UNA SORPRENDENTE TEORÍA ACERCA DE LAS EXPLOSIONES DE TIANJIN

UNA SORPRENDENTE TEORÍA ACERCA DE LAS EXPLOSIONES DE TIANJIN
La teoría  afirma que los proyectiles que impactaron en el puerto de Tianjin fueron “bombas quinéticas”, es decir, “flechas” de wolframio (un material enormemente resistente al calor) disparadas desde un satélite orbital. El ataque conllevaría un mensaje que solo se hace claro al atender a la información difundida por la agencia Reuters, la cual, una vez más, no estaría difundiendo una noticia, sino directamente fabricándola. Veámoslo.
La agencia facilitó ayer la cifra de 112 muertos y 95 desaparecidos (95 = 9 + 5 = 14; 1 + 4 = 5), un número absolutamente intencionado que nos remite al Salmo 112.5 de la Biblia: “Les va bien a los que prestan dinero con generosidad y manejan sus negocios equitativamente”, un mensaje cifrado que implica un reproche a China por la devaluación del yen, una medida que ha perjudicado enormemente a la Élite económica occidental.
UNA SORPRENDENTE TEORÍA ACERCA DE LAS EXPLOSIONES DE TIANJIN
El uso de proyectiles tan “primitivos” como flechas o balas de tungsteno obedecería a su vez a no incurrir en el uso de armas de destrucción indiscriminada, nucleares, biológicas o químicas, prohibidas por el tratado Salt II de 1979, evitando la “tentación” de provocar por parte del gobierno chino una respuesta análoga que conduciría al mundo a una situación irreversible.
El uso del wolframio explicaría el por qué se ha reiniciado su explotación justo cuando parecía haber caído en desuso. En España la empresa Saloro -con accionariado de E.E.U.U.- pretende extraer 1800 toneladas de dicho elemento al año de las minas de Barruecopardo, reabiertas a la par que la de San Finx, explotadas por Sacyr, y la de Almaharín, gesionada por la misma empresa que explota el petróleo de Kazajstán.
El wolframio se usaba para fabricar bombillas de tungsteno, ahora sustituídas por las de mercurio, mucho más contaminantes. Como arma estratética, el wolframio permite la fabricación de barras o flechas que, con 6 metros de largo y 30 cms. de diámetro, podrían ser lanzadas desde el espacio con un motor incorporado en su extremo que las guiaría a su destino. La fuerza propulsora sería exclusivamente la gravedad, que permitiría que cada proyectil impactase a una velocidad de 10.980 metros por segundo, lo que liberaría una cantidad devastadora de energía: el efecto explosivo equivaldría a entre 3 y 21 toneladas de TNT.
UNA SORPRENDENTE TEORÍA ACERCA DE LAS EXPLOSIONES DE TIANJIN
De las dos explosiones de Tianjin se nos dice que la primera ejerció una potencia de 3 toneladas de TNT, y la segunda de entre 8 y 9. El cálculo coincide, así como explica la desavenencia entre la explicación oficial de que estalló algún producto químico almacenado cuando el “lago” o cráter provocado por la segunda explosión, de una extensión de tres acres y que ha sido profusamente fotografiado, se halla fuera de la zona de almacenaje del puerto atacado.
Dejo al lector decidir sobre la veracidad de una teoría cuya coherencia es, con todo, enormemente sólida