Intraterrenos y la cronica oculta de las culturas subterráneas.

Gran cantidad culturas han poblado nuestro planeta, algunas de ellas eligieron vivir bajo Tierra, diferentes Cuentan episodios de encuentros con intraterrenos que han alimentado la leyenda del planeta subterráneo.

A lo largo de la cronica se han hallado vestigios de civilizaciones perdidas, de las que poco o nada se sabe. Varios las conocen como «culturas mamá», siendo las primeras que poblaron la Tierra, anteriormente de las más conocidas.

Estas culturas y su figura de vida podría ser uno de los mayores encubrimientos, incluso de el presente; culturas antiguas que vivieron bajo la Tierra, creando entramados de túneles que se conectaban entre sí. Un submundo desconocido para demasiados y que podría cambiar completamente la cronica de la sociedad.

La teología budista

El planeta intraterreno en la teología budista. Crédito: Karin Henseler / Pixabay

empezando con la teología budista, esta asevera con total rotundidad la existencia de vida bajo la Tierra. Se estima que una casta de seres superiores viven en un planeta subterráneo, encargados de supervisar el desarrollo de la sociedad.

igualmente se dice que mencionado planeta subterráneo está habitado por millones, en grandes ciudades, siendo la capital principal la ciudad de Shamballa.

En la creencia budista se tiene la certeza que el Soberano de este planeta subterráneo le ha dado órdenes al Dalai Lama del Tibet, quién sería su representante terrestre. Estos mensajes se transmiten mediantes miles de túneles ocultos que conectan al planeta interior de Agartha con el Tibet.

Las mitos de las villas nativos americanos

Santuario de Quetzalcóatl quien bajó al inframundo.  Flickr

Unas de las culturas que más basa su creencia en culturas subterráneas, son las americanas. Entre ella destacan las mitos de los Navajos, quienes enseñan que los predecesores del hombre vinieron de las entrañas de la Tierra.

Estos entes ancestrales tenían capacidades únicas y se observaron forzados a salir de su planeta debido a una gran inundación. En la superficie, transmitieron sus conocimientos y capacidades a la sociedad anteriormente de partir hacia un nuevo planeta.

Pero como los Navajos, los Indios Pueblo además cuentan que el origen de la sociedad se debe a divinidades que proceden del fondo de la Tierra.

El planeta interior estaba conectado a la gente de la superficie a través de una especie de puerta ubicada al norte.

Este último apunte se repite en distintas culturas antiguas que poco o nada deben de ver con los americanos, pues escritos viejos hallados en China, Egipto y en tierras esquimales además aluden de una inmensa entrada al inframundo o planeta subterráneo, ubicada «al norte».

igualmente aluden a una casta de entes que vive en este planeta subterráneo. Las mitos, además, aluden que sus ancestros llegaron desde un paraíso que se ubica en el fondo de la Tierra.

A sí mismo encontramos escritos viejos de Quetzalcóalt, uno de las deidades más importantes de los aztecas y toltecas, el cual cuenta que se esfumó en un «carro volador» durante ocho días. Tiempo que lo utilizó para visitar el planeta subterráneo.

Los Indios Hopi y los hombres hormiga

La leyenda Hopi de los

Pintura rupestre los hombres hormiga de los Indios Hopi. (Public domain)

Una de las historias más conocidas sobre mundos intraterrenos es la de los Indios Hopi. Ellos cuentan que sus antepasados escaparon de una «tormenta de estrellas» debido a la auxilio de los «hombres serpiente», quienes los llevaron a una ciudad ubicada en las profundidades de la Tierra.

Otra de las mitos Hopi cuenta sobre los «hombres hormiga», quienes los protegieron de las «tormentas de fuego y hielo».

Se han desvelado petroglifos y pintura rupestres perteneciente a los Hopi donde se pueden ver criaturas con antenas, altas y delgadas, representando a los hombres hormiga.

La Epopeya de Gilgamesh

En la epopeya de Gilgamesh además se nombra a una civilización viviendo en el inframundo. Crédito: Kadumago / Wikimedia commons

Otra de las primeras referencias que podemos localizar sobre mundos subterráneos, figura en la epopeya de Gilgamesh, la cual fue escrita hace unos 4.500 años.

Específicamente en la tablilla número 12, la cual se localizó en la ciudad de Nínive, quien fuera en el pasado la capital del imperio neo-asirio y la ciudad más grande del mundo hace 2.500 años.

Tanto en la ciudad, como en los relatos de la tablilla, se puede localizar una cronica encima del descenso de la deidad Ishtar hacia el inframundo y como esta se encuentra con entes fascinantes que habían creado un imperio desarrollado bajo la corteza de la Tierra.

Este relato además es mencionado en la mitología griega, el inframundo gobernado por Hades, el cual tiene una semejanza casi idéntica a Shamballa.

La ciudad subterránea de Derinkuyu

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La ciudad subterránea de Derinkuyu. Crédito:  Wikimedia commons

Derinkuyu es una ciudad turca que alberga poco más de 11.000 residentes. En los años 60, un hombre estaba remodelando su refugio y, al tumbar una de las paredes, se localizó con una habitación que jamás había observado.

Dicha habitación además conectaba con otra, esta a su vez con otra más. Los arqueólogos trabajaron en este hallazgo, dándose cuenta que habían desvelado la ciudad subterránea de Derinkuyu, la cual pudo haber sido construida por los hititas, hace unos 3.400 años en el pasado.

Los trabajos de excavación los hizo descender entre túneles y habitaciones, incluso 40 metros de profundidad, aunque esta está estimada en unos 85 metros.

Incluso la fecha solo han sido descubiertos 20 niveles de la ciudad, pero las autoridades solamente permiten «visitar» los primeros 8 niveles.

La leyenda de los Macuxíes

A comienzos del siglo XX, los últimos macuxíes contaban una leyenda en donde atravesaban una caverna para emprender un viaje de 13 a 15 días. Ese lugar era conocido como «el otro lado del planeta» y en el vivían los «hombres grandes», unos gigantes que llegaban a medir incluso incluso 3.50 metros de altura.

conforme a la leyenda, los macuxíes tenían como misión resguardar la entrada de la cueva de los intrusos, ya que solo los autorizados por la tribu podían entrar.

El viaje al interior de la cueva es una travesía única, donde debían bajar escaleras enormes, atravesaban terrenos llenos de flora, árboles frutales, pero donde además se localizan pozos ardientes y piedras hirviendo.

Lo más «raro» o alucinante de la leyenda de los mucuxíes es, cómo en un tramo del camino, debían tomarse de las paredes para después impulsarse y «volar» hacia el otro extremo, tal cual cosmonautas con gravedad cero.

El «otro lado del planeta» era narrado como un lugar donde la gravedad es menor que en la superficie Tierra, como si se tratase de otro mundo.

La leyenda cuenta que los macuxíes no mueren, sino que «renacen» en el interior del otro lado del planeta, siendo semi gigantes.

La Hermandad Blanca

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Hermandad Blanca, los entes cósmicos que llegaron a la Tierra. Crédito: Leandro De Carvalho ,/ Pixabay

Distintas culturas del planeta nos han dejado pistas de un planeta interior. Un lugar único donde una civilización supra-humana habita y permite solo el ingreso a los «llamados».

La mayor cantidad de referencias a este imperio intraterreno puede encontrarse en Oriente. Como se mencionó con anterioridad, Shamballa, el cual sería el primer centro físico de la Hermandad Blanca y la ciudad más notable de Agharta.

El nombre de Shamballa no es raro, inclusive ha aparecido en películas famosas y su búsqueda se remonta siglos en el pasado. A pesar de que ninguna de estas búsquedas fue fructífera, se encontraron indicios claros y gran cantidad inquietantes de sus residentes y sus funciones.

Los fundadores de esa ciudad fueron 32 entes de luz, o entes cósmicos que visitaron nuestro planeta al ver la oscuridad que lo cubría.

en cambio, se cuenta que la nave estelar que trajo a estos 32 entes fue diseñada, específicamente, para 33 pasajeros. Cada uno de estos entes representaba a una civilización cósmica.

El último ser, quién venía en representación de la constelación de Orión, estaba inmerso en un conflicto interno, por lo que se le prohibió realizar el viaje y, por lo tanto, la sociedad fue elegida como la reemplazante y la civilización número 33.

Quizás, es por esa razón que el número 33 está tan relacionado con la civilización humana, llegando a formar parte de sucesos tan importantes, como lo es el mismo Jesús, además llamado «humano supremo», quién murió exactamente a los 33 años de edad.

La Hermandad Blanca, durante su cronica, se ha encargado de inspirar a un sin número de personas en todo el mundo para que estas enciendan su propia luz interior.

El propósito de su misión es que las personas puedan revelar su sentido y misión real, que aunque se encuentra dormida en el interior de nosotros, puede ser activada solo si estamos abiertos a escucharla y asumir un compromiso por y para la sociedad.

No podemos negar las evidencias históricas y folclóricas que hay en todo el planeta en relación a estos mundos subterráneos. No se puede conocer si hoy en dia hay un planeta desconocido bajo nuestros pies, o si nos lo ocultan, lo que si podemos conocer es que algo existió en el pasado que inspiró a las antiguas culturas a crear estas historias.

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