“La teoría de un Sol termonuclear es falsa” Stephen Smith.

¿Cómo produce el Sol el calor y la luz suficiente para sostener la vida en nuestro planeta a una distancia media de 149.476.000 kilómetros? Aparentemente no es una piedra caliente, entonces, ¿qué es?
Un diagrama mostrando la extensión exterior de la heliosfera, la nube de Oort y afuera de Alpha Centauri en una escala logarítmica de un millón de UA.
[1] (NASA, 1999). En Wikipedia.
Según el análisis espectrográfico, el Sol está compuesto principalmente de hidrógeno (71%) y de un 27% de helio, el resto se piensa que pequeños porcentajes de oxígeno, nitrógeno, azufre, carbono y otros seis elementos. Todos estos elementos existentes en la Tierra se pueden ver en un espectrograma del Sol y los 12 constituyen el 99,9% de su masa.
El Sol tiene 1.390.000 kilómetros de diámetro, con una masa aproximada de 1,98 x 10^30 kilogramos, aunque esta cifra es especulativa. La temperatura medida en su superficie es de 5.575 ºC y los heliofísicos convencionales estiman que en su núcleo puede llegar a 15.600.000 ºC. Tal como sugieren los modelos estándar, el Sol debe generar una presión de radiación hacia el exterior y la gravedad debe comprimirlo en una bola relativamente pequeña. Esta teoría afirma que debe existir una fuente de energía en el interior del Sol que actúa como una fuerza contraria a la contracción gravitacional.
La teoría de un Sol termonuclear se asumió porque así aparecía en la obra clásica de Sir Arthur Eddington, “La Constitución interna de las estrellas”, donde se afirmaba que sólo la fusión nuclear podría producir la suficiente energía radiante para evitar que el Sol se colapse “por su propio peso”. Dado que los procesos por los que los científicos describen esas reacciones de fusión no fueron modeladas matemáticamente hasta años después de la teoría de Eddington, era más una declaración de fe en aquel momento, que el resultado de una investigación experimental.
Supuestamente, cuando el Sol se fue condensando, desde esa nebulosa que fue su infancia, los gases se fueron comprimiendo por la acción de la gravedad, sin perder mucho calor al espacio, de manera que el núcleo pudo alcanzar una temperatura superior a 10 millones de grados centígrados. A esa temperatura, se cree que los átomos de hidrógeno se descomponen en protones y electrones individuales, dejando a los protones libres y chocando unos con otros. Son estas colisiones iniciales de protones, según dicen, el primer paso de una reacción llamada cadena protón-protón (p-p) .
Siguiendo esta teoría, cuando los protones chocan a esas altas temperaturas, se mueven lo bastante rápido como para fundirse en otras partículas como el deuterio, un positrón y un neutrino. El deuterio es una combinación de protón-neutrón, mientras que un positrón es un electrón cargado positivamente. Los neutrinos son similares a los electrones, salvo que no llevan carga eléctrica y prácticamente no tienen masa. Son neutrales, no se ven afectados por las fuerzas electromagnéticas que afectan a los electrones.
La segunda etapa de la reacción p-p es la formación de un núcleo de helio-3, cuando el deuterio captura otro protón, mientras que, simultáneamente, emite un rayo gamma. El resultado final de la reacción es un núcleo de helio-4 y dos neutrinos, aunque realmente puede seguir diferentes trayectorias de reacción.
En realidad, como señala el teórico del Universo Eléctrico, Wal Thornhill, las estrellas residen dentro de las vainas de plasma, quizá tan grandes como un día-luz de extensión. Conforman las fronteras entre la influencia eléctrica de las estrellas y de las corrientes que fluyen a través de la galaxia.
La vaina de plasma del Sol o ‘heliosfera’, se extiende unas 100 veces más lejos que la distancia de la Tierra al Sol. Para dar una idea de la inmensidad de la heliosfera, todas las estrellas de la Vía Láctea podrían caber dentro de la esfera orbital de Plutón. Pues la heliosfera del Sol podría abarcar en su seno las estrellas de 8 Vías Lácteas … Está claro que, partiendo del comportamiento de su relativamente fría fotosfera, el Sol es un ánodo, o un electrodo con carga positiva, de una descarga galáctica.
Como describe el profesor retirado, Donald Scott, el Sol está controlado electrónicamente mediante un efecto tipo transistor. Esto explica varios fenómenos que no se incluyen en la teoría termonuclear:
¿Por qué aparecen puntos coronales en la corona inferior, por encima de las manchas solares?¿Por qué cambia de forma la corona desde tiempos de actividad a los de quietud del Sol?La velocidad de flujo del viento solar depende de que el voltaje (energía) aumente del interior del Sol hasta los mechones fotosféricos.La velocidad inicial (y temperatura) de los iones del viento solar dependen de la caída de voltaje (energía) de los mechones a la corona inferior.Esa acción de transistor puede cortar el flujo del viento solar.
Las estrellas reciben su poder desde fuera, no de dentro. Cualesquiera reacciones nucleares tienen lugar en la superficie del Sol, no en su núcleo. El viento solar es una corriente eléctrica que conecta el Sol con su familia de planetas y con su clan galáctico; así que esa teoría de la fusión de hace 90 años, que pretende explicar el horno solar debe ser reexaminada.