¿Asesinos controlados mentalmente?

El presunto tirador del Aeropuerto de Fort Lauderdale dice que fue objeto de control mental por parte de una Agencia de Inteligencia de Estados Unidos.

Alrededor de la una de la tarde hora local, del pasado 6 de enero, se produjo un tiroteo que acabó con la vida de cinco personas y herido a otras ocho en una sala de recogida de equipajes del aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida.

El agresor fue identificado como Esteban Ruiz Santiago, de 26 años y con un hijo, nacido en Nueva Jersey.

De familia puertorriqueña y criado en la isla del Caribe, este joven padre de un hijo, sirvió seis años en la Guardia Nacional de Puerto Rico y participó alrededor de un año en la misión de Estados Unidos en Irak. Al volver se fue a vivir a Alaska y se enroló en su Guardia Nacional. Al ser detenido todavía portaba una credencial militar.

Según fuentes próximas al FBI, Ruiz Santiago tenía problemas mentales. Ahora se  ha sabido que, “en noviembre de 2016, Esteban Santiago llegó a la Oficina del FBI en Anchorage para reportar que su mente estaba siendo controlada por una agencia de inteligencia de EEUU”.

El New York Times precisa que la mente del presunto asesino –según dijo a los agentes- era posiblemente controlada por la CIA y admitió escuchar voces que le instaban a estudiar “materiales extremistas en Internet,”.

Se da la circunstancia que Santiago había sido evaluado psicológicamente hacía escasamente un mes por la policía del estado de Alaska, que concluyó que no tenía problemas mentales. Por esa razón se  le devolvió su arma reglamentaria, aunque no se ha aclarado si fue la misma con la que perpetró el ataque en el aeropuerto.

En 1953 el director de la CIA, Allen Dulles, autorizó el inicio del  MK ULTRA, un programa de investigación de métodos de control mental, basados principalmente en el uso de drogas psicodélicas. Algunos historiadores sostienen que el objetivo del programa era crear un sistema de control mental por el que la CIA podría programar a las personas para llevar a cabo asesinatos.

MK ULTRA desarrolló métodos, basados en drogas, para la interrogación de detenidos y la para creación de “agentes dormidos” (personas que no saben que son agentes hasta que se activa su memoria con una clave), casi siempre sin el consentimiento de los involucrados.

El proyecto central se ramificó en 140 subproyectos que contaron con la participación de universidades, cárceles, hospitales, bases militares, investigadores privados y farmacéuticas.

En 1973 el programa de experimentos se canceló y fueron destruidos todos los registros y archivos. sin embargo, en 2009, un grupo de veteranos del ejército estadounidense demandó al Pentágono por las actividades realizadas, entre ellas el uso de tropas para probar gas nervioso, psicoquímicos, y miles de otras toxinas químicas o sustancias biológicas, y (…) la inserción de implantes septales en el cerebro de sujetos en (…) experimentos de control mental que se torcieron, dejando muchos civiles y sujetos militares con discapacidades permanentes.”

Desde la policía aseguran también que Santiago estaba teniendo pensamientos terroristas y creía que estaba siendo influenciado por Dáesh. Ahora, el asesino del aeropuerto de Florida será juzgado por un tribunal federal y los fiscales aseguran que puede enfrentarse a la pena de muerte.

Fuentes policiales dicen que el exmilitar partió desde Alaska hasta Minneapolis y luego tomó otro vuelo hasta Fort Lauderdale, en el estado de Florida, pero se desconocen las razones que le llevaron a realizar el ataque en el aeropuerto. Testigos presenciales han indicado que, después de recoger su maleta, Santiago fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes y comenzó a disparar de manera aleatoria, pero apuntando a la cabeza de las víctimas.

El presunto tirador del Aeropuerto de Fort Lauderdale dice que fue objeto de control mental por parte de una Agencia de Inteligencia de Estados Unidos.

Alrededor de la una de la tarde hora local, del pasado 6 de enero, se produjo un tiroteo que acabó con la vida de cinco personas y herido a otras ocho en una sala de recogida de equipajes del aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida.

El agresor fue identificado como Esteban Ruiz Santiago, de 26 años y con un hijo, nacido en Nueva Jersey.

De familia puertorriqueña y criado en la isla del Caribe, este joven padre de un hijo, sirvió seis años en la Guardia Nacional de Puerto Rico y participó alrededor de un año en la misión de Estados Unidos en Irak. Al volver se fue a vivir a Alaska y se enroló en su Guardia Nacional. Al ser detenido todavía portaba una credencial militar.

Según fuentes próximas al FBI, Ruiz Santiago tenía problemas mentales. Ahora se  ha sabido que, “en noviembre de 2016, Esteban Santiago llegó a la Oficina del FBI en Anchorage para reportar que su mente estaba siendo controlada por una agencia de inteligencia de EEUU”.

El New York Times precisa que la mente del presunto asesino –según dijo a los agentes- era posiblemente controlada por la CIA y admitió escuchar voces que le instaban a estudiar “materiales extremistas en Internet,”.

Se da la circunstancia que Santiago había sido evaluado psicológicamente hacía escasamente un mes por la policía del estado de Alaska, que concluyó que no tenía problemas mentales. Por esa razón se  le devolvió su arma reglamentaria, aunque no se ha aclarado si fue la misma con la que perpetró el ataque en el aeropuerto.

En 1953 el director de la CIA, Allen Dulles, autorizó el inicio del  MK ULTRA, un programa de investigación de métodos de control mental, basados principalmente en el uso de drogas psicodélicas. Algunos historiadores sostienen que el objetivo del programa era crear un sistema de control mental por el que la CIA podría programar a las personas para llevar a cabo asesinatos.

MK ULTRA desarrolló métodos, basados en drogas, para la interrogación de detenidos y la para creación de “agentes dormidos” (personas que no saben que son agentes hasta que se activa su memoria con una clave), casi siempre sin el consentimiento de los involucrados.

El proyecto central se ramificó en 140 subproyectos que contaron con la participación de universidades, cárceles, hospitales, bases militares, investigadores privados y farmacéuticas.

En 1973 el programa de experimentos se canceló y fueron destruidos todos los registros y archivos. sin embargo, en 2009, un grupo de veteranos del ejército estadounidense demandó al Pentágono por las actividades realizadas, entre ellas el uso de tropas para probar gas nervioso, psicoquímicos, y miles de otras toxinas químicas o sustancias biológicas, y (…) la inserción de implantes septales en el cerebro de sujetos en (…) experimentos de control mental que se torcieron, dejando muchos civiles y sujetos militares con discapacidades permanentes.”

Desde la policía aseguran también que Santiago estaba teniendo pensamientos terroristas y creía que estaba siendo influenciado por Dáesh. Ahora, el asesino del aeropuerto de Florida será juzgado por un tribunal federal y los fiscales aseguran que puede enfrentarse a la pena de muerte.

Fuentes policiales dicen que el exmilitar partió desde Alaska hasta Minneapolis y luego tomó otro vuelo hasta Fort Lauderdale, en el estado de Florida, pero se desconocen las razones que le llevaron a realizar el ataque en el aeropuerto. Testigos presenciales han indicado que, después de recoger su maleta, Santiago fue al baño, donde extrajo el arma que había facturado, regresó a la zona de equipajes y comenzó a disparar de manera aleatoria, pero apuntando a la cabeza de las víctimas.