Señal extraterrestre transmitida por la constelación Ara

Señal extraterrestre transmitida por la constelación Ara

Señal extraterrestre transmitida por la constelación Ara
El radiotelescopio MeerKAT, ubicado en el remoto desierto de Karoo de Sudáfrica, ha detectado una misteriosa señal de radio de la constelación Ara que podría revelar un tipo de sistema estelar completamente nuevo, o algo mucho más enigmático.
Los radiotelescopios no muestran una versión ampliada de lo que podríamos ver a simple vista, sino más bien la imagen de transmisiones de radio invisibles a través de la detección de un grupo de puntos blancos acompañados de una serie de datos para ser interpretados por los astrónomos. Mucho espacio para el error de interpretación.
Los astrónomos de MeerKAT observaron recientemente un extraño destello de extrañas emisiones de radio y esto en el transcurso de tres semanas. 
Este fue el primer descubrimiento de MeerKAT sobre una llamada “fuente transitoria”, un objeto que  durante un cierto período de tiempo varía en brillo. Otras observaciones de la misteriosa señal, apodada “MKT J170456.2-482100”, desde otros telescopios han revelado que se trataba de un sistema binario, un sistema en el que dos estrellas orbitan entre sí. Según los expertos, esto no es tan raro ya que los astrónomos han logrado comprender la verdadera estructura de los sistemas estelares binarios. 
Pero lo que hace que este sistema sea algo extraño es que no encaja en ninguno de los tipos conocidos de sistemas estelares binarios. 
Una de las estrellas ya ha sido bien documentada por los astrónomos en los últimos 18 años. Es la estrella TYC 8332-2529-1 que está a unos 1.800 años luz de la Tierra. Las observaciones obtenidas del gran telescopio sudafricano (SALT) muestran que esta estrella tiene su propio campo magnético y orbita una estrella misteriosa cada 21 días. 
Es precisamente este misterioso cuerpo celestial que ha desconcertado a los investigadores. Muchos sistemas estelares binarios se caracterizan por su propia enana blanca como una de sus mitades. Sin embargo, el misterioso compañero es mucho más grande que la mayoría de las enanas blancas, aproximadamente 1,5 veces la masa de nuestro Sol.
Las extrañas señales de radio podrían explicarse por las emisiones emitidas por una estrella gigante que orbita junto con una estrella similar al Sol. 
Sin embargo, el análisis espectral de la extraña estrella no ofrece evidencia que pueda sugerir esta teoría.
Entonces, ¿qué es este cuerpo celeste? 
Hasta ahora, los científicos aún no han logrado proporcionar una respuesta válida.
Ben Stapper, uno de los investigadores que está tratando de resolver el misterio, sugiere que esto podría ser evidencia de un tipo completamente nuevo de sistema estelar binario. 
Podría estar compuesto por una estrella gigante que orbita una estrella de neutrones. No se excluye que la estrella gigante esté orbitando un agujero negro. 
En los próximos años, el MeerKAT continuará monitoreando la misteriosa fuente de radio y esto cada cuatro semanas.
Los científicos esperan que el monitoreo continuo de este sistema estelar aclare las dudas que rodean esta misteriosa señal de radio. 
Y aunque la teoría más plausible es que es un tipo de sistema estelar completamente nuevo, otros científicos parecen tener una opinión muy diferente. 
Un experto de la Universidad de Harvard sugirió que este tipo de señales detectadas por los telescopios en la Tierra podrían ser evidencia de tecnología extraterrestre muy avanzada. 
El físico israelí Avi Loeb, del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian, sugirió que algunas señales de radio de otras constelaciones podrían ser la energía generada por grupos de “velas de luz interestelar” emitidas por naves extraterrestres del tamaño de 20 naves cruceros terrestres. 
El científico fue aún más lejos al afirmar que un transmisor de energía solar en un planeta dos veces más grande que la Tierra podría generar la energía necesaria para llevarlo a la Tierra.
Cualquiera sea la verdad sobre esta misteriosa señal, resultados como estos ofrecen aún más evidencia de que el cosmos es mucho más grande y extraño de lo que podríamos haber imaginado.