John Lennon «El beatle intergaláctico» y su encuentro cercano.

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John Lennon «El beatle intergaláctico» y su encuentro cercano –

John Lennon y el boceto de su enigmatico encuentro. Crédito: Youtube

Vamos a trasladarnos a 1971, cuando un radicalizado John Lennon decide instalarse en Estados Unidos, país atravesado por lo tanto por la guerra de Vietnam, buscando refugio en Manhattan, New York. Son días de furia para el fundador de The Beatles, quién padece su hora más crítica, luego de anunciarse una ruptura que tiene al planeta en vilo.

Su repentina apuesta norteamericana pretende sortear aquellos duros instantes, que lo tienen sumido en el mayor de los desconsuelos. Aunque tardará un tiempo, John Lennon volvió al ruedo musical de la mano de su genio latente e intacto, dando lumbre a una etapa fecunda, que se verá reflejado en discos de enorme influjo para su era.

En paralelo a este nuevo renacer, Lennon dará señales de diferentes intereses incluso por lo tanto poco develados, al margen de cualquier curiosidad pública. Y es que el gran John es un adherente de la escena ufológica, que lo llevarán a protagonizar uno de los sucesos OVNIs más insólitos que se recuerden. Los invito a conocer su cronica.

John Lennon, y su fin de semana perdido

“Todo el planeta fuma y nadie se está drogando. Todos vuelan y jamás tocan el firmamento. Hay ovnis sobre New York y no estoy muy sorprendido. Nadie me manifestó que habría días como estos, insolitos”. John Lennon, Nobody Told Me, 1980.

Imagen de Agosto de 1969, retratado a los fabulosos cuatro. Tras la disolución de The Beatles, John Lennon sería presa de una terrible depresión. Cortesía: vintag.es

Cuando se analiza la vida de John Lennon hay un período referenciado por la mayoría de sus biógrafos, quiénes coinciden 1974, se vislumbra como fecha crucial en la vida del nativo de Liverpool, Inglaterra, y que los críticos hoy rememoran con «el fin de semana perdido, o además lost weekend, en su versión anglosajona». Para comprender los motivos de esta selección debemos evaluar diferentes elementos. En primer lugar The Beatles, banda fundamental que definió el cosmos rock, ensaya un amargo adiós.

Última sesión de imagenes realizadas por The Beatles, 1969. Cortesía: vintag.es

Aunque los desacuerdos habían comenzado en 1970, tras el histórico portazo de Lennon, las esperanzas por recomponer los lazos con sus viejos compañeros, Paul McCartney, Ringo Starr y George Harrison, están incluso latentes. Pero McCartney, harto del comportamiento errático de Lennon, decide poner punto final a cualquier especulación sobre una factible reunión, declarando a los medios su salida oficial del asociación. Su franqueza hunde a Lennon tras un espiral de dolor, ya jamás superado. Jamás volverá a ser el mismo, y aquel diciembre de 1974, se tornará desde por lo tanto atendiendo a sus biógrafos, en un recuerdo intolerable.

Tiempo anteriormente que el desastre tocara a su puerta, su sólido matrimonio con la controversial Yoko Ono, comienza a enseñar signos de cansancio. John Lennon exhibe en esos días, treinta y tres años, y ha pasado casi toda su vida experimentando una rutina de amores continuos, que combinado con su temprana fama, impiden tener por parte suya, una mejor comprensión de su incluso por lo tanto compleja personalidad.

El excesivo control ejercido por Yoko Ono en la vida de Lennon, que inclusive afectara su relación con The Beatles, concita morbosa atención por parte de la prensa musical, que asombrada observa y testifica, como uno de los hombres más famosos del mundo, pone todo su libido al servicio de Yoko Ono, alter ego inseparable. Superando todo tipo de obstáculos, inclusive de índole racial, Yoko y John parecen combinar una de las parejas más sólidas del rock, y nadie acredita por lo tanto el dúo dorado, pueda separarse.

John lennon al lado a su inseparable musa, Yoko Ono. Amor y activismo político. Cortesía: efeeme.com

Todos estos factores acabaran por gravitar en una toma de decisión audaz, determinando Lennon se decida intentar una breve etapa alejado del radar Yoko,

Hay quién dice tras esta repentina declaración de libertad, Yoko Ono fue la real impulsora de ésta decisión, que como admitiera después, en un reportaje de 1980 concedido a Playboy, entre las causas esgrimidas para alejarse de Lennon, aparecían enumeradas una serie de razones, entre ellas, la escasa tolerancia al volátil carácter de John, al igual que el rechazo al entorno del cantante, poco tolerante ante la injerencia ejercida por Yoko, y sobre todo, el sentimiento de saberse solamente la esposa de un beatle, algo que la hería demasiado. Todas estas acciones terminaron por madurar en ella, sus deseos por retomar a su antiguo planeta como prometedora artista de vanguardia. Rumores menos complacientes, revelan otra rostro de esta espinosa cuestión, alegando John Lennon sin The Beatles, no resultaba ya tan glamoroso a los ojos de Yoko, y que menguada su fama, el inesperado impase sirvió como anillo al dedo a sus planes de soltería.

Más allá de la controversia, lo cierto que Mamá Yoko como la apodara John, rompió lanzas con su magnético esposo, pero sin abandonar su dominio del todo. En medias de estas disputas entra en escena May Pang, incluso por lo tanto ignota secretaria y asistente de la mediática pareja, que, por arte de magia, y contando inclusive con la bendición de Mamá Yoko, velozmente adquiere importancia en la nueva vida de John Lennon.

May Pang fue declarante al lado a John Lennon del avistamiento OVNI, que ambos observaran en 1974, más tarde retratado en su texto, «Adorado John», 1983. Cortesía: ufodigest.com

Como su predecesora, May Pang además presumía orígenes asiáticos, siendo nativa de China. De hermosas facciones, y menuda edad, 23 años, velozmente Pang cautivará a Lennon, quién la convierte en su nueva compañera de aventuras.

Por un tiempo ambos se establecen en Los Ángeles, California, transformado en su nuevo hogar transitorio. Con ánimos renovados, y aquí atención lector, Lennon comienza a grabar en junio de 1974, Walls and Bridges, disco fundamental en nuestra cronica. Luego veremos porque. Pero New York sigue obsesionando a Lennon, quizás porque como sostienen varios biógrafos, la ciudad recordaba locaciones de su antiguo LiverpoolMay Pang recibe el encargo de rastrear un apartamento que tendrá el edificio Edie Germano, calle 52, cercano a los muelles de Brooklyn, como flamante residencia. Fue allí donde John Lennon protagonizaría una de sus experiencias más alucinantes. Veamos.

OVNIs en New York. Encuentro cercano del primer tipo

“He aquí que había una cosa flotando a unos 100 metros de separación. Lo vi tan cerca. Podría haberlo golpeado con un ladrillo si le hubiera arrojado con una piedra. No podía ver los colores porque estaba anocheciendo, una buena noche clara de verano, y alrededor de la parte inferior había solo bombillas de luz eléctrica de aspecto ordinario, parpadeando alternativamente, como una valla publicitaria y en la parte superior. Era una luz roja. Y lo que noté fue que no había ruido, así que me di cuenta no era un helicóptero, por lo tanto debe ser un globo, pero estaba maniobrando muy bien para ser un globo. Así que solo lo vi, durante unos cinco o diez minutos y se disparó rio abajo”. Palabras de John Lennon relatando su avistamiento de 1974, para una radioemisora norteamericana.

Postal que celebra el mítico avistamiento de John Lennon. Cortesía: ebay.com

Los hechos que vamos a narrar tuvieron lugar un viernes 23 de agosto de 1974, estando John Lennon en New York. Ya instalado en el edificio, donde su novia May Pang había alquilado un pequeño departamento, John estaba en plenos preparativos de su nuevo álbum Walls and Bridges. El beatle rebelde parece ir adaptándose a esa nueva vida, tratando de encauzar su inmensa creatividad. innumerables testigos recuerdan aquel día, los neoyorquinos atravesaban un ardiente verano, destacado por altas temperaturas.

Según cuenta Larry Warren, ufólogo que en 1988 entrevistara a May Pang consultada sobre lo ocurrido en aquella jornada, admitió lo siguiente al investigador.

May Pang recuerda el departamento estaba caluroso esa noche, per a las 8 en punto el aire de la noche, se había enfriado lo bastante como para que ella hubiera apagado el aire acondicionado. Y abierto las ventanas para que el río brisara. Justo al lado de la sala de estar del apartamento había una parte del techo del edificio que además actuaba como una plataforma de observación privada, con una gran vista del este de New York.

El acceso solo se otorgaba al salir de una ventana, lo que Lennon acostumbraba realizar. La bruma actualmente se había despejado encima del horizonte de New York. Alrededor de las 8:30 p.m, May decidió darse una ducha, dejando a Lennon solo en la sala revisando las maquetas de la portada de su nuevo disco. La portada del producto final sería una pintura de John Lennon de doce años. Poco tiempo después cuando May se estaba secando, escuchó a John gritarle desde el techo exterior: ¡Puedes venir aquí actualmente mismo! Sorprendida, corrió en auxilio de John y lo localizó parado en el techo desnudo, y señalando salvajemente hacia el sureste. Como May recordó, localizar a John Lennon desnudo en el techo no fue una sorpresa, ya que no poseía aversión a revolcarse en esa condición. Lo que la sorprendió fue lo que él estaba señalando. Justo al sur del edificio actualmente había un ovni circular clásico deslumbrantemente iluminado, flotando en silencio, y a menos de 100 pies de la pareja”.

Diferentes investigaciones proponen más detalles encima del objeto, al cual se explica, «como una cosa negra o gris, con luces blancas parpadeantes en la parte inferior, y una luz roja sin parpadear en la parte superior». igualmente se lo asemeja a la figura de un «cono aplanado».

Lennon mismo llegó a apuntar, el objeto se paseó silencioso sin emitir ruido alguno. Aunque el aparato se acercó a John a una separación más que considerada, luego inició una retirada perdiéndose en el horizonte, pero misteriosamente regresó, haciendo que John y May pudieran ver al mismo a través de un telescopio, y tomar algunas fotografías. Al final el objeto se escabulló en el horizonte.

En seguida Lennon se comunicó con su fotógrafo personal, el legendario Bob Green, a quién le entregó los negativos, y narró su inverosimil experiencia. se comenta que en seguida Green llamó a la policía neoyorquina para pedir explicaciones, siendo su desconcierto mayor cuando le fuera notificado, diferentes habitantes de la zona reportaron además el mismo avistamiento.

Bob Green revelaría más tarde: «me llevé la película a casa y puse el rollo de John entre dos rollos de película que había tomado ese día, y los desarrollé. Mis dos rollos de película salieron a la perfección, pero el rollo de John se encontraba en blanco».

Retomando Larry Warren y su entrevista de 1988, el ufólogo británico manifiesta a través de May Pang consiguió acceder a cintas de audio pertenecientes a John Lennon, donde podemos escuchar su visión sobre temática OVNI.

Según lo recogido por Warren en estas grabaciones, «Lennon asevera que no poseía dudas la nave que vio era de otro planeta, y desechó que pudiera ser un avión incognito, operado por el gobierno». igualmente propuso, y aquí viene lo jugoso, por parte de nuestro beatle rebelde, «sintió la nave que vio era parte de una flota demasiado más grande estacionada justo al norte de la ciudad de New York, en el área de la planta de energía nuclear de Indian Point». Otra revelación no menos audaz según Lennon, afirma «las naves usan el campo gravitacional de la Tierra, y toman energía de plantas nucleares para contrarrestar la gravedad de la tierra».

En 1961 la revista británica Mersey Beat publicó un artículo de John Lennon, relatando como a los 12 años tuvo una visión encima del futuro de The Beatles. Cortesía: Twitter

Breve interrupción. Indian Point obedece a un complejo de reactores nucleares localizados en el río Hudson, Buchahan, New York, justo al sur de Peekskill. Subrayo el sitio mencionado por Lennon, porque en todo suceso la sospecha emitida en 1974 sobre la vinculación del OVNI contemplado y esta planta nuclear, recién tendría su máxima expresión en la década de los ochenta, cuando se produce la conocida oleada del Valle del Río Hudson, donde centenares de declarantes, hablaron de innumerables avistamientos en aquella zona. En cuanto a Indian Point, hay un suceso documentado por el propio Allen Hynek, sobre ciertos acontecimientos ufológicos ocurridos en esa planta nuclear, destacando 1984, como año clave. Estas investigaciones serían luego narradas en un texto Night Siege: The Hudson Valley UFO Sightings, publicado en 1987, y que además de Allen Hynek, cuenta con la coautoría de Philip Imbrogno y Bob Pratt.

Estatua de John Lennon. Cortesía: dassel / Pixabay

La insinuación de Lennon sobre Indian Point, indican que nuestro salvaje músico poseía demasiado que decir sobre los OVNIs, tema que lo poseía interesado desde demasiado tiempo anteriormente de su arribo a Estados Unidos. Desde muy adolescente, fue un vasto coleccionista de una de las revistas decanas del planeta ufológico británico, Flying Saucer Review.

Aunque podemos enmarcar esta fascinación de lectura anómala, a la fiebre OVNI que el planeta enfrentaba desde 1947, tras los sucesos de Roswell, Lennon remontaba su viaje con los desconocidos hacia edades más tempranas. Hay una anécdota muy referenciada datada de 1961, que hace alusión a un artículo firmado por el propio Lennon, dado a conocer en el periódico Mersey Beat, donde al aclarar el trasfondo tras el nombre The Beatles, narró que a la edad de 12 años se le apareció un nombre en un pastel en llamas, indicando que los Beetles debería deletrearse «The Beatles». En 1997 Paul McCartney homenajearía esta cronica, a través de su célebre álbum Flaming Pie.

Entrevista que le realizara Andy Wharlol a John Lennon en 1978. Crédito: dangerousminds.net

Rumor incluso más inquietante supone John Lennon fue objeto de una abducción extraterrestre, aunque estas opiniones surgen de su por lo tanto novia May Pang. Ella diría que para John aquel hecho misterioso, «fue responsable de hacerlo sentir distinto de diferentes personas por el resto de su vida».

En una risueña imagen de 1965, Lennon aparece posando para Brian Duffy, retratado «al lado a una insolita caja de luces intermitentes que había comprado en New York», vendida bajo la etiqueta de detector de OVNIs.

Regresemos a nuestro icónico 1974. Meses después de su avistamiento, en noviembre de ese año, John Lennon concede una icónica entrevista al irreverente Andy Wharhol. Titulada Interview whit By/On John Lennon and/or Dr. Winston O’Boogie, allí Lennon amplia nuevamente el avistamiento de agosto, entregando modernos detalles.

Así que fui a la ventana, soñando con mi mentalidad poética habitual. Para no realizar el cuento largo, allí, mientras giraba la cabeza, flotando encima del siguiente edificio, a no más de cien pies de separación estaba esta cosa con bombillas de luz eléctrica ordinarias que se encienden y apagan en la parte inferior, una luz roja que no parpadea en la parte superior… ¡Qué demonios es eso! Me digo a mí mismo (porque no había nadie más allí) … ¿Es un helicóptero? ¡No! No hace ruido… ¡Ah, por lo tanto, debe ser un globo! (Tratando frenéticamente de racionalizarlo, de una forma muy humana) ¡pero no! Los globos no se observan así, ni vuelan tan bajo, sí, amigos, estaba volando (muy lento, alrededor de 30 mph) debajo… Repito, debajo de la mayoría de los tejados (es decir, más alto que el ‘edificio antiguo’, más bajo que el ‘nuevo’) todo el tiempo que estuvo allí, jamás quité los ojos de encima, pero le grité a un amigo que se encontraba en otra habitación ‘Ven y mira esto’, etc., etc. Mi amigo vino corriendo y dio una declaración conmigo. No había nadie más cerca. Intentamos tomar imagenes (mierda en mi polaroid, era un busto) con una cámara recta. Le dimos la película a Bob Green para que la desarrollara, él trajo una película en blanco… manifestó que aparentaba que había pasado por el radar en la aduana… bueno, se quedó por un instante, luego navegó”.

Dibujos realizados por John Lennon en 1974 retratando el OVNI contemplado, y que en 2014 fueron subastados en Londres.

Si el lector observa el pasaje con atención May Pang, aparece silenciada, solo referenciada como un amigo cercano, lo cual no deja de ser un apunte curioso. Otro tema en ciernes, es que Lennon estaba grabando en esa era, su álbum Walls and Bridges, cuya tapa luego será atravesada por esta experiencia con la leyenda: «El 23 de agosto de 1974 a las 9 pm en punto vi un UFO JL». ¿Estaba buscando publicidad John con su cronica, para alentar su disco solista? Dejo el lector decida en este punto. Aunque esta escritora no lo estima. Como si fuera poco, en ese traumático 1974, John Lennon va a cruzarse con Uri GellerVeamos.

Uri Geller, y misteriosas experiencias en el edificio Dakota

por lo visto en el mismo mes que se publicara con Andy WharholJohn Lennon se reunió con Uri Geller, el mediático sensitivo israelí.

Lennon frecuentaba a la súper estrella de lo paranormal, fascinado como tantos diferentes en esos días, por sus trucos asombrosos. Los datos que actualmente vamos a suministrar salieron a la luz en 2004.

John empezó a hablar sobre los ovnis. Manifestó que afirmaba la vida existía en diferentes mundos. Que nos habían visitado, y que tal vez nos estaban observando en este instante. Me llevó a una mesa más tranquila y oscura, encendió un cigarrillo y apunto su punta reluciente a mi rostro. Crees en estas cosas ¿verdad?, él me preguntó. Bueno, vas a creer en esto. Hace unos seis meses, estaba durmiendo en mi cama, con Yoko, en casa, el Edificio Dakota. Y de repente, no estaba dormido. Porque había una luz ardiente alrededor de la puerta. Estaba brillando a través de las grietas y el ojo de la cerradura, como si alguien estuviera ahí con reflectores, o el apartamento estuviera en llamas. Eso fue lo que pensé: intrusos o fuego. Salté de la cama, Y Yoko no estaba despierta, estaba acostada como una piedra, y abrí la puerta. Había estas cuatro personas allá afuera ¿Aficionados? Le pregunté. Bueno ellos no quería mi autógrafo. Era como pequeños insectos. Grandes ojos de insecto y pequeñas bocas de insecto”.

Geller manifestó que Lennon pensaba las criaturas querían llevárselo hacia algún lado, pero que la abducción se abortó. Por supuesto demasiados han querido dar por tierra con el cuento Geller, alegando su escasa credibilidad, y el engaño que suele rodearlo desde hace décadas, pero aun así cualquier descarte debe exceptuar el Edificio Dakota ¿Miento si digo que estamos ante la punta del iceberg en cuanto el enigma Lennon? No será actualmente cuando desempolve este viejo expediente, con mucha tela para cortar, y poco tiempo en línea. Pero pido al lector paciencia. Incluso aquí.

John Lennon, y sus inverosimiles experiencias místicas. Cortesía: butterflylanguage.com

Conclusión

Demasiados ufólogos cuestionan hoy día estas inclinaciones míticas de John Lennon que se señalan como atravesada por esa norme crisis que supuso, no solo su ruptura con The Beatles, sino además su propio caos personal, alimentado por variados vicios, centrados en la droga y alcohol, como motores principales. Como ejemplo David Halperin expone en su extenso trabajo John Lennon, May Pang y el Ovni, que el avistamiento de 1974, pudo ser una representación arquetípica nacida del propio interior de John, que de repente emergió.

En diferentes palabras experiencia lúcida. Otro estudioso en sombras, en su artículo Jugando esos juegos mentales: John Lennon y los ovnis, remite a la manipulación del subconsciente de Lennon por parte de un agente desconocido, «que extrae información y lo usa para enmascarar o comunicarse con sus objetivos», tesis que desde ya remite a la trabajada por mi amigo y colega, José Antonio Caravaca y su Hipotesis de la Distorsión.

Aunque sus vivencias en el Edificio Dakota además podrían darnos pistas, que en su instante brindaremos, iguales, no dejan de bordear lo paranormal. Quizás un lugar más que intrigante en el interior de este relato, sea la percepción del propio John de un algo, no solo rondándolo, sino que ese ese mismo efecto, además aparentaba acorralar a New York, si nos atenemos a la ola de avistamientos producida en 1980, y cuyo epicentro fuera el Valle de Hudson. Como vemos el archivo Lennon no se agota. Continuará.

Curiosidad

Durante su vida John Lennon fue muy afecto a la numerología, y el número 9, tuvo mucha incidencia en su persona. En su extraordinario trabajo de 1979, Cuando las piedras hablan, los hombres tiemblan, el gran estudioso mexicano Rodolfo Benavidez, lega lo siguiente sobre este enigma, y que creo el lector, sabrá ver.

El número 9 ha sido tradicionalmente usado como Gran Signo en el interior de las sociedades iniciáticas desde la antigüedad. Esto sugiere sin rebuscamientos que hay muy estrecha relación mística, esotérica, etc., entre los humanos terrícolas y los viajeros del cosmos exterior. evidentemente, ellos no son tan insolitos a nosotros como normalmente se les ha querido suponer. El número 9 ha sido sagrado para el hombre desde la antigüedad y ese mismo número es el causa básico de los OVNIs, además de que, por estar en pulgadas, se relaciona estrechamente con la Gran Pirámide. No cabe la menor duda de que mencionado número y la unidad de medida de la Gran Pirámide fueron tomados de los viajeros del cosmos por los terrícolas”.

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Fuente