Proyecto Sonnengewehr: Arma Solar Nazi

Proyecto Sonnengewehr: Arma Solar Nazi

Durante la Segunda Guerra Mundial y como es bien sabido los Nazis querían apoderarse del mundo. Ahora, con lo que van a leer a continuación, llegaran a la conclusión que lo individuos estaban obsesionados con el triunfo por lo que llevaron la imaginación hasta el límite por conseguirlo. 
En la Segunda Guerra Mundial, Hillersleben (un pequeño pueblo Alemán), fue el hogar de uno de los mayores centros de investigación sobre armas del Tercer Reich. En una extensión enclavada en los bosques sobre las colinas, un contingente de 150 ingenieros y físicos desarrolló y evaluó toda tipo de armas experimentales, de las cuales un gran número fueron adoptadas por la maquinaria nazi para la guerra. 
Cuándo Alemania se rindió en mayo de 1945, los científicos de Hillersleben fueron obligados a abandonar proyectos de una cantidad notable de armas destructivas que se encontraban en las últimas etapas de desarrollo. Entre éstos se encontraba un armazón o esqueleto de artillería de cohetes asistidos el cual poseía un 50% mas de rango que la artillería estándar, un mortero de 600mm capaces de lanzar una tonelada de proyectiles que se autopropulsaban una distancia de hasta tres millas y media. Un tanque Tiger (tigre) modificado para disparar proyectiles que alcanzaban blancos ubicados a seis millas de distancia. También poseían una especie de pequeños cohetes encadenados que cubrían un rango de hasta 100 millas. 

Pero ninguna de las anteriores armas tenía punto de comparación con la mas ambiciosa y siniestra de todas: El proyecto Sonnengewehr (en inglés “Sun Gun” algo así como el “Arma Solar”) que consistía en una arma ubicada en la órbita terrestre y con la cual el Tercer Riech planeaba ajusticiar a sus enemigos y así conseguir el triunfo sobre la denominada Untermenschen (raza genéticamente inferior) 
La Sonnengewehr (Sun Gun) se basó en diseño original creado por Hermann Oberth, un físico quien es ampliamente reconocido como uno de los padres de la cohetería y astronáutica. En su libro de 1929, Wege zur Raumschiffahrt, (Inglés: Ways to Spaceflight – Español: “Vías para los Vuelos Espaciales”, Oberth presentó una descripción científica de una hipotética estación espacial orbitando a una distancia de un kilómetro de altura. Detalló un método teórico para su construcción sustentado en la elaboración módulos prefabricados. Describió el concepto para generar gravedad centrifuga en su interior con base en un sistema de rotación cíclica. Adicionalmente propuso un sistema de aprovisionamiento en misiones periódicas. Era un adelantado a su época. 

(Hermann Oberth)

Oberth abogó por que el desarrollo de la Raumstations (así las denominó) estuviera al servicio de observaciones astronómicas, a retransmitir a la Tierra, mediante una especie de telégrafo inalámbrico, actividades como la meteorología, inteligencia militar e información de búsqueda y rescate. Pero los nazis se interesaron especialmente en otras de las aplicaciones sugeridas por Orbeth: un espejo cóncavo de unos 100 metros de diámetro con el cual se podría reflejar la luz en algún punto de la Tierra. Mientras Orbeth tenía intenciones pacifistas los nazis vieron el arma perfecta con la cual podían conquistar la humanidad. 
El concepto de la Sonnengewehr no era nuevo para la época, pues era esencialmente una versión a mayor escala del Rayo de la Muerte de Arquímides: Cuenta la historia que por allá en el año 212 AC el Imperio Romano quería invadir a Siracusa (Isla de Sicilia) por lo que Arquímides (un verdadero genio) propuso construir uno conjunto de espejos de cobre posicionados de tal forma que pudieran concentrar y reflejar la luz sobre la embarcaciones de tal forma que pudieran provocar fuego en ellas. Como tal no se tiene información si esto realmente sucedió pero sabemos que el concepto es válido. Prueba de ello es que los Cazadores de Mitos (MythBusters) en el 2006 lograron provocar fuego con un sistema similar pero llegaron a la conclusión de que el mito es falso pues se requieren muchas condiciones para que sea factible en un combate de tal naturaleza. 

Volviendo con los nazis, sus científicos partieron del principio planteado en el libro de Orbeth, pero fueron mas ambiciosos y a la vez optimistas pues profundizaron en la idea original mas de lo imaginado. Calcularon que las dimensiones del espejo espacial debería ser de unos tres kilómetros para que realmente fuera un arma con un poder destructivo. Esto era unas 100.000 veces mas grande que el Rayo de la Muerte de Arquímides. También calcularon que la órbita ideal era a una altitud de unos 8200 kilómetros. 

La tripulación de la estación recibiría, vía radio o telegrafía inalámbrica, instrucciones codificadas. Una vez decodificado el mensaje se procedería, mediante un complejo mecanismo, a direccionar el el espejo hacia el objetivo terrestre con el objeto que la curvatura generará un poderoso rayo que desbastaría todo a su paso y el enemigo no podría hacer nada pues no poseería la tecnología capaz de alcanzar y destruir la Sonnengewehr. Una vez ejecutada la orden y el enemigo hubiese sido vencido o se hubiese rendido al Tercer Riech, el espejo sería devuelto a una posición que no representase peligro para la Tierra. 

El proyecto fue suspendido en la primavera de 1945 debido a que victoria Aliada era inminente. Como era de esperarse la inteligencia americana desplegó la operaciones Overcast y Paperclip con el objeto de extraer de Alemania a sus científicos y su equipamiento antes que los soviéticos. El teniente coronel John A. Keck fue el que lideró los interrogatorios a la mayoría de los investigadores nazis. Los alemanes confesaron su participación en proyectos tales como el desarrollo del cohete V-2 y revelaron sobre otras tecnologías que se encontraban en desarrollo como lo era un submarino basado en el sistema de lanzamiento del V-2, miras infrarojas para los francotiradores, un cohete anti-aeronaves capaz de detonarse a 10 metros del blanco. Keck también logró que le entregarán los planos y cálculos de la Sonnengewehr, adicionalmente descubrió que este equipo de científicos se había muy en serio la construcción de esta “Estrella de la Muerte“, tanto así que Deck declaró: “Nos impresionaron sus prácticas mentales de ingeniería y su desagrado por lo fantástico”. 

Sin embargo, muchos científicos americanos se mostraron escépticos con la viabilidad la Sonnengewehr. Estimaron que se necesitaban cantidades astronómicas de tiempo, dinero y recursos para llevar cientos de toneladas de equipamiento a órbita sin mencionar las toneladas de sodio. Es mas, consideraron que con un solo espejo parabólico no se alcanzaría a generar la cantidad de energía suficiente para llegar a los límites destructivos, pero, de acuerdo a los americanos, esto podría superarse mediante la creación de varias Sonnengewehr configuradas con mucha coordinación para lograr crear un orgía orquestada de aniquilación. A pesar de lo monumental del concepto los físicos de Hillersleben confiaban en que su Sonnengewehr Raumstation era viable, y que siguiendo un desarrollo ininterrumpido podrían alcanzado la gloriosa victoria y la conquista mundial en tan sólo cincuenta años. 

La creación de armas solares aún esta pendiente de concretarse, aunque conceptos similares se utilizan hoy para recolectar los rayos solares a pequeñas escalas. Hornos solares emplean espejos parabólicos para suministrar calor en la cocción de alimentos, la electricidad, la metalurgia y la producción de hidrógeno