Podríamos estar completamente equivocados sobre el tamaño de la zona de habitabilidad de una estrella

Podríamos estar completamente equivocados sobre el tamaño de la zona de habitabilidad de una estrella
Podríamos estar completamente equivocados sobre el tamaño de la zona de habitabilidad de una estrella

 

 

En astrofísica, decimos que un planeta está en zona de habitabilidad cuando la distancia que lo separa de su estrella permite la existencia de agua en estado líquido sobre su superficie. Un nuevo estudio redefine completamente ese concepto, y no precisamente para bien.

En inglés, la zona de habitabilidad se conoce como Goldilocks Zone (Zona Ricitos de Oro) en alusión al cuento clásico infantil. Al igual que los tazones de sopa que Ricitos de Oro encuentra en la casa de los tres osos, la zona de habitabilidad es aquella en la que la temperatura no es ni demasiado caliente, ni demasiado fría.

Por supuesto, la temperatura no es el único factor que define la zona de habitabilidad. Los astrofísicos también valoran la existencia o no de atmósfera, de un ciclo estable de carbono, la excentricidad de la órbita del planeta, su rotación, y otros aspectos como si la estrella emite excesiva radiación ultravioleta o si existe anclaje de marea.

Hasta ahora, los criterios que definen la zona de habitabilidad han permitido clasificar como potencialmente habitables 50 planetas descubiertos por el Telescopio Espacial Kepler. Desgraciadamente, puede que sean muchos menos. Un nuevo estudio titulado “A Limited Habitable Zone for Complex Life” y realizado por científicos de la NASA y varias universidades sugiere que hemos estado calculando mal el tamaño de la zona de habitabilidad.

El astrobiólogo Edward W. Schwieterman y sus colegas han añadido dos marcadores que normalmente no se contemplan mucho a la hora de definir la zona de habitabilidad alrededor de una estrella: el dióxido de carbono y el monóxido de carbono.

 

Aunque normalmente pensamos en oxígeno y agua cuando pensamos en ingredientes esenciales para la vida, lo cierto es que si tomamos como referencia la formación de vida en nuestro planeta el carbono atmosférico es tan o más importante. Añade mucho, y creará un ambiente tóxico para las formas de vida complejas. Pon demasiado poco y las células procariotas que dieron comienzo a la vida en la Tierra no emergerán.

Órbita de Kepler-186f en el confín externo de la ZH de su estrella y comparación con la órbita terrestreImagen: NASA Ames/SETI Institute/JPL-Caltech (Dominio Público)

Para mantener estables los niveles de dióxido de carbono y monóxido de carbono es necesario un ciclo geológico similar al que existe en la Tierra que ayude a mentener la temperatura dentro de unos márgenes. Sin embargo, la cantidad de dióxido de carbono necesaria para esto se incrementa radicalmente a medida que nos aproximamos al límite exterior de la zona habitable.

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Schwieterman ponen como ejemplo a Kpler-62f, una supertierra a 990 años luz que hasta ahora se consideraba como potencialmente habitable. Los investigadores han concluido que la distancia de 62f a su estrella implica que hacen falta unas mil veces más dióxido de carbono que el que tenía la Tierra en sus orígenes para mantener la temperatura. Esos niveles son tóxicos para la vida tal y como la conocemos incluso aunque la temperatura permita agua en estado líquido.

Por otra parte, la escasa radiación que emiten las estrellas de tipo M (enanas rojas que conforman el 75% de las estrellas del universo) hace que los niveles de monóxido de carbono en planetas dentro de su zona de habitabilidad también sea excesivo. Si nos atenemos a los cálculos de este nuevo estudio, la zona de habitabilidad es solo una cuarta parte de la que considerábamos hasta ahora.

Lejos de ser una mala noticia, el estudio permitirá buscar planetas potencialmente habitables con mucha más precisión que antes. Instrumentos como el telescopio espacial Kepler nos ha permitido confirmar la existencia de 3.917 exoplanetas y otros 3.368 están a la espera de confirmación. Hay muchas estrellas ahí fuera, encontrar una que tenga un planeta habitable para nosotros es una cuestión de tiempo.