La enfermera que veía el espíritu de los fallecidos.

La enfermera que veía el espíritu de los fallecidos.


“Ellos siempre estaban ahí”, declara Sally Cudmore para periódicos británicos como “The Mirror”. Esta mujer de 43 años habla de sus experiencias como quien a pesar de acostumbrado a este tipo de fenómenos, nunca puede terminar de asumir su particularidad: es decir, su don para ver cosas que otros no percibimos. En este caso, la presencia de personas que ya no están en el mundo de los vivos.
Suele decirse que quien trabaja en el ámbito sanitario, en hospitales, clínicas, residencias de ancianos y más aún, en esas salasde cuidados paliativos donde la muerte es algo casi cotidiano, es habitual ver cosas inexplicables. Cosas que médicos y enfermeras guardan para ellos mismos, y que no siempre es fácil revelar, e incluso aceptar.
El caso de Sally Cudmore es realmente especial y por ello hemos querido hacerle un hueco en nuestro espacio. Estamos seguros de que su testimonio, te va a inquietar un poco…
Sally tiene 3 hijos y es madre soltera. Obtuvo su titulación en enfermería no hace mucho y estaba muy ilusionada por empezar su trabajo, ése por el cual tanto había luchado. Según ella, la muerte es algo que nunca le ha dado miedo, no obstante, lo vivido en esos primeros meses en un hospital de Londres como enfermera aprendiz la puso, de pronto, entre la espada y la pared. Lo que vivió era algo para lo cual nadie la había preparado.
Sally estaba en el área de cuidados intensivos, ahí donde la muerte es casi algo cercano, ahí donde los profesionales reciben una buena instrucción para saber tratar a pacientes y familiares en caso de que las cosas no avancen bien. Lo curioso, lo que nadie podía entender, era cómo Sally Cudmore sabía casi al instante cuáles de aquellos pacientes iban a morir en poco tiempo. En un principio ella misma no entendía por qué veía alrededor de algunos enfermos una especie de aura de un color que solía oscilar entre el rojo y el negro.
Más tarde se dio cuenta de que esas personas eran las que terminaban falleciendo. Hubo momentos incluso que veía a médicos y familiares alegrarse por la mejoría de algunos pacientes, pero Sally tenía muy claro que esa pequeña recuperación era solo momentánea, como una especie de inyección de energía que permitía a algunas personas poder despedirse de los suyos.
Según Sally, lo que peor llevaba era el tema de los niños. Saber que una criatura no iba a recuperarse era algo que no podía sobrellevar, y esa, fue una de las razones por la cual se dio cuenta de que no podía seguir con ese trabajo. La segunda era por el hecho casi aterrador de tener que ver “a esas presencias”, según ella misma explica cada día veía a personas, a sombras de fallecidos rondar por las habitaciones, intentando sobre todo contactar con los suyos.
Si bien explica la propia Sally, en más de una ocasión llegó a trasmitir algún mensaje, palabrasque ofrecieron confort y tranquilidad a ambas partes, pero a pesar de ello, a pesar de encontrar algo positivo en su facultad, el trabajo en un hospital teniendo ese don era algo insufrible. No podía con la carga de saber quién iba a morir y quien no, ni tampoco era agradable tenerque ver a personas fallecidas mientras intentaba llevar a cabo su trabajo.Así que lo dejó.
Puede que te preguntes de qué vive ahora Sally Cudmore, y como logra mantener a su familia. La razón por la cual es entrevistada por numerosos periódicos británicos de linea algo más sensacionalista, todo hay que decirlo, es porque colabora con la policía. Se le da bien encontrar personas y, además, ahora mismo está ahondando más en sus capacidades para ofrecer ayuda a todo aquel que se lo pida. Pero siempre “en situaciones controladas”. Los escenarios como los hospitales, pueden llegar a ser algo caóticos para personas como Sally