La NASA confirma que el océano de Encélado posee los ingredientes para albergar vida

La NASA confirma que el océano de Encélado posee los ingredientes para albergar vida

 

 

  • Encélado, la sexta luna más grande de Saturno, tiene todo lo necesario para albergar vida en el océano que bulle bajo su superficie. La NASA acaba de confirmarlo publicando el hallazgo de moléculas orgánicas solubles en agua en las muestras que la sonda Cassini tomó en 2008.

La NASA sorprende con estos datos que obtuvo inicialmente hace más de una década. Su tratamiento requiere de mucho tiempo y análisis, de ahí que se haya tardado tanto en hacerlos públicos. El trabajo de la sonda Cassini ha sido uno de los hitos más grandes en la historia de la exploración del Sistema Solar. Hace poco que el mundo asistió a las últimas horas de vida útil de la sonda, que ya ni siquiera existe. Se zambulló en la atmósfera de Saturno en 2017 precisamente para no contaminar ninguna de sus lunas con microbios terrestres que pudieran haber sobrevivido en su fuselaje. Sin embargo, sus 13 años estudiando Saturno y su complejo sistema de Satélites y anillos ha proporcionado tantos datos que los científicos calculan que aún tienen trabajo para varias décadas.

Uno de esos trabajos consiste en analizar los datos provenientes de las muestras que la sonda Cassini obtuvo en 2008 de los géiseres que emanan de Encélado.

Las fotografías y mapas de la sonda sirvieron para confirmar un dato fascinante: Encélado tiene un océano de agua líquida bajo su gruesa corteza de hielo de unos 10 kilómetros. En algunas regiones del pequeño satélite de 500 km. de diámetro, la corteza de hielo se agrieta y salen a la superficie enormes géiseres de agua pulverizada que se congela en finas partículas.

De momento no se conoce con precisión cuál es el motor planetario que produce estos géiseres. Encélado está en resonancia orbital con Dione, pero esa interacción no parece suficiente como para generar tanto calor. Los científicos creen que el océano subterráneo se mantiene líquido gracias a un núcleo activo dotado de una intensa actividad volcánica e hidrotermal, pero este dato no ha podido ser confirmado. El caso es que en 2008, los técnicos de la NASA lograron maniobrar la Cassini y pasar a través de una de esas nubes de agua helada para recoger muestras y analizarlas mediante un espectrómetro.

Los primeros datos comenzaron de esos análisis confirmaron que el hielo de esas partículas contenía moléculas orgánicas, pero esas moléculas eran demasiado grandes como para ser solubles en agua, por lo que los investigadores dudaban sobre si realmente procedían del océano bajo Encélado o estaban en su superficie y simplemente fueron catapultadas por la actividad hidrotermal.

Un nuevo estudio publicado en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society acaba de confirmar la presencias de moléculas orgánicas hidrosolubles en el hielo que escupen los géiseres de Encélado. ¿Qué quiere decir exactamente ésto? Pues ni más ni menos que podría haber vida en el satélite, al menos teóricamente.

Si hay vida en Encélado, esta tiene que desarrollarse en la más completa oscuridad. La capa de hielo que recubre la luna refleja la mayor parte de la radiación solar, pero el hecho de que haya actividad hidrotermal sugiere una fuente de energía interna. Esa fuente de energía interna puede interactuar con los compuestos orgánicos ricos en nitrógeno y oxígeno recién descubiertos para formar aminoácidos, el bloque básico de las formas de vida que conocemos en la Tierra. Los aminoácidos pueden formar proteínas, y estas servir de base a la vida. Nozair Khawaja, principal autor del estudio desde la Universidad de Berlín explica:

«Si las condiciones son correctas, estas moléculas que provienen del océano profundo de Encelado podrían estar en la misma vía de reacción que vemos aquí en la Tierra. Todavía no sabemos si los aminoácidos son necesarios para la vida más allá de la Tierra, pero encontrar las moléculas que forman aminoácidos es una pieza importante del rompecabezas».

No hay ninguna garantía, pero los indicios son muy fuertes. El descubrimiento debería alentar el envío de nuevas sondas que analicen Encélado y sus posibles condiciones de habitabilidad. Encélado no es la única luna de Saturno en la mira de las agencias espaciales. En 2026, la NASA planea lanzar una misión específica para explorar Titán, la luna más grande de Saturno, que además de compuestos orgánicos es la única en la que hemos encontrado lagos y ríos en estado líquido, pero basados en el metano en lugar de en el agua.