Estudio sugiere que el misterioso Planeta Nueve podría ser un agujero negro primordial

Estudio sugiere que el misterioso Planeta Nueve podría ser un agujero negro primordial

 

 

  • El Planeta 9 es una masa hipotética ubicada en el Sistema Solar exterior, que explicaría la órbita que toman algunos gigantescos trozos de hielo y otras cosas, sin un cuerpo a la vista.

Su probabilidad de existencia hasta 2016 era de un 90%, pero ahora este nuevo estudio sugiere que el extraño cuerpo se trataría de un agujero negro primordial. La hipótesis mayoritaria sigue aludiendo a un planeta, por supuesto, pero los autores del estudio sugieren a sus colegas que hagan un ejercicio de creatividad y abran sus mentes para discernir otras posibilidades aún más exóticas.

«Al solo enfocarse en el concepto de planeta, se restringe la búsqueda experimental que se está emprendiendo», dijo  James Unwin, uno de los autores del estudio y profesor asistente de la Universidad de Illinois en Chicago, Estados Unidos. «Una vez que comienzas a pensar en objetos más exóticos, como agujeros negros primordiales, piensas de diferentes maneras. Por ello defendemos que, en lugar de solo buscarlo en luz visible, quizás sea necesario buscarlo en rayos gamma. O rayos cósmicos».

Más allá de Neptuno, el movimiento de los objetos rocosos parece estar perturbado por algo con una masa de cinco a 15 veces mayor que la de la Tierra. Los científicos han llamado tentativamente a este objeto Planeta Nueve, y lo están buscando. Pero no es la única anomalía gravitacional de masa planetaria en la galaxia. Los científicos han detectado pequeñas deformaciones a la luz estelar entrante, quizás debido a objetos del tamaño de un planeta que doblan su gravedad. Tal vez se trate de planetas rebeldes, o tal vez son pequeños agujeros negros.

Los “agujeros negros primordiales” son una clase de objetos espaciales propuestos que se formaron como resultado de los caóticos primeros días del universo. Como cualquier otro agujero negro, serían regiones increíblemente densas donde la gravedad deforma tanto el espacio que la luz no puede escapar. Pero estos pesarían mucho menos que las estrellas, ya que no se formaron a partir de estrellas como los agujeros negros que realmente hemos observado, sino que se habrían formado a partir de lugares con restos de densidad adicional en el Universo en su época temprana y en rápida expansión.

Unwin y su colaborador Jakub Scholtz, un investigador subalterno del Instituto de Fenomenología de Física de Partículas de la Universidad de Durham, Reino Unido, propusieron que tal vez un agujero negro primordial pasó rápidamente, interactuando con los otros miembros del Sistema Solar, y quedó atrapado en una órbita.

Si el Planeta Nueve fuera realmente un agujero negro primordial, en lugar de una masa de materia regular del tamaño de un planeta, entonces sería inútil tratar de encontrarlo con los medios típicos de búsqueda de planetas. Una figura en el documento, compartida al comienzo de estas líneas, demuestra que un agujero negro de cinco masas terrestres podría caber en la palma de tu mano (aunque por supuesto, este encuentro te mataría), y un agujero negro de 10 masas terrestres sería del tamaño de una pelota de fútbol. Encontrarlo requeriría una búsqueda de telescopio dedicada buscando una fuente que los telescopios de rayos gamma actuales no están acostumbrados a ver: una fuente de radiación de alta energía que se mueva rápidamente por el cielo.