Carne de laboratorio: ¿alternativa al problema medioambiental, social y ético de comer animales?

 

 

En 2020 se comenzará a comercializar carne cultivada en laboratorio. En un mundo donde la producción y consumo de carne genera serios problemas medioambientales (y éticos), esta alternativa tecnológica se presenta como una posible solución al drama. Sin embargo, podría salirnos carísimo…

La primera hamburguesa cultivada en un laboratorio vio la luz en 2013 y, si hubiera sido puesta a la venta, el medio kilo no hubiera podido ser vendido por menos de 1.200.000 dólares sin perder dinero, según publicó Quartz. Eran las primeras 20.000 fibras fabricadas, y eso se evidenciaba en el precio.

Este alimento fue creado a partir de células madre por el profesor Mark Post, del departamento de Fisiología Vascular de la Universidad de Maastricht, que desde entonces ha seguido trabajando en la producción de carne artificial. Sus promotores defienden los beneficios para los animales, el medio ambiente y para alimentar a la población mundial.

El proceso de creación consiste en tomar células madre del músculo, que se extraen de una vaca mediante biopsia. Se aíslan y comienzan a multiplicarse, con la ayuda de suero fetal bovino (un componente al que los investigadores buscan alternativas), publicó El País. El resultado son células genéticamente idénticas a las del animal.

El equipo de Post ha reducido los costes de cultivar esta carne, ha añadido grasa para mejorar la textura y se ha embarcado en su puesta en circulación. Su invento logró adeptos que, por el potencial que tiene la carne de laboratorio, siguieron sus pasos.

En marzo de 2017 el kilo de carne vacuna de Memphis Meat costaba 18.000 dólares, en diciembre de 2018 la misma cantidad de carne vacuna de Aleph Farms costaba 200 dólares.

El 15 de abril Bruce Friedrich, quien desde su Good Food Institute se ha convertido en una de los grandes expertos en el tema a nivel mundial, aseguraba que las primeras carnes cultivadas estarían en el mercado antes de finales de 2020, publicó. Pero la hamburguesa costaría 50 dólares.

En otras palabras, la carne cultivada en laboratorio aún no está lista para ser alternativa a nada. No obstante, para empresas, investigadores e inversores, poner estos productos en el mercado se ha convertido en la única opción viable para dar el siguiente paso y salir de los laboratorios para empezar a facturar.