España podría haber sido la sede del ejército secreto de los nazis

Un documento de 321 páginas, descubierto por un grupo de historiadores en Alemania, confirma que años después de la Segunda Guerra Mundial los vencedores quisieron crear un ejército formado por antiguos nazis que tuviera representantes en varios países del continente. Según se acaba de descubrir en estos escritos, España podría haber sido la sede central de la red secreta.

El historiador alemán Agilolf Kesselring formaba parte de una comisión independiente que estaba reconstruyendo el pasado del ejército alemán en los archivos secretos del Servicio de Inteligencia de Alemania (BND). La investigación deparó algo inesperado: un pliego de 321 páginas con el título “Versicherung” (en español, “seguros”) en el que se relataba la creación en 1949 de un grupo paramilitar formado por antiguos nazis y que tenía el objetivo de convertirse en una fuerza de choque secreta contra una posible invasión comunista en la Europa occidental.

Es una de las revelaciones del monográfico Nazis, la conexión con España de Historia de Iberia Vieja que ya está en los quioscos.

El proyecto estaba liderado por un veterano coronel nazi llamado Albert Schnez, que contaba con la connivencia de las autoridades de la época. Schnez, después de haber servido en el ejército nazi como coronel, se dedicó al mundo de los negocios en la región de Swabia, situada al sur de Alemania, gracias a lo cual logró establecer una serie de relaciones que le permitieron obtener financiación para la misión cuyos entresijos se acaban de revelar. En los documentos –sobre los cuales aún se desconoce gran parte de su contenido– no hay evidencias de que el proyecto fuera encargado por las autoridades de la época, pese a que el militar retirado mantenía contactos fluidos con algunos dirigentes importantes.

SUIZA Y ESPAÑA, POSIBLES SEDES
Según las informaciones de las que disponeHistoria de Iberia Vieja, el expediente, de 321 páginas, estaba asociado con la amalgama de informaciones que existen sobre la creación en Europa de un ejército paralelo y secreto que tenía la misión de frenar a los rusos y a las tendencias comunistas en el continente. Los documentos que acaban de aparecer son la prueba definitiva de que esas sospechas no eran infundadas.

En este mismo monográfico publicamos un amplio reportaje sobre la figura de Otto Skorzeny, un héroe nazi que encontró refugio en España tras la contienda bélica y que desarrolló en nuestro país –hasta su muerte en Madrid en 1975– diferentes misiones encargadas por el gobierno español.

Uno de los objetivos de Skorzeny era utilizar España como base para la Legión Carlos V, un ejército paralelo formado por antiguos nazis con esa misma misión.

El autor de ese reportaje, también del libroEspías de Hitler (Luciérnaga, 2016), reaccionaba así tras el descubrimiento de estos documentos: “Confirman que existía una conspiración para crear un ejército de antiguos oficiales de la Wehrmacht ante el hipotético ataque por parte de la URSS.” Los documentos que han aparecido en los archivos del BND mencionan la existencia de numerosos contactos entre el responsable –¿ideólogo?– del ejército paralelo, Albert Schnez, con el citado Otto Skorzeny. Ambos se reunieron en Suabia en 1951 y acordaron cooperar, pero como señala el semanario alemánDer Spiegel “se desconoce si los contactos entre ambos finalizaron en un acuerdo”. Según se deduce de los archivos localizados por Kesselring, los responsables del proyecto intentaron que el ejército paralelo –para el que se reclutó a 2.000 antiguos nazis, aunque el objetivo era alcanzar los 40.000 miembros– instalara su sede clandestina en Suiza, pero las autoridades de aquel país no parecieron dispuestas a arriesgarse, algo que no parecía ocurrir en España, en donde se llevaron a cabo los contactos necesarios para utilizar la infraestructura norteamericana en el país y utilizar nuestro territorio como sede para el grupo y sus posibles acciones.

 

Un documento de 321 páginas, descubierto por un grupo de historiadores en Alemania, confirma que años después de la Segunda Guerra Mundial los vencedores quisieron crear un ejército formado por antiguos nazis que tuviera representantes en varios países del continente. Según se acaba de descubrir en estos escritos, España podría haber sido la sede central de la red secreta.

España podría haber sido la sede del ejército secreto de los nazis

El historiador alemán Agilolf Kesselring formaba parte de una comisión independiente que estaba reconstruyendo el pasado del ejército alemán en los archivos secretos del Servicio de Inteligencia de Alemania (BND). La investigación deparó algo inesperado: un pliego de 321 páginas con el título “Versicherung” (en español, “seguros”) en el que se relataba la creación en 1949 de un grupo paramilitar formado por antiguos nazis y que tenía el objetivo de convertirse en una fuerza de choque secreta contra una posible invasión comunista en la Europa occidental.

El proyecto estaba liderado por un veterano coronel nazi llamado Albert Schnez, que contaba con la connivencia de las autoridades de la época. Schnez, después de haber servido en el ejército nazi como coronel, se dedicó al mundo de los negocios en la región de Swabia, situada al sur de Alemania, gracias a lo cual logró establecer una serie de relaciones que le permitieron obtener financiación para la misión cuyos entresijos se acaban de revelar. En los documentos –sobre los cuales aún se desconoce gran parte de su contenido– no hay evidencias de que el proyecto fuera encargado por las autoridades de la época, pese a que el militar retirado mantenía contactos fluidos con algunos dirigentes importantes.

SUIZA Y ESPAÑA, POSIBLES SEDES
Según las informaciones de las que dispone Historia de Iberia Vieja, el expediente, de 321 páginas, estaba asociado con la amalgama de informaciones que existen sobre la creación en Europa de un ejército paralelo y secreto que tenía la misión de frenar a los rusos y a las tendencias comunistas en el continente. Los documentos que acaban de aparecer son la prueba definitiva de que esas sospechas no eran infundadas.

En este mismo monográfico publicamos un amplio reportaje sobre la figura de Otto Skorzeny, un héroe nazi que encontró refugio en España tras la contienda bélica y que desarrolló en nuestro país –hasta su muerte en Madrid en 1975– diferentes misiones encargadas por el gobierno español.

Uno de los objetivos de Skorzeny era utilizar España como base para la Legión Carlos V, un ejército paralelo formado por antiguos nazis con esa misma misión.

El autor de ese reportaje, también del libro Espías de Hitler (Luciérnaga, 2016), reaccionaba así tras el descubrimiento de estos documentos: “Confirman que existía una conspiración para crear un ejército de antiguos oficiales de la Wehrmacht ante el hipotético ataque por parte de la URSS.” Los documentos que han aparecido en los archivos del BND mencionan la existencia de numerosos contactos entre el responsable –¿ideólogo?– del ejército paralelo, Albert Schnez, con el citado Otto Skorzeny. Ambos se reunieron en Suabia en 1951 y acordaron cooperar, pero como señala el semanario alemánDer Spiegel “se desconoce si los contactos entre ambos finalizaron en un acuerdo”. Según se deduce de los archivos localizados por Kesselring, los responsables del proyecto intentaron que el ejército paralelo –para el que se reclutó a 2.000 antiguos nazis, aunque el objetivo era alcanzar los 40.000 miembros– instalara su sede clandestina en Suiza, pero las autoridades de aquel país no parecieron dispuestas a arriesgarse, algo que no parecía ocurrir en España, en donde se llevaron a cabo los contactos necesarios para utilizar la infraestructura norteamericana en el país y utilizar nuestro territorio como sede para el grupo y sus posibles acciones.