La inmortalidad es posible?

 

A lo largo de los siglos el hombre ha buscado diferentes secretos para prolongar su vida y hasta se ha obsesionado con la inmortalidad.

Hasta hace poco tiempo atrás se creía que era imposible alcanzar la inmortalidad pero tal vez esto haya cambiado con ciertos descubrimientos científicos.

Sin dudas la ciencia ha evolucionado notablemente especialmente durante la segunda mitad del siglo pasado. Por esta razón, hemos sido beneficiados con grandes e importantes descubrimientos. Entre uno de ellos se esconde el posible secreto para la vida eterna.

¿De qué se trata este descubrimiento?

 Se trata, ni más ni menos de una medusa. Su nombre es medusa turritopsis. Lo curioso de este animal invertebrado es que, al llegar a su fase adulta, el mismo invierte su ADN, rejuvenece y no muere.

 

No obstante, esto no quiere decir que no es posible matar a dicho animal, sino que en su composición genética existe una clave para que, tal vez, los seres humanos alcancemos la anhelada inmortalidad

¿Cómo sería posible alcanzar la inmortalidad para los seres humanos?

El primer paso ya ha sido dado desde hace muchos años: la longevidad de la vida. Siglos atrás el promedio de vida de los seres humanos rondaba entre los 40 y los 50 años. Hace miles de años, los hombres primitivos, se cree, vivían tan solo 20 o 25 años. Actualmente el promedio de vida (aunque varía en cada país según las condiciones sanitarias y el tipo de alimentación) puede rondar entre los 70 y los 85 años.

Sin embargo, esta no es condición suficiente para que el hombre llegue a ser inmortal. Aún faltaría el modo de revertir su ADN (tal como lo hace la medusa turritopsis) para poder gozar de la vida eterna. Pero es importante decir que esto no significa que el hombre no podrá morir, ya que la muerte podría llegar a cualquier ser humano que sea atacado por un animal o sufra un accidente mortal.

¿En base a qué se sustenta esta teoría y la posibilidad de la inmortalidad?

Toda célula, al dividirse para dar lugar a otra, lo que hace es donar parte de su ADN a la nueva célula. Este ADN donado, si llega a un punto crítico (producto de muchas donaciones de ADN entre células) hace que los tejidos dejen de regenerarse y esto es lo que produce el envejecimiento.

En la universidad de California ya ha experimentado con la variación genética de gusanos a fin de lograr la inmortalidad en estos.

¿Cuáles fueron los resultados?

 Lograron multiplicar su extensión de vida de 2 años hasta 6. Estos científicos también descubrieron en primates que si los seres humanos llevaban una vida saludable, era posible alcanzar los 140 años de vida. Sin embargo, aunque es posible detener el proceso de envejecimiento, aún no se ha logrado regenerar tejidos. Es decir, volver a ser joven o, lo que es similar, ser inmortal.

¿Podría la neurociencia ayudar al hombre en su anhelo por llegar a ser inmortal?

Existe la teoría, aún no comprobada, de que se podría buscar un genoma dentro del cerebro que detenga el envejecimiento. Muy probablemente las próximas generaciones alcancen un promedio de vida de 120 años y, porque no pensarlo, consigan la tan dichada inmortalidad