Quinta Dimensión: el concepto místico y los síntomas del cambio de energía

Quinta Dimensión: el concepto místico y los síntomas del cambio de energía

La quinta dimensión es otro nivel de conciencia, libre de sensaciones negativas. Se dice que la humanidad trascenderá a esta dimensión superior.

El ascenso a la quinta dimensión sería un cambio de energía, un paso hacia una realidad superior a nuestra tercera dimensión material. También se conoce como ascenso espiritual. Hay varias señales o síntomas de este cambio, que se pueden identificar de una forma mental y física. No todos sienten estos síntomas (si no se está informado o abierto a la idea de otras dimensiones).

Según estos conceptos místicos, la realidad que observamos no sería la única en el universo, habría otras dimensiones con distinta física o naturaleza. Nuestra conciencia, nuestra mente, sería parte o una extensión de la llamada Fuente, una energía universal primordial. Esto es similar a conceptos del gnosticismo, donde el espíritu humano sería como una extensión de un dios primordial.

Fractales, dimensiones… imagen ilustrativa. Crédito: Activedia / Pixabay.

De la tercera a la quinta dimensión

Las dimensiones serían niveles de conciencia:

La tercera dimensión es nuestro mundo material, el cubo, con un tiempo lineal. Es donde la energía se vuelve materia densa. El ser humano tiene una percepción de dualidad (bueno-malo, positivo-negativo) y desea lo físico y el materialismo. El espíritu está encerrado en un cubo, obedeciendo leyes físicas y con potencial para cometer acciones egoístas o crueles.

La cuarta dimensión es el mismo Plano astral, el mundo onírico, que podemos experimentar a través de nuestros sueños o la meditación. Se siente menos densa que la tercera, y más fluida. Hay mayor libertad, pero todavía se siente miedo y pueden percibirse entidades negativas. Es una transición.

La quinta dimensión es la realidad superior, con una energía o luz pura, con una misma frecuencia electromagnética de la Fuente. No hay limitaciones físicas ni dualidad, tampoco hay miedo y se percibe una sensación de unidad, de amor incondicional y felicidad.

Viaje astral. Entrada a la cuarta dimensión. Crédito: Wikimedia commons.

Quinta dimensión y los síntomas del cambio de energía

Conectarse con la quinta dimensión es una expansión de nuestra conciencia, cuando logra «entonarse» con las frecuencias electromagnéticas de esta dimensión superior. Estas son las señales o síntomas de esta conexión, ya sea físicos o mentales:

Síntomas similares a la ansiedad psicológica: confusión, nerviosismo, angustia. Necesita meditación y relajación;

Respiración acelerada, nausea, sudoración, relacionados con la ansiedad;

Zumbidos en los oídos y vértigo;

Dolores de cabeza repentinos, especialmente cerca de aparatos electrónicos («aparatos de la matrix»),

Dolores en el cuello, espalda y antebrazos, tiene que ver con un aumento en la flexibilidad del cuerpo;

Hipersensibilidad al ruido;

Repentina aversión a productos alimenticios de animales;

Aumento en la apreciación de la belleza de la naturaleza;

Problemas para dormir, relacionado a un cambio en la percepción del tiempo;

Experimentar Efectos Mandela de una forma personal;

Aumento del interés en temas de religión, ufología, física cuántica, otras dimensionas, extraterrestres, etc.;

Una sensación de algo grande y misterioso que está ocurriendo en el mundo;

Conocimiento y posible interacción con entidades desconocidas, desde demonios hasta extraterrestres;

Esos serían varios de los síntomas de este despertar espiritual o energético, aquí hay más información.

Imagen ilustrativa de meditación y conexión con la quinta dimensión. Crédito: Activedia / Pixabay.

Este llamado cambio de energía (o ascenso espiritual) es precedido por un despertar espiritual, cuando el ser humano se da cuenta que la tercera dimensión no es la única realidad. Investigadores de este tema consideran que el Planeta Tierra ya está pasando por un cambio de energía, con infusiones de luz plasmática mientras el Sol transita por la constelación de Géminis.

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