El misterio de los extraños dioses de Tassili

Nos vamos al desierto del Sahara. Ahí donde el tiempo y las fuerzas de los elementos configuran un escenario tan bello como antiguo. Es aquí donde se alza un imponente macizo montañoso, rodeado por formaciones rocosas semejantes a gigantescos centinelas de arenisca, erosionados por el viento y los años.

Es Tassili, una palabra que viene deltuareg y que significa “meseta entre dos ríos”. Un escenario famoso por contener en sus grutas y cavernas todo un legado artístico del Paleolítico superior y del Neolítico. 1.500 pinturas rupestres procedentes de las primeras centurias de nuestra era, en las que se nos muestran las costumbres de la época, la evolución de la fauna y -curiosamente- extrañas manifestaciones de seres ingrávidos con gigantescas cabezas redondas.

¿Dioses de otros mundos? La polémica de las bellísimas, pero inquietantes pinturas de Tassili son todo un tesoro para nuestros sentidos y un desafío para nuestra curiosidad. Seguro que te interesa saber más sobre ellas y darnos tu opinión.

Tassili n’Ajjer, Patrimonio de la Humanidad

Estamos en el sudeste de Argelia, centro del enigmático desierto delSahara. Esta es tierra de tuaregs y sólo ellos han sido testigos, generación tras generación, de toda la expectación causada desde que, durante la Primera Guerra Mundial, la legión extranjera notificara al mundo el increíble descubrimiento que habían hecho en una de las cuevas de esta meseta de Tassili.

Las tribus del desierto estaban más que habituadas a aquellas pinturas, a esos libros abiertos inscritos en la roca que contaban parte de su historia remota. Sin embargo, oficiales como el teniente Charles Brenans no pudieron evitar hacer llegar todo un escuadrón de camelleros para registrar las cuevas y tomar apuntes. Era un descubrimiento único para la historia y la arqueología. Ya en 1933, las visitas de arqueólogos y geógrafos, eran constantes.


Tassili n’Ajjer, Desierto del Sáhara, Argelia

Fue en 1956, cuando Henri Lothe, un arriesgado etnógrafo y explorador, quiso ir más allá. Organizó una expedición con Tuaregs y avanzaron por peligrosos desfiladeros, pendientes y estrechos corredores entre las cavernas para ver qué había más allá, para ver cosas que los occidentales no habían visto jamás y que sólo los nativos conocían. Fue entonces cuando Lothe divisó un inquietante macizo denominado “Jabbaren”,palabra que en lengua Tuareg significa “Gigantes”.Fue algo asombroso, porque aquellas pinturas eran muy diferentes al resto. Ya no se mostraban escenas costumbristas de caza o de recolección, allí, simplemente, se alzaban, ante su asombrada mirada, extraños seres de cabezas redondas. Unas criaturas inmensas que parecían llevar una especie de escafandras.

La más impactante fue la de un ser que medía algo más de 6 metros y que nuestro explorador, Henry Lothe, no dudó en llamar “El Gran Dios Marciano” (es el que nos sirve de portada en este artículo).

Tassili, un libro ilustrado de historia… y algo más

Para la mayoría de arqueólogos e historiadores no hay duda: Tassili n’Ajjer es algo así como un legado histórico representado en pinturas rupestres. Más de 1.500 testimonios gráficos que nos muestran el pasado del Sahara en toda su maravillosa variedad biológica y costumbrista. Podemos ver flores, cipreses, olivares, tilos… ¿Y qué decir de la fauna? En las paredes de las cavernas de Tassili nos admiramos ante esos antílopes corriendo por las llanuras, ante los leones, las avestruces, los elefantes y esos ríos llenos de peligrosos cocodrilos. Un escenario lleno de vida muy diferente al desierto que es ahora.


Pinturas rupestres de Tassili

Vemos a los hombres cazando y nadando. Cultivando. Escenas cotidianas de un pasado milenario donde los científicos no ven nada extraño o inquietante. Es más, censuran despectivamente a hombres como Henry Lothe, que pusieron la etiqueta a determinadas zonas más antiguas de Tassili de testimonios del“arte marciano”.

Además de Lothe, posteriormente, apareció otro especialista llamado Erich Von Däniken que defendió, una vez más, el hecho de que muchas pinturas nos traían, en realidad, el testimonio de una época donde el hombre tuvo su primer contacto con criaturas de otros mundos, con dioses de grandes cabezas que establecían tratos y relaciones con la raza humana.


Pinturas rupestres de Tassili

Von Däniken, por ejemplo, nos llama la atención sobre una de las pinturas, ahí donde un grupo de “exploradores alienígenas” parecen acompañar a un grupo de mujeres hacia una especie de objeto ovalado semejante a una pequeña nave. Este tipo de afirmaciones son las que siempre causan la indignación de la comunidad histórica más férrea y prudente, incapaz de aceptar ideas tan arriesgadas como esta.

Sea como sea, las pinturas de Tassili son todo un escenario a descubrir. Un lugar del que cada uno de nosotros podemos obtener nuestras propias conclusiones. Las escenas costumbristas son todo un bello ejemplo de la la riqueza ecológica de un pasado en que el Sahara era aún un paraíso. Las pinturas donde aparecen esa extraña raza de gigantes son, aún, un reto para mentes curiosas como las nuestras, ávidas de nuevos enfoques e interpretaciones.

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