La Biblioteca de Alejandría: pérdida del conocimiento original de la sociedad

la biblioteca de alejandria perdida del conocimiento original de la humanidad
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La Biblioteca de Alejandría: pérdida del conocimiento original de la sociedad –

La Biblioteca de Alejandría en el juego Assassins Creed. Crédito: Ubisoft.

La Biblioteca de Alejandría fue conocida en tiempos viejos como el centro del conocimiento humano. ¿Fue destruida para eliminar esa sabiduría original?

Considerada como toda una «Biblioteca universal» del planeta antiguo. Llegó a albergar más de 900.000 manuscritos que fueron destruidos por una serie de desastres y guerras. Se piensa que todo el conocimiento científico de los griegos se perdió. Varios expertos dicen que su destrucción fue adrede.

Estaba ubicada en la ciudad portuaria de Alejandría, Egipto. Fue fundada en el siglo III a. C., por Ptolomeo I Sóter. Fue parte del Museo Alejandrino o «Santuario de las Musas». Quien la ideó fue el político Demetrio de Falero, con el objetivo de preservar todos los libros del planeta.

Biblioteca de Alejandría: biblioteca universal del conocimiento original

Cortesía: Collective Evolution.

El museo era un centro de culto con santuarios para cada una de las nueve musas, pero también funcionaba como un lugar de ensayo con áreas de lectura, laboratorios, observatorios y viviendas. Alejandría era una ciudad cultural y centro de investigación científica.

Entre sus áreas estaban: la retórica, leyes, épica, tragedia, comedia, poesía lírica, cronica, medicina, matemáticas y el saber natural. Se estima que toda la obra de la Antigua Grecia estaba ahí, como las obras de Homero, Sócrates, Platón y incluso la colección privada de Aristóteles (supuestamente).

Más de 100 académicos se alojaron en el Museo, ejecutando investigaciones científicas, publicando, traduciendo y recopilando manuscritos de todas partes del planeta: de Grecia, Egipto, Asiria, Persia, Israel, textos budistas, hinduistas, etc. Eruditos griego, como Platón, Heródoto, Teofrasto o Eudoxo de Cnido, iban a Alejandría a hacer investigaciones.

¿Su destrucción fue planificada?

Faro de Alejandría (Public domain).

El infame incendio ocurrió quizá alrededor del año 48, provocado por Julio César, durante su batalla de Alejandría. Aunque lo que pudo haberla destruido totalmente fue una serie de desastres del siglo II y III, como la Guerra de Kitos (115-117), en que los sublevados judíos destrozaron buena parte de la urbe egipcia, cuando la ciudad fue destrozada por Valeriano en 253, o en 273, cuando Aureliano la reconquistó para los romanos.

Lo más enigmatico es que no se han hallado remanentes arquitectónicos de la Biblioteca de Alejandría. conforme a Helena Blavatsky, en su texto Isis sin velo, unos rabinos de Palestina y unos llamados «hombres sabios» le comunicaron que los bibliotecarios y centenares de esclavos consiguieron salvar demasiados de los rollos y manuscritos.

Según el creador, Manly P. Hall, demasiados de esos libros que fueron salvados, habrían sido enterrados en Egipto y la India. También manifestó que permanecerían escondidos y que la sociedad todavía no revelaría «gran cantidad grandes verdades filosóficas y místicas». Este conocimiento estaría relacionado a una «continuidad de los misterios paganos del cristianismo». Para Hall, estos misterios simbolizan al verdadero cristianismo, inclusive mencionando que Jesús visitó Grecia y la India.

Dibujo de O. Von Corven (Public domain).

Para el creador, Lucio Russo, una gran parte de la investigación científica de los griegos se perdió. Por ejemplo, sabemos el nombre de Posidonio, un polímata que estudió varias áreas de el saber, pero toda su obra también está perdida. Tampoco se ha hallado los escritos de Herófilo, fundador de la medicina científica, ni de Ctesibio, inventor e ingeniero de Alejandría.

Por eso se piensa que la Biblioteca de Alejandría haya sido destruida adrede, para esconder estos conocimientos, inclusive para hacer algún tipo de «reinicio» o «reseteo» de ello. No sólo del presunto esoterismo del cristianismo temprano, sino de diferentes temáticas como la astronomía y la vida en diferentes mundos. Otro ejemplo crucial es que casi todos los escritos de Hiparco de Nicea («padre de la astronomía») se localizan perdidos incluso nuestros días.

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