Legendarias Piedras Verdes

Aquí los dejo con un par de Leyendas Americanas acerca de Piedras o Cristales Verdes legadas por los Dioses:
LA HUÍDA DE NAYMLAP
Esto lo encontramos en el libro «Al Principio de los Tiempos», de Zecharia Sitchin:

Legendarias Piedras Verdes
Más al sur, allá donde el Océano Pacífico acaricia las costas de Sudamérica, los «mitos» andinos no recogen migraciones antediluvianas, pero tienen conocimiento del Diluvio y afirman que los dioses, presentes ya en aquellas tierras, fueron los que ayudaron a repoblar el continente a los pocos supervivientes que quedaron en las altas cimas de las montañas. Estas leyendas hablan, con toda claridad, de nuevos desembarcos con posterioridad al Diluvio; el primero, o a menos el más memorable de todos ellos, fue el que dirigiera un líder llamado Naymlap. Éste dirigió a su pueblo a través del Pacífico en una flota de barcos construidos con madera de balsa, guiado por un «ídolo», una piedra verde a través del cual el Gran Dios impartía instrucciones, tanto de navegación como de otros tipos. El desembarco se produjo en el punto en donde el continente sudamericano se introduce más en el Océano Pacífico, en lo que ahora llamamos Cabo Santa Helena, en Ecuador. Tras el desembarco, el Gran Dios (hablando aún a través de la piedra verde) instruyó al pueblo en la agricultura, la construcción de viviendas y diversas artesanías.
[…] Según la leyenda, Naymlap y su gente estaban bien familiarizados con el calendario, y daban culto a un panteón de doce dioses. Se adentraron en el continente, hasta donde se encuentra en la actualidad Quito, la capital de Ecuador, y allí construyeron dos templos, uno frente al otro: uno dedicado al Sol y el otro a la Luna».

LA ESMERALDA DE VOTÁN
Y esto dice Vicente Escorza en su libro «El Lenguaje Universal que nos legaron los Extraterrestres» (las palabras entre corchetes fueron añadidas por nosotros para mejorar la comprensión):

Legendarias Piedras VerdesA tierras del Sureste [de México] llegó un hombre blanco llamado[Pacal] Votán, como el dios germano[Wotan]. éste «dios» decía venir de un lugar llamado Valum Votán. Después de civilizar a los indios, subió al cielo para conferenciar con los «hombres serpientes», sus compañeros. A estos dioses les decía hombres-serpientes porque viajaban en el cielo, en unas «serpientes de metal». Votán, a su regreso, formó un imperio que se extendió desde Chiapas hasta Nicaragua y Honduras.
Fundó las ciudades de Nahcán, Palenque y Copantli o Copán. Votán enseñó a los indios que existían vastos subterráneos habitados por los «hombres-serpientes». En una cueva de Achiutla dejó una esmeralda, grande como un puño, en la que grabó una serpiente y en el vértice una nave voladora. Los indios adoraron la esmeralda llamándola Corazón del Cielo.Cuando llegaron los españoles, un estúpido fraile la destruyó a martillazos, para acabar con ese «objeto diabólico».

LA PIEDRA DE TLATELOLCO
Por su parte, Fray Juan de Torquemada, en su obra «Monarquía Indiana», hace referencia a la fundación de las ciudades de Tenochtitlán y Tlatelolco (actualmente, dentro de la actual Ciudad de México):

Legendarias Piedras Verdes
«El Dios Tribal Huitzilopochtli deja entre los Mexicas dos envoltorios sagrados (Tlaquimilolli), y al abrir el primero en su interior encuentran una hermosa piedra verde. De inmediato, surge pelea por su posesión, lo que provoca una división en dos bandos. Huitzilopochtli les dice que no comprendía el porque de la disputa, ya que aún no abrían el segundo envoltorio. Proceden a abrirlo y en su interior encuentran dos palillos, por lo que vuelve la controversia por la piedra verde. Aparece Huitzilopochtli y ordena a una mitad de los Mexicas quedarse con la piedra verde y que fueran a fundar Tlatelolco, en tanto que a la otro mitad le ordenó quedarse con los palillos y se fueran a fundar Tenochtitlán, ubicando que con los palillos se hacía el fuego nuevo».

Esta piedra era también conocida como el Chalchiutl, la Piedra Verde del Corazón