La leyenda judia del Golem de Praga

El Golem es un elemento de la mitología judía del medievo. Era un ser que había creado un arcano erudito judío. Con sus manos moldeó a una figura de barro gigante, que tenía forma humanoide. Con la ayuda de la chispa divina, le logró dar vida. Golem significa “tonto”, este ser era un torpe hombre de barro que no sabía hablar y que era algo parecido a los robots modernos actuales. Era empleado para realizar las tareas que se le ordenaban.

Pero el Golem hacía lo que le mandaban de forma muy literal. Tanto, que una vez, el sabio amo le mandó al río a sacar agua, y el Golem no paró hasta que inundó la ciudad. El Golem más conocido es el Golem de Praga, que está cubierto de varias leyendas enigmáticas. Esta es la leyenda de la que voy a hablar hoy:

En la ciudad de Praga había un poderoso rabino, de nombre Löw, que creó, como la leyenda original a un servidor de arcilla, el Golem de Praga. La vida se la procuró introduciéndole en la boca un trozo de pergamino que tenía un hechizo mágico con el nombre de Yahveh, el Dios de los judío. Este trozo es llamado Shem, es el elemento divino dador de vida. El Golem era un gigante de arcilla que trabajaba sin descanso. Barría el suelo, cargaba agua, y cortaba leña, entre otras numerosas órdenes fatigosas.

leyenda

El peculiar gigante no necesitaba comer, beber ni descansar. Aún así, cuando llegaba el viernes a la tarde, debía parar de trabajar, ya que comenzaba el sabat judío. Entonces el sabio le retiraba el Shem de la boca. El golem se quedaba paralizado como un maniquí hasta la finalización del sabbat, que es el día de descanso obligado para el pueblo judío. Tras ese día, su amo le introducía de nuevo el papel en la boca, para que volviera de nuevo a la vida.

misterio

Pero llegó un día en el que el sabio rabino, que estaba ocupado preparando una ceremonia del sabat en la Sinagoga Viejonueva, olvidó retirar el shem de la boca del Golem, un error fatal. Cuando comenzó la ceremonia del sabat, fueron muchos los que llegaron al templo alertando que algo terrible estaba ocurriendo en la casa de rabino. Cuando les preguntó qué era lo que estaba ocurriendo, los ciudadanos, que estaban atemorizados, le contaron que el Golem estaba destruyendo todo lo que tenía a su paso.

historia

El Golem estaba furioso, y nadie se atrevía a acercarse a él. El rabino meditó entonces un plan de acción. El Sabat casi había comenzado, entonces, cualquier acción sobre el gigante sería pecado. Pero visto de otra manera, él no había acabado de pronunciar el primer salmo del sabat, con lo que no había comenzado oficialmente. Entonces, apresuradamente, se dirigió hasta su casa para enfrentarse al Golem, varias calles antes de divisar su morada, ya escuchaba los destrozos del Golem, estaba creando un verdadero ruido tenebroso mientras golpeaba todo lo que se le presentaba.

sagrado

El rabino, Yehuda Löw fue el único en entrar en su morada, ya que todos los ciudadanos que le acompañaban estaban horrorizados por los ruidos que emitía la casa. El rabino contempló toda la casa destrozada, muchos platos rotos, mesas, sillas, arcas, y libros reventados por el suelo. En aquel momento el Golem se encontraba en el patio del rabino, donde tenía a sus animales, todos yacían muertos en el patio, numerosas gallinas, pollos perros y gatos, todos los animales que poseía el rabino murieron en manos del Golem.

hombre

Cuando el rabino contempló al Golem, el gigante arrancaba un árbol de las raíces como si nada. Löw se dirigió al Golem para frenarlo, lo miró fijamente durante unos instantes, con los brazos en alto, entonces tocó al Golem, que se estremeció. El Golem miró con sus horribles ojos al rabino, y se dio cuenta de que estaba inmovilizado. Entonces fue cuando el rabino introdujo la mano en las fauces del gigante y extrajo el papel mágico. Entonces el Golem cayó al suelo en redondo, como un muñeco de arcilla. Todos los ciudadanos rieron y gritaron de júbilo, mofándose del Golem y felicitando al rabino.

barro

No obstante, el rabino se dirigió con calma hacia la sinagoga para terminar la ceremonia del sabat. Tras ese día de sabbat, el rabino no volvió a introducir el Shem en la boca del gigante, y así se mantuvo el gigante paralizado en la sinagoga donde ofrecía los sabbats, convirtiéndose más tarde en polvo. Durante los siglos posteriores se creyó que el rabino Yehuda Löw había creado la prohibición de que nadie debía acercarse al desván de la sinagoga, donde se encontraba el Golem, salvo un rabino. Se cuenta que un rabino praguense se aventuró una vez en un día de sabbat, varios siglos después, pero que al penetrar el desván de la sinagoga se quedó aterrorizado, y huyó despavorido.

Este rabino no contó lo que había visto allí, pero renovó la prohibición de no aventurarse al desván de la Sinagoga de Viejonueva de Praga. Desde entonces, se cubre ese lugar de una celosa prohibición, un secreto misterio que nadie quiere resolver. Nadie se ha vuelto a aventurar en aquel lugar.

La leyenda judia del Golem de Praga

Ciertamente esto es una historia que se forjó hace cientos de años por los judíos, y ciertamente, es un misterio lo que hay en este lugar del edificio sagrado. Pero además hay un valor añadido a esta historia, esta leyenda dió paso a nuevas leyendas y cuentos, como el de Frankenstein que volvió a la vida no gracias a un favor divino sino a la ciencia, a otra chispa “divina” ; a una gran cantidad de electricidad que despertó al hombre mal hecho y que luego se volvió contra la humanidad.

Lo que trata de comunicar esta leyenda es una advertencia sobre la soberbia del hombre, que creyendo estar cerca de Dios, es capaz de crear vida y de dejar los aspectos de su vida a un Golem que más tarde, nos castigará.

El Golem es un elemento de la mitología judía del medievo. Era un ser que había creado un arcano erudito judío. Con sus manos moldeó a una figura de barro gigante, que tenía forma humanoide. Con la ayuda de la chispa divina, le logró dar vida. Golem significa “tonto”, este ser era un torpe hombre de barro que no sabía hablar y que era algo parecido a los robots modernos actuales. Era empleado para realizar las tareas que se le ordenaban.

Pero el Golem hacía lo que le mandaban de forma muy literal. Tanto, que una vez, el sabio amo le mandó al río a sacar agua, y el Golem no paró hasta que inundó la ciudad. El Golem más conocido es el Golem de Praga, que está cubierto de varias leyendas enigmáticas. Esta es la leyenda de la que voy a hablar hoy:

En la ciudad de Praga había un poderoso rabino, de nombre Löw, que creó, como la leyenda original a un servidor de arcilla, el Golem de Praga. La vida se la procuró introduciéndole en la boca un trozo de pergamino que tenía un hechizo mágico con el nombre de Yahveh, el Dios de los judío. Este trozo es llamado Shem, es el elemento divino dador de vida. El Golem era un gigante de arcilla que trabajaba sin descanso. Barría el suelo, cargaba agua, y cortaba leña, entre otras numerosas órdenes fatigosas.

El peculiar gigante no necesitaba comer, beber ni descansar. Aún así, cuando llegaba el viernes a la tarde, debía parar de trabajar, ya que comenzaba el sabat judío. Entonces el sabio le retiraba el Shem de la boca. El golem se quedaba paralizado como un maniquí hasta la finalización del sabbat, que es el día de descanso obligado para el pueblo judío. Tras ese día, su amo le introducía de nuevo el papel en la boca, para que volviera de nuevo a la vida.

 

Pero llegó un día en el que el sabio rabino, que estaba ocupado preparando una ceremonia del sabat en la Sinagoga Viejonueva, olvidó retirar el shem de la boca del Golem, un error fatal. Cuando comenzó la ceremonia del sabat, fueron muchos los que llegaron al templo alertando que algo terrible estaba ocurriendo en la casa de rabino. Cuando les preguntó qué era lo que estaba ocurriendo, los ciudadanos, que estaban atemorizados, le contaron que el Golem estaba destruyendo todo lo que tenía a su paso.

 

El Golem estaba furioso, y nadie se atrevía a acercarse a él. El rabino meditó entonces un plan de acción. El Sabat casi había comenzado, entonces, cualquier acción sobre el gigante sería pecado. Pero visto de otra manera, él no había acabado de pronunciar el primer salmo del sabat, con lo que no había comenzado oficialmente. Entonces, apresuradamente, se dirigió hasta su casa para enfrentarse al Golem, varias calles antes de divisar su morada, ya escuchaba los destrozos del Golem, estaba creando un verdadero ruido tenebroso mientras golpeaba todo lo que se le presentaba.

 

El rabino, Yehuda Löw fue el único en entrar en su morada, ya que todos los ciudadanos que le acompañaban estaban horrorizados por los ruidos que emitía la casa. El rabino contempló toda la casa destrozada, muchos platos rotos, mesas, sillas, arcas, y libros reventados por el suelo. En aquel momento el Golem se encontraba en el patio del rabino, donde tenía a sus animales, todos yacían muertos en el patio, numerosas gallinas, pollos perros y gatos, todos los animales que poseía el rabino murieron en manos del Golem.

 

Cuando el rabino contempló al Golem, el gigante arrancaba un árbol de las raíces como si nada. Löw se dirigió al Golem para frenarlo, lo miró fijamente durante unos instantes, con los brazos en alto, entonces tocó al Golem, que se estremeció. El Golem miró con sus horribles ojos al rabino, y se dio cuenta de que estaba inmovilizado. Entonces fue cuando el rabino introdujo la mano en las fauces del gigante y extrajo el papel mágico. Entonces el Golem cayó al suelo en redondo, como un muñeco de arcilla. Todos los ciudadanos rieron y gritaron de júbilo, mofándose del Golem y felicitando al rabino.

 

No obstante, el rabino se dirigió con calma hacia la sinagoga para terminar la ceremonia del sabat. Tras ese día de sabbat, el rabino no volvió a introducir el Shem en la boca del gigante, y así se mantuvo el gigante paralizado en la sinagoga donde ofrecía los sabbats, convirtiéndose más tarde en polvo. Durante los siglos posteriores se creyó que el rabino Yehuda Löw había creado la prohibición de que nadie debía acercarse al desván de la sinagoga, donde se encontraba el Golem, salvo un rabino. Se cuenta que un rabino praguense se aventuró una vez en un día de sabbat, varios siglos después, pero que al penetrar el desván de la sinagoga se quedó aterrorizado, y huyó despavorido.

Este rabino no contó lo que había visto allí, pero renovó la prohibición de no aventurarse al desván de la Sinagoga de Viejonueva de Praga. Desde entonces, se cubre ese lugar de una celosa prohibición, un secreto misterio que nadie quiere resolver. Nadie se ha vuelto a aventurar en aquel lugar.

 

Ciertamente esto es una historia que se forjó hace cientos de años por los judíos, y ciertamente, es un misterio lo que hay en este lugar del edificio sagrado. Pero además hay un valor añadido a esta historia, esta leyenda dió paso a nuevas leyendas y cuentos, como el de Frankenstein que volvió a la vida no gracias a un favor divino sino a la ciencia, a otra chispa “divina” ; a una gran cantidad de electricidad que despertó al hombre mal hecho y que luego se volvió contra la humanidad.

Lo que trata de comunicar esta leyenda es una advertencia sobre la soberbia del hombre, que creyendo estar cerca de Dios, es capaz de crear vida y de dejar los aspectos de su vida a un Golem que más tarde, nos castigará.