El origen de los elementos

Las estrellas son fábricas de elementos químicos, y por tanto, son las creadoras del primer elemento químico del universo: el hidrógeno.
El hidrógeno (H) es el elemento más abundante en el universo. A partir de él, han surgido el resto de elementos químicos. El siguiente elemento en crearse después del hidrógeno es el helio. Cada segundo, el Sol está produciendo 695 millones de toneladas de helio a partir del hidrógeno. Estrellas mayores que el Sol producen carbono, silicio, aluminio o hierro, y el resto de elementos químicos más pesados que el hierro se origina en las explosiones de las supernovas.
El carbono de nuestra piel o el calcio de nuestros huesos fueron fabricados en ciertos núcleos de antiguas estrellas. Hay personas que dicen que somos “polvos de estrellas”, pero en realidad no es así, ya que toda la materia que nos rodea está hecha con elementos sintetizados en las estrellas.
Como ya sabemos, el hidrógeno fue el primer elemento químico en el universo, que es el más abundante y que a partir de él han surgido los demás elementos químicos. Los núcleos de hidrógeno que  contienen un protón, que es una partícula con carga positiva. Como las cargas del mismo signo se repelen, los núcleos se mantienen lejos de unos de otros.
En la fusión del hidrógeno, dos protones deben acercarse lo suficiente para que la interacción nuclear fuerte pueda superar su repulsión eléctrica mutua y obtener la posterior liberación de energía.

El origen de los elementos


En la naturaleza ocurre fusión nuclear en las estrellas, incluido el Sol. En su interior las temperaturas son cercanas a 15 millones de grados Celsius  que los núcleos de hidrogeno se mueven a velocidades del orden de 1000 km/s.
A estas velocidades se producen algunos choques que logran vencer a la repulsión eléctrica de las cargas: los núcleos se fusionan, y constituyen otros nuevos. Así, sumando núcleos, se forma, uno tras otro, los elementos químicos.