Bwachyod: duendes celtas del hogar

Bwachyod: los duendes celtas del hogar.

Los Bwachyod son muy similares a otracriatura clásica de la mitología celta: losBrownies.

Al igual que los Brownies, los Bwachyodrealizan todo tipo de actividades domésticas: lavan, planchan, tejen, etc. Sólo piden a cambio un plato caliente de avena al finalizar la jornada.

Lo que los distingue a los Bwachyod de otrosseres mágicos del hogar es su carácter volátil y susceptible.

No se sabe a ciencia cierta qué cosas los irritan, pero sí cuales son las consecuencias de sus estallidos de furia.

Cuando el Bwachyod se siente insultado arroja todo tipo de objetos, con una puntería idénticamente proporcional a su ira. Esta tendencia a arrojar y mover objetos los ha colocado como la versión celta de los duendes causantes de los fenómenos de tipo poltergeist.

En estos casos la atmósfera del hogar se vuelve irrespirable. Un hedor insoportable flota entre las habitaciones como una nube pestilente. El Bwachyod se esconde, de hecho, jamás se deja ver cuando está enojado. A menudo se oculta en los rincones de la casa y desde allí arroja precisos proyectiles sobre los ocupantes.

Según las leyendas, lo peor que se puede hacer frente a un Bwachyod enfurecido es pedirle disculpas.

Las palabras, aunque sean honestas y sentidas, sólo logran enfurecerlo aún más.

La única manera de aplacar la ira delBwachyod es vestir de prolijo negro y aguardar. Al parecer, el Bwachyod aborrece la vestimenta de los sacerdotes, a quienes teme y respeta en igual proporción.

Con el correr de las horas el volumen de los proyectiles irá disminuyendo paulatinamente, hasta que por fin las cosas se tornen prosaicamente cotidianas y alegres, salvo que contar con la presencia de un duende en la casa nos parezca un asunto embarazoso

Bwachyod: los duendes celtas del hogar.

Los Bwachyod son muy similares a otra criatura clásica de la mitología celta: los Brownies.

Al igual que los Brownies, los Bwachyod realizan todo tipo de actividades domésticas: lavan, planchan, tejen, etc. Sólo piden a cambio un plato caliente de avena al finalizar la jornada.

Lo que los distingue a los Bwachyod de otros seres mágicos del hogar es su carácter volátil y susceptible.

No se sabe a ciencia cierta qué cosas los irritan, pero sí cuales son las consecuencias de sus estallidos de furia.

Bwachyod: duendes celtas del hogar

Cuando el Bwachyod se siente insultado arroja todo tipo de objetos, con una puntería idénticamente proporcional a su ira. Esta tendencia a arrojar y mover objetos los ha colocado como la versión celta de los duendes causantes de los fenómenos de tipo poltergeist.

En estos casos la atmósfera del hogar se vuelve irrespirable. Un hedor insoportable flota entre las habitaciones como una nube pestilente. El Bwachyod se esconde, de hecho, jamás se deja ver cuando está enojado. A menudo se oculta en los rincones de la casa y desde allí arroja precisos proyectiles sobre los ocupantes.

Según las leyendas, lo peor que se puede hacer frente a un Bwachyod enfurecido es pedirle disculpas.

Las palabras, aunque sean honestas y sentidas, sólo logran enfurecerlo aún más.

La única manera de aplacar la ira del Bwachyod es vestir de prolijo negro y aguardar. Al parecer, el Bwachyod aborrece la vestimenta de los sacerdotes, a quienes teme y respeta en igual proporción.

Con el correr de las horas el volumen de los proyectiles irá disminuyendo paulatinamente, hasta que por fin las cosas se tornen prosaicamente cotidianas y alegres, salvo que contar con la presencia de un duende en la casa nos parezca un asunto embarazoso