Colonizar Júpiter podría ser más fácil que Marte

El periodista y fundador del portal especializado en astronomía Universe Today, Fraser Cain, ha afirmado que colonizar el planeta más grande de nuestro sistema solar, Júpiter, podría ser más fácil que Marte o Venus. 
"Colonizar Júpiter podría ser más fácil que Marte"

Los astrónomos opinan que por debajo de las cuatrillones de toneladas de hidrógeno y gas que componen la superficie de Júpiter en realidad hay un núcleo rocoso, escribe Cain en su artículo para Universe Today. La masa del núcleo es todavía un misterio, pero las recientes simulaciones por ordenador la estiman entre 7 y 45 veces la masa de la Tierra, con un montón de hielo y otros elementos químicos que puede necesitar un planeta para ser parecido a la Tierra.
Además, este núcleo puede contener constituyentes similares a los de la estructura interna de la Tierra. Esto significa que el núcleo central del gigante es de hierro y níquel rodeado por una capa del metal líquido que por su parte está rodeada de roca. El problema es que primeramente hay que despojar el hielo, hidrógeno y helio, que representan el 95% de la masa del planeta, para llegar hasta la zona potencialmente habitable, algo que, según los astrónomos, es casi imposible.
El periodista, por su parte, afirma que una de las opciones podría ser la fusión del hidrógeno solar, tecnología que, según Cain, estará disponible dentro de unos 30 años. Una de las herramientas en este proceso podría ser un reactor de fusión que expulsaría el hidrógeno hacia el espacio.
Otra variante que presenta Cain en su artículo, por su parte, parece menos real, pero, por otro lado, según él, es mucho más efectiva. El periodista relata una idea increíble creada por el escritor, psicólogo y matemático estadounidense, Larry Niven, y expuesta en su libro ‘A World Out of Time’ (‘Un mundo fuera del tiempo’). Se trata de una vela de fusión que permite desplazar los gigantes gaseosos de sus orbitas. Así, Cain, inspirado por esta teoría fantástica, señala que en vez de tratar de cambiar la composición del planeta, “podríamos ’empujarlo’ más cerca del Sol, donde se calentaría y se convertiría habitable” por sí mismo.