La leyenda japonesa de los 47 Ronin

La cultura japonesa, aunque no tan conocida ni afamada en Occidente, es una de las más prolíferas en mitos y leyendas. Entre ellas, La leyenda de los 47 Ronin ha destacado en su importancia y, también, por ser una de las historias que más rápido se convirtió en leyenda en Japón, ya que, según se cuenta, a tan solo una semana de acaecida, ya se representaba en los teatros.

Como es natural, aunque esta historia sucedió en la realidad, con el tiempo y, al volverse legendaria, se ha ido mitificando y agregándosele personajes y tramas que no necesariamente sucedieron como se narran en la actualidad. No obstante, en su esencia sigue representando adecuadamente lo que sucedió. Es esto, usualmente, lo que pasa con todas las leyendas y los mitos; que se van modificando con los años, creciendo, expandiéndose y cobrando nuevas significaciones, y es exactamente lo que ha pasado con los 47 Ronin, que se ha reproducido en diversas formas: poemas, cuentos, obras de teatro y, más actualmente, una película cuya primera proyección se espera próximamente en las pantallas de cine.

Como buenos amantes del país nipón, en está web ya hemos realizado una interesante recopilación de Curiosidades de Japón. En este caso, sin embargo, nos centramos en una apasionante leyenda como lo es la de los 47 Ronin. Te invitamos a conocerla con nosotros, a continuación, así como este itinerario sobre Qué ver en Japón por si tienes mente conocer este fascinante país. Y trataremos de responder a cuestiones como el porqué de su importancia, en qué consiste y por qué es una de las más conocidas del destino asiático.

Descubre la leyenda japonesa de los 47 Ronin

Los hechos de los cuales emergió la leyenda de los 47 Ronin son, relativamente, de data reciente: ocurrieron a principios del siglo XVIII, en el año 1703, de nuestro calendario. El 30 de enero de este año, según cuentan, en medio de una madrugada de nevada y ventisca, 47 samuráis sin amo penetraron en una mansión situada en el barrio de Edo, lo que actualmente se conoce como Tokio, que pertenecía al  caballero Kira Kozuke-no-Suke Yoshinaka. Allí, valiéndose de su propia valentía y la ventaja que les daba el elemento sorpresa, estos samuráis se enfrentaron a más de 200 enemigos con éxito, llegando incluso hasta el mismo Kira, al cual buscaban. Era una proporción de 1 contra 4, una batalla sorprendente que rápido se corrió por todo Japón y se volvió una leyenda que marcaría, incluso, la identidad cultural del país asiático. Los 47 Ronin, los fuertes, los grandes, habían cobrado una vieja venganza.

Los 47 Ronin: una historia de venganza

Los orígenes de los 47 Ronin se remontan hasta 1701, cuando Asano Takumi-no-Kami Naganori, quien sería conocido después como el señor de los 47 Ronin. Para entonces Kira Kozuke-no-Suke Yoshinaka era el maestro de ceremonias del palacio del shogun, y en ejercicio de sus funciones, injustamente, había provocado a Asano, obligándolo a sacar a relucir su katana, cuestión que estaba terminantemente prohibida dentro del noble palacio. Asano falló en su intento por asesinar a Kira y recuperar su honor, lo que le valió una condena a muerte, no solo por el intento, sino principalmente por haber deshonrado el palacio. Asano, a quien no le faltaba nobleza, acató la sentencia sin rechistar, y fue sometido a una dolorosa muerte que se reservaba para los samuráis o daimio (señor feudal). Asano estaba entre estos últimos.

Quien fuera esposa de Asano se vio en la obligación de exiliarse al Templo de Sengakuji, en Edo, mientras que su castillo y sus tierras fueron tomadas por el shogun, dejando a los samuráis, que llevaban décadas con la familia Asano, a su servicio,convertidos en ronin, es decir, samuráis sin amo: sin norte ni sur. 

Sin embargo, los 47 Ronin no dejarían las cosas hasta allí. Fue el caballero Oishi Kuranosuke, quien fuera en vida de Asano el consejero principal del castillo, quien reunió  en secreto a los samuráis más fieles del difunto Asano y su familia, y junto con ellos planificaron el ataque a la morada de Kira, bajo la consigna de hacer justicia. Después de todo, había sido Kira quien había provocado a Asano, y, al final, su amo había muerto mientras que Kira había sido exonerado por el consejo del shogun.

Pero no atacaron de inmediato: hubiese sido demasiado previsible. La primera tarea de los samuráis fue esperar, pacientemente, aguardando el momento preciso, cuando bajaran las aguas y no hubiese moros en la costa, todos en la esperanza de la espera, atentos, vigilantes y aparentemente entregados a sus nuevas vidas, en especial Oishi Kuranosuke, quien se entregó, en apariencia, a la bebida y las mujeres, de manera que no se pensara que planeaban un ataque. Una noche, los 47 Ronin atacaron.

Una historia de lealtad

Tras el ataque, los 46 Ronin se dirigieron a la tumba de su amo, llevando hasta allá la cabeza de Kira ante su amo, como una ofrenda liberadora, como la muestra de que su deuda con la familia Asano había sido pagada, y que el honor de su amo había sido restituido. Este hecho, el ataque, la venganza, la historia de lealtad a los suyos, la ofrenda al amo fallecido y, sobre todo, el compromiso con la memoria de su señor, inmediatamente se regó por todo el Japón, no solo como una gran leyenda, sino, sobre todo, como una historia que representa lo más profundo de la idiosincrasia japonesa, convirtiéndose así no solo en una historia más, sino en una gran leyenda, con todas sus letras, la leyenda de los 47 Ronin.

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