Un ser vivo extraterrestre capturado en portugal en los años 50
El «extraterrestre de Evora» medía cuatro milímetros y era dotado de una fuerza y resistencia descomunales.
El organismo fue colocado entre dos láminas de vidrio para su examen microscópico y manifestó entonces, explica el informe, «reacciones defensivas bastante fuertes», proyectando contra la lámina una red de tentáculos en un aparente esfuerzo para liberarse. «Experiencias posteriores demostraron que el organismo fue capaz de soportar presiones de 350 gramos», afirman los autores de las pruebas de laboratorio.
« … Inicialmente observada la preparación presentaba diversas coloraciones: el cuerpo central era amarillo, color de huevo, mientras los tentaculos ostentaban un color rojo bastante intenso. Con el tiempo se observó una nítida alteración de los colores, desapareciendo los contrastes para dar lugar a un tono amarillo castaño, que se fue haciendo cada vez más oscuro.»
«Los tentaculos son formados de filamentos paralelos, unidos entre ellos por una sustancia gelatinosa. Cada filamento o hebra es transparente, dejando ver en su interior corpúsculos cuyo número fue aumentando con el tiempo ( … ), estos filamentos proyectados con fuerza sobre la lámina de vidrio, dibujaron en ella una línea de contacto perfectamente definida donde parecen emerger ciertas formaciones culturales (…); en medio del cuerpo central se ve una abertura en forma de boca, alrededor de la cual se observan finísimos dibujos, correspondientes, tal vez, a pliegues o fisuras existentes en la sustancia que lo compone ( …).
Pueden verse también manchas oscuras y redondas que dibujan una forma pentagonal que se hizo cada vez más regular.»
«Las observaciones fueron hechas durante cerca de dos años, al final de los cuales los tentáculos, y luego el cuerpo central, se fueron desintegrando, deshilachándose progresivamente.»