La 2GM desconocida: La cara oculta del Día D •La cara oculta de la liberación •Los últimos secretos de los Nazis

El Día D marca el inicio de la liberación en la II Guerra Mundial. Para Churchill y su aliado, el presidente Franklin Delano Roosevelt, había llegado el momento de rescatar a Europa mediante la operación militar anfibia más grande en la historia de la humanidad, la Operación Overlord.En la batalla, que causó estragos en la costa de Normandía, participaron millón y medio de hombres y mujeres. Algunos aspectos clave de la logística, ciertas decisiones tomadas en secreto por los líderes y la participación de oficiales de alto rango así como la de sorprendentes agentes secretos condujeron al éxito en la operación.Después del Día D, el segundo momento decisivo que conduce al final de la guerra es la liberación de Francia y el avance hacia Alemania. Lo que la mayoría recuerda de la liberación son escenas de júbilo en las que la población daba la bienvenida a los hombres y mujeres que los iban a liberar de años de opresión. Pero esas imágenes idealizadas tienen su lado oscuro: la desorganización de la administración, la escasez grave de alimentos y el alto nivel de inseguridad que provocan el caos.Entre bastidores se está librando una lucha política entre De Gaulle, la resistencia interna y las fuerzas aliadas. Los estadounidenses pretenden administrar Francia una vez esté totalmente liberada, pero para De Gaulle el único Gobierno legítimo es el que él ha liderado en el exilio desde 1943. La liberación de Francia no debe dejarse en manos de los estadounidenses, ya que su futura soberanía depende de su capacidad para “liberarse por sí misma”. De este modo, cualquier acto de valentía de la guerrilla francesa, por pequeño que sea, es crucial para alcanzar el objetivo.En noviembre de 1945 comenzaron en Núremberg los procesos judiciales más importantes de la Historia. Las acusaciones contra 200 funcionarios de alto rango alemanes eran el reflejo de la magnitud de las atrocidades que se habían cometido. Por primera vez, en un tribunal de justicia se utilizaba la expresión “crimen contra la humanidad”.Si bien se juzgó a 200 funcionarios, y 37 de ellos fueron condenados a muerte, muchos más debieron haberse enfrentado a la justicia. Los aliados habían completado una lista con 30.000 nazis acusados de asesinato y tortura, pero la mayoría de ellos no estuvieron presentes en los juicios. Desde Alemania hasta Sudamérica, la serie destapa las células utilizadas para facilitar la huida de nazis, que contaron a su vez con la inesperada colaboración de instituciones como el Vaticano.

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