‘Informe #Mitrokhin’: cómo Occidente orquestó un panfleto demonizador contra #Rusia y la #URSS

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​‘Informe Mitrokhin’: cómo Occidente orquestó un panfleto demonizador contra Rusia y la URSS

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Según Falsimedia el Archivo Mitrokhin (también llamado Mitrojin) es una recopilación de notas escritas a mano realizadas durante largos años por Vasily Mitrokhin ex espía del KGB que se fugó (en el período post-soviético, concretamente en 1992) al Reino Unido. De acuerdo con el Servicio de Inteligencia exterior de la Gran Bretaña (el MI6) y su historiador oficial,Christopher Andrew, este es un archivo histórico que detalla diversas operaciones de inteligencia (a nivel mundial) llevadas a cabo por el Comité de Seguridad del Estado (KGB) de la antigua URSS durante la Guerra Fria. Mitrokhin dicen que compiló su material durante un prolongado período de 30 años, mientras era archivista para el servicio de inteligencia extranjera y el Primer Directorio del KGB.

Treinta años esperando a fugarse para contar…fábulas sobre la guerra fría y sobre “el imperio del mal”. Sobre este archivo o notas de manual la historiografía occidental ha remarcado el carácter malvado del socialismo soviético a través, fundamentalmente, de su servicio de espionaje (KGB), a pesar de que la “guerra fría (anticomunista)” había finalizado “oficialmente” varios años atrás de conocerse los “documentos” publicados por Mitrokhin y Andrew. No obstante, esos mismos que han publicitado (poco, la verdad, dada la escasa veracidad de los documentos) la fritanga de Mitrokhin, han guardado escrupuloso silencio respecto del documentado libro La CIA contra la URSS, de Nikolai Yakovlev.

Lo que llama poderosamente la atención al leer la charada anglo-rusa de los “Archivos Mitrokhin” son dos cosas: 1º) La presunta prueba de cargo contra la URSS y la KGB es que el archivo del ex espía Mitrokhin está basado en una serie de notas “compiladas a mano” para probar las “oscuras y sucias” maniobras del espionaje soviético en el exterior. Anotaciones que, dicen, “don Basilio el compilador” anotó con su bolígrafo bic y guardó, posteriormente, en unas cuantas maletas mugrientas depositadas en los sótanos de su dacha moscovita a lo largo de tres décadas. Ahí es nada. Y, en 2º lugar, un hecho más sorprendente aún es que la certificación de la validez de lo aportado por Mitrokhin no la hicieron acreditados y solventes historiadores independientes, sino que fue el MI6, el servicio del espionaje británico en el exterior, es decir, el hermano siamés de la CIA para las falsas banderas y otros actos terroristas, el que dio publicidad al tenderete Mitrokhin a través de su empleado-propagandista Christopher Andrew .

La verdad, no era difícil ponerse a la tarea de desmontar esta colección de lugares comunes de la guerra fría anticomunista, ya oídos con anterioridad y escritos en los diversos libelos fabricados para las agencias de espionaje occidental. El informe, o archivos Mitrokhin, se plasmó en un libro escrito en 1999 (The Sword and the Shield), hecho al alimón por el ya mencionado ex espía del KGB Vasily Mitrokhin y el publicista del MI6, Christopher Andrew. El tránsfuga ruso, antes de que los británicos dieran bola a su tebeo por entregas, primero dicen que se intentó vender a EEUU, aunque la versión para el club de la comedia es que había demasiada cola en la sede-embajada de la CIA en Lituania y Mitrokhin se cansó de esperar…, tan paciente él para escribir a mano durante treinta años su impostada “fobia” antisoviética. Así que el “traidor” se fue a implorar a los servicios secretos de la Gran Bretaña, a través de su sede en Estonia (otra República ex nazi), quien se hizo cargo, gustosamente, con los derechos de explotación del libelo que le cedió la CIA. Lo más probable y razonable de toda la fábula Mitrokhin es que el otro hacedor del libro, el del MI6, Christopher Andrew, es el que se ha inventado todo el tinglado (según algunos expertos), en coordinación con el Departamento de contrapropaganda del espionaje británico y el defenestrado Mitrokhin como una fachada que pareciese “creíble”.

El hecho de que la coautoría del libro esté redactada por un escribano oficial de un servicio de espionaje anticomunista, como el MI6, ya lo descalificaba de plano. Era como solicitar a la CIA que escribiese un libro en contra suya acerca de sus incontables crímenes y golpes de Estado ejecutados a lo largo y ancho del mundo en los últimos setenta años. Hay que recordar el arreón que le metieron los Cinco de Cambridge (en particular, el gran Kim Philby) a la asquerosa monarquía sabandijera-borrachuza del Reino Unido y su pútrido servicio de inteligencia, dejando en cueros, tocado y semihundido al espionaje inglés (aunque ahora resulta que, según el Archivo Mitrokhin, los espías “traidores” ingleses eran los borrachos; otra maniobra difamatoria de las cloacas inglesas). En la Albion, siempre han intentado resarcirse de aquel golpe mortal con chistes sobre propaganda anticomunista. Sobre todo cuando el comunismo ya había desaparecido de Europa, pero seguía sirviendo como arma propagandística para la OTAN.

Jack Straw, el que era entonces (cuando la “aparición” de los Archivos del ruso) Ministro del Interior del Reino Unido no tuvo más remedio que reconocer queComo no había documentos originales del KGB ni [foto]copias de los mismos, el material en sí mismo no tenía el valor de una evidencia [o prueba] directa. Eso sí, el “archivo” era una “gema” porque servía para la propaganda occidental en contra de la nueva Rusia que andaba sumergida en el caos y sin identidad, a ver si el alcohólico Yeltsin les echaba una mano para entregar su país a la OTAN y se producía un clima favorable hacia Occidente. Estábamos ante la versión Solzhenitsyn-Gulag 2.0. Pero sobre todo, el Informe Mitrohkin le venía de perlas a los de la Alianza Atlántica para contrarrestar el reciente escándalo de la Operación Gladio, es decir, el terrorismo que el MI6, la CIA, el SISMI italiano o el BND alemán habían perpetrado en Europa durante varias décadas y que había sido denunciado por el mismo Giulio Andreotti(presidente de Italia, miembro de Gladio y la mafia) unos años antes (1990) de que el cuentacuentos Mitrokhin se fugase al Reino Unido con sus “archivos secretos” y una saca repleta de libras.

Empecemos y terminemos por los desfalsificadores o simples críticos de las patrañas anti-URSS del MI5. Para John Archibald Getty, de la prestigiosa Universidad Central de Los Angeles (UCLA), en Berkeley, California (EEUU) el invento de Mitrokhin si bien le resulta“fascinante” se cuestionaba (con toda lógica) “cómo pudo (Mitrokhin) haber transcrito y “pirateado” miles de documentos del KGB, sin haber sido detectado, durante un prolongado período de 30 años. La superhábil KGB, infiltrada en medio mundo, no fue capaz de advertir que le habían estado birlando los “donuts” de la Lubianka durante tres décadas. Ya…

Pero la crítica más contundente y desfalsificadora sobre esta supuesta “joya” acerca de la KGB vino de Reginald Whitaker, profesor de Ciencias Políticas en Toronto (Canadá), que no creo que sea precisamente un estalinista confeso, quiendesmoronaba el fraude Mitrokhin (que es como habría que llamarlo con propiedad) de arriba abajo: El “Archivo Mitrokhin,señala Whitaker, dicen que provenía de una caja fuerte que estaba debajo del piso de una casa de campo rusa, pero con todas las trazas de.…haber sido montada por la misma comunidad de inteligencia británica y de su historiador escogido, Chris Andrew. La proveniencia de este archivo, dice Whitaker, en si misma, ya es objeto de controversia.

Además Whitaker señala que hay un numero de improbabilidades en todo este asunto, como es el hecho de que Mitrokhin tenía una falta en su expediente personal lo que le hubiera impedido ocupar el cargo de archivador del KGB. Además, la mano de la Inteligencia británica es evidente y Andrew claramente tiene una “relación especial” con el SIS (o MI6, la inteligencia exterior del Reino Unido). Es decir, pufo a la vista y campaña mediática orquestada contra el “demonio ruso” de la mano de un tipo más bien siniestro, rencoroso, fracasado, defenestrado en la inteligencia soviética, con pinta de beber más de la cuenta, arribista de última hora y de no estar en sus cabales.

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VASSILI MITROKHIN. FARSANTE COMPRADO A PRECIO DE ORO POR EL REINO HUNDIDO PARA DESPRESTIGIAR A RUSIA Y A LA URSS. FIEL RETRATO DE UN ALCOHÓLICO Y PERTURBADO MENTAL

Algunas de las “revelaciones” de Mitrokhin (alias MI6) sacadas a la luz oscilan entre el patetismo más ridículo y el delirio propagandístico. Así, según las notas del Archivo Mitrokhin, la KGB solía montar, entre otros, los siguientes “cirios” por el mundo (transcribo de la Wikipedia):

  • “Intercepción de comunicaciones del MI6 o del teléfono del genocida Kissinger” (normal, ¿no?…que los espías se dediquen a espiar, sino que coño son)
  • Promoción de teorías falsas acerca del asesinato de JFK” (no hace falta que el KGB difundiera teorías alternativas falsas (sic) sobre el asesinato de JFK, ya que la oficial simplemente era una basura y un atentado al sentido común para cualquier persona, sea o no comunista. Viendo la película deOliver Stone “JFK” ya se desmonta por sí misma la patraña oficial)
  • “Desacreditar a la CIA por medio de su ex espía Philip Agee” (no hacía falta la labor del ex espía Agee para desacreditarla, los crímenes masivos de la Agencia americana no tienen parangón en toda la historia del espionaje, -leer al activista Steve Kangas y su Memorial de atrocidades de la CIA-)
  • “Edgar Hoover, el que fue jefe del FBI durante veinte años, era homosexual” (esto ya es humor y del malo; pero lo de que Hoover era gay es algo que está confirmado hoy día ya que este perseguidor de homosexuales en su país se sabe que mantuvo relaciones con un ayudante suyo, Clyde Tolson, además de tener inclinaciones al travestismo)
  • “Creación del virus del SIDA en un laboratorio norteamericano” (una teoría nada descabellada, por cierto)
  • “Incitación al odio racial en los EEUU” (los negros morían a diario a balazo limpio sin realizar protestas o protestando pacíficamente, les discriminaban constantemente y la mayoría no sabían qué demonios era el comunismo -salvo Angela Davis y una decena más- y resulta que la URSS agitaba a los “afros”)
  • “Difundir la teoría conspirativa (sic) de que el gobierno estadounidense había estado implicado en el asesinato, del líder pacifista negro Martin Luther King” (algo que cualquiera con dos dedos de frente no debería poner en duda, a día de hoy, en 2016, sea o no “pro-soviético”).

Por otra parte, las alusiones que se hacen desde el archivo Mitrokhin al presidente chileno, el socialista moderado Salvador Allende, vinculándolo al KGB, son simplemente ridículas. No podía tratarse nada más que de una maniobra-cortina de humo fabricada por la inteligencia occidental para enmascarar la implicación total que EEUU y Europa (con sus servicios de espionaje, CIA, el alemán BND, y el británico MI6) tuvieron en el golpe de Estado de 1973 y que llevó a su hombre, el general Augusto Pinochet, al poder. Después, es conocido que los norteamericanos y europeos coordinaron con el dictador chileno la ejecución del Plan Cóndor-Gladio que posibilitó el exterminio de miles de opositores de izquierdas. Por tanto, esas alusiones a Allende contenidas en el informe ya pueden considerarse, de facto, basura propagandística.

Las “denuncias” anteriores contra los soviéticos, sin duda condimentadas por la CIA y su homólogo inglés MI6, más los habituales apoyos de la URSS a organizaciones marxistas, “terroristas” o regímenes anti-imperialistas, intentos de sabotaje, envenenamientos, infiltraciones, etc conforman el repertorio de MI6trokhin. Un rosario de operaciones del KGB, la mayor parte de ellas con el aroma de haber sido fabricadas en las cloacas de la inteligencia occidental y el resto son las habituales que haría la contrainteligencia de cualquier servicio de espionaje del mundo (inclusive relacionarse o apoyar a países amigos como Cuba o la Nicaragua sandinista), pero que aquí aparecen resaltadas como la encarnación de la perfidia soviética.

Las agencias de inteligencia aliadas de la OTAN evaluaron la aportación de Mitrokhin como “inmensa”, no faltaba más. Los “creadores” del adagio “afirmaciones extraordinarias requieren de pruebas extraordinarias” daban por buenos unos apuntes realizados a mano durante treinta arduos años por un espía que sólo tuvo la feliz idea de sacarlos a flote cuando huyó, por causas desconocidas (supongo que para hacerse rico él y su familia), a Occidente y después de acabada la guerra fría. Ni microfilmó nada, ni sacó documentos oficiales, ni fotocopias, ni nada de nada. Treinta años haciendo fatigosas anotaciones con una voluntad de hierro que ya hubieran querido para sí los espartanos y con una visión de futuro en la que adivinó la caida de la misma URSS. Eso sí, se le hizo un pelín larga..

Lo que no sacó MI6trokhin, ya es casualidad, de los archivos del KGB, fue los datos que poseía el espionaje ruso sobre las agencias de inteligencia occidentales acerca de su participación en multitud de actos terroristas y operaciones encubiertas para derrocar gobiernos democráticos, algo que se sabía, incluso, al otro lado del “telón de hojalata” (en el Oeste, para entendernos). Lo mismo se podría decir de los archivos de la Stasi que fueron robados apresuradamente por la CIA y el BND (y otros que fueron vendidos a precio de saldo por ex espías de la RDA al Oeste), tras la caída de la Alemania comunista, y que muy seguramente contenían información comprometedora para EEUU y la Europa de la OTAN, en particular, las tramas terroristas e involutivas que orquestaron durante años contra la RDA y otras operaciones contra los ciudadanos de Europa occidental, como fue la creación de la Red terrorista de Estado conocida como Gladio. Pero, como se sabe, la CIA sólo sacó a la luz las supuestas prácticas “ominosas” del servicio secreto germano oriental, por la cuenta que les traía.

En fin, que hasta en Italia la extrema derecha política, la de la Logia masónica P2 vinculada al terrorismo de Gladio (Forza Italia, del mafioso Berlusconi) se aventuró a sacar de la manga, a instancias de la CIA, una llamada Comisión Mitrokhin, en 2002, para “esclarecer”, entre otros casos, el atentado contra el Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro, ocurrido el año 1981. Estaban “buenos” los ultracorruptos, conspiradores y mafiosos políticos italianos como para enmierdar a los demás. Esa Comisión llegó a la conclusión de que, según los archivos del Mitrofán (perdón, Mitrokhin)…el KGB, Breznev, Stalin, Lenin, Rasputin, Gagarin, Erich Honecker y Beria estuvieron detrás del atentado al Papa (los siete últimos los he puesto yo en plan coña, se entiende). Así con dos bemoles…y eso que la Logia P2, la inteligencia italiana y la CIA dieron instrucciones precisas al ultraderechista turco Ali Agca (no podía estar financiado por el comunismo, por tanto) de lo que debía “decir”, cuando le visitaron en la cárcel. Hasta el propio Papa, tan reaccionario y anticomunista, no se creyó nunca el timo de la pista búlgara y menos que Agca fuera un sicario del KGB. De esto ya hablé en el último capítulosobre el libro de Paul L. Williams(Operación Gladio. Las relaciones impías entre la CIA, la mafia y el Vaticano) y quedó demostrado que fue, precisamente, esa entente (CIA-mafia-Vaticano) la que orquestó y ejecutó el plan para deshacerse del Papa polaco.

Algún bobo, pretendidamente ecuánime, ha dicho que Solo falta esperar que se desclasifiquen también los archivos de la CIA y del MI6 británico, y tendremos completo el menú de las operaciones de las grandes agencias de espionaje. Una falsa ilusión lanzada como cortina de humo sabiendo que las operaciones criminales a gran escala que conforman y han conformado el grueso de actuaciones de esas agencias no verán jamás la luz.