El Misterio de Los Amigos Imaginarios

Muchos de los niños que viven solo, es decir aquellos que no tiene hermanos tienden a tener un amigo imaginario, tal vez sea un amanera de no sentirse solos. Lo importante de esto es que esto da pie para desarrollar una historia de miedo, llena de misteriosos sucesos.

Se requiere de un tipo de personas y actitud controvertida para conformar un amigo imaginario, por ello es muy difícil determinar que tanto habla y convive un niño con ellos, y lo más importante, cuando es el momento  en que estos se convierten en amigo imaginario. Esta dificultad incluye a los adultos que hayan tenido amigos imaginarios en la infancia.

Muchos de ellos sostienen que aquellos amigos invisibles no tenían nada de imaginarios, que eran seres reales con quienes entablaban largas conversaciones y juegos; es decir, seres objetivos, aunque invisibles para los demás, con quienes se comunicaban e interactuaban diariamente.

Desde hace mucho tiempo se creyó que los niños se relacionan  de forma natural con lo sobrenatural, esto debido a que la mente es más abierta y no posee restricciones.

Para los niños lo sobrenatural es también una parte de lo natural, y de hecho están acostumbrados a vivir en un mundo donde el peso de la realidad objetiva y los productos de la mente se entrelazan constantemente.

La psicología sostiene que los amigos imaginarios son parte natural y hasta deseable del proceso evolutivo de una imaginación sana. Sin embargo, las cosas pueden tornarse más extrañas: niños que hablan con seres invisibles, que discuten con ellos, que juegan, que lloran, y que incluso llegan a comentar con adultos cosas que jamás podrían haber sabido por sí mismos.

 

 

 

 

 

Muchos de los niños que viven solo, es decir aquellos que no tiene hermanos tienden a tener un amigo imaginario, tal vez sea un amanera de no sentirse solos. Lo importante de esto es que esto da pie para desarrollar una historia de miedo, llena de misteriosos sucesos.

Se requiere de un tipo de personas y actitud controvertida para conformar un amigo imaginario, por ello es muy difícil determinar que tanto habla y convive un niño con ellos, y lo más importante, cuando es el momento  en que estos se convierten en amigo imaginario. Esta dificultad incluye a los adultos que hayan tenido amigos imaginarios en la infancia.

Muchos de ellos sostienen que aquellos amigos invisibles no tenían nada de imaginarios, que eran seres reales con quienes entablaban largas conversaciones y juegos; es decir, seres objetivos, aunque invisibles para los demás, con quienes se comunicaban e interactuaban diariamente.

Desde hace mucho tiempo se creyó que los niños se relacionan  de forma natural con lo sobrenatural, esto debido a que la mente es más abierta y no posee restricciones.

Para los niños lo sobrenatural es también una parte de lo natural, y de hecho están acostumbrados a vivir en un mundo donde el peso de la realidad objetiva y los productos de la mente se entrelazan constantemente.

La psicología sostiene que los amigos imaginarios son parte natural y hasta deseable del proceso evolutivo de una imaginación sana. Sin embargo, las cosas pueden tornarse más extrañas: niños que hablan con seres invisibles, que discuten con ellos, que juegan, que lloran, y que incluso llegan a comentar con adultos cosas que jamás podrían haber sabido por sí mismos.