida hasta la puesta de sol.

 

Sus fortificaciones coronaban las cumbres de las montañas, protegiendo sus pobladas ciudades situadas en los valles intermedios.

 

Ellos han superado todas las demás naciones que fueron floreciendo, ni antes ni después, en todo tipo de artesanía astuta – eran valientes y guerreros – gobernando sobre la tierra que habían arrebatado a sus poseedores antiguos con una arrogancia y altiva mano. En comparación con ellos los rostros pálidos de la actualidad son como pigmeos, tanto en el arte y en sus armas.

 

Hechaban a los indios de sus hogares, poniéndolos a la espada, y ocupando los valles en los que sus padres habían habitado, antes de ellos desde el principio del mundo.

 

Por fin, en el apogeo de su poder y gloria, cuando ya no recordaban ni la justicia, ni la misericordia y se volvieron orgullosos y levantados, el Gran Espíritu descendió desde arriba, barriendolos con fuego y diluvio de la faz de la tierra.

 

Los montículos que habían visto en las mesetas, eran los restos de sus fortalezas, y que entre las ruinas que nos rodean, es todo lo que ha quedado de una ciudad poderosa.

La palabra Nahoolo o Nahullo“ahora se aplica enfáticamente a la raza blanca y ningúna otra … Los Nahullos eran de tez blanca, según la tradición Choctaw, y todavía era un pueblo existente en el momento de la llegada de los Choctaws al Mississippi,“concluye Cushman (p 153).

 

De acuerdo con el comerciante indio Adair, él a menudo se refiere al los Nani Ishtahoolo, como fantasmas blancos difuntos investidos de poderes espirituales, cuyos descendientes eran sacerdotes y magos.

 

Sus gritos y hechizos mágicos aún se podían escuchar en los montículos como los de Ocmulgee. Estas referencias contribuyen a la sospecha de que los “Indios” que precedieron a las tribus asiáticas de México eran, como diríamos hoy, de raza caucásica.

 

Hace exactamente un año en este mismo blog, hemos publicado un post sobre los “Neandertales en Estados Unidos”, mencionando también el arcaico y peculiar esqueleto, que ahora es una atracción al lado de la carretera en Arizona, llamada The Thing (La Cosa). Mientras tanto, hemos adquirido una copia del libro de Fritz Zimmerman, The Nephilim Cronicles (Las Crónicas de los Nifilims), que reproduce más de 300 relatos históricos de los esqueletos gigantes.

 

Muchos están asociados con los sitios de montículos más antiguos de América, pero la encuesta de Zimmerman de este fenómeno en todo el mundo, varían entre los Cazadores-Pezcadores del noreste de Europa y Personas Pintadas de Rojo, cuyos movimientos eran circumpolar a los gigantes de la Biblia, observadas por el Talmud de Babilonia como tener doble fila de dientes, y los “Restos de Gigantes en las Islas Británicas”(pp. 157-65).

 

En las leyendas de los Navajos, hablan de las personas Starnake, una raza de una realeza de gigantes blancos, dotados de una tecnología minera que dominó el oeste, esclavizando a las tribus menores y tenían fortalezas a lo largo de las Américas. Se extinguieron, o “volvieron a los cielos.”

 

El nombre puede ser una corrupción de la raza bíblica conocida como Anakim (Núm. 13:33, Dt. 1:28). El nombre de Og(en hebreo “jefe”) parece ser característico (ver Zimmerman, pp. 188-91). El alfabeto ogham se atribuye a este fundador cultural.

 

Ciertamente, muchos de los sitios de montículos descubiertos en el siglo XIX, cuentan una historia de guerras constantes por unas tribus asiáticas entrants, contra los gigantes que ocupaban la tierra. Una espantosa escena mostró miles de esqueletos, de hombres, mujeres y jóvenes, colmados en una fosa común, con los cráneos de los guerreros atravesados por flechas.

 

Al parecer, ya que estos habitantes aborígenes del valle de Ohio fueron desplazados gradualmente, algunos miembros de su sociedad se pasaron a las filas de los nuevos conquistadores, legando una cepa de gran estatura que todavía se puede notar, por ejemplo, en el jefe de Mobilian Tuscaloosa y la reina india de DeSoto, Cofitachiqui, ambos de los cuales se decía que eran de siete pies (más de 2 m) de altura.

 

Los siguientes rasgos de esta raza o grupo étnico de gigantes de la prehistoria humana nos llaman la atención:

 

Religión Diosa Madre

Hachas de cobre (no de bronce)

 

Herramientas de pizarra pulidos, incluyendo plomadas de pesca, que al parecer eran considerados como sagrados

 

La creencia de que la Abuela Luna, era el depósito de las almas

 

Una dieta enfatizando los mariscos (para los que la doble fila de dientes, probablemente, fue seleccionado como una ventaja evolutiva en su origen vagabundo de África?)

 

Construcción de corrales de pesca en los ríos de América del Norte, para atrapar la migración de las anguilas

 

Ciertos hábitos vegetarianos (arroz salvaje, por ejemplo)

 

Las inscripciones en artefactos, especialmente pipas, a menudo enterrados con los muertos

 

El uso de carbón y petróleo

 

Tejidos y telares

 

Conocimiento de navegación, las matemáticas y la ingeniería, incluyendo de canales y regadíos

 

Enterrando un perro con un niño, para protegerlo en el más allá

 

Un lenguaje aparentemente afro-asiático y parecido a las lenguas semíticas

 

Kingcraft: los nobles fueron enterrados en posiciones sentadas en tronos rodeados por un círculo íntimo

 

Cuando El hombre Denisovan fue descubierto por primera vez, hemos tenido sólo un hueso de un dedo para seguir adelante. Sólo podemos extrapolar de la imágen del cráneo. Los genetistas conjeturan, sin embargo, que era un tipo austronesio.

 

Sugerimos que un premio de la ciencia moderna le pertenecerá al genetista que pueda derivar un ADN antiguo, para estudiar y clasificar los huesos de homínidos gigantes, que son inevitablemente abundantes en los registros arqueológicos y mitológicos de la humanidad.

 

Tal vez el dueño de The Thing (La Cosa), permitirá a los investigadores a pedir prestado uno de los femurs, para el análisis y medición de laboratorio.

 

Si eso no es posible, el Smithsonian, el Instituto Carnegie y de las sociedades históricas locales en todo el Medio Oeste, tienen decenas de sótanos y almacenes llenos de estas reliquias de la historia de América

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