Aprende a protegerte contra el mal: el Gran Poder de los Amuletos.

Desde los inicios de la cronica los entes humanos han querido protegerse de funestos destinos o llamar la buena fortuna por medio de objetos considerados de llegar. Cada civilización tiene amuletos según sus creencias con los que se identifican, aunque demasiados de ellos bastantes similares en su figura u origen.

Se podría decir que los amuletos son varios de los objetos que acompañaban al hombre desde sus inicios, porque los estimaba como una figura para huir de los males físicos, morales o espirituales. Los primeros amuletos eran objetos naturales como piedras, maderas talladas o cristales naturales. Posteriormente se optó por poseer objetos de uso diario que por el sólo hecho de haber sido usado por otra persona o haber sido parte de un hecho, se guardaban con la creencia que tendrían cierto poder.

El escarabajo era utilizado por los soldados egipcios para protegerse del peligro en las batallas o la herradura como defensor del hogar y buen canalizador de energías, muy utilizado por los romanos para salvaguardarse de la peste. Otro ejemplo es el trébol de cuatro hojas para dar buena suerte, el laurel signo de la victoria y el éxito, el elegante en el que creer los hindúes para asegurarse los bienes que tienen o la Trinidad Celta que representa a la trinidad (chica, mamá y anciana) el equilibrio entre mente, cuerpo y alma.

Diferencia entre Amuleto y Talismán

Los amuletos y talismanes son pequeños objetos en los que depositamos nuestros deseos e intenciones. Estos elementos pueden contener determinadas frases o dibujos de concepto esotérico para llamar las fuerzas psíquicas necesarias que puedan cambiar el rumbo de nuestros destinos.

La palabra «amuleto» proviene del latín amuletum, Consiste en cualquier objeto portátil al que se le atribuye alguna virtud sobrenatural: llamar la buena suerte o asegurar la protección de su dueño. Los amuletos suelen ser: gemas o piedras, estatuas, monedas, dibujos, colgantes, anillos, plantas, animales, entre diferentes, para repeler al diablo o a la mala suerte. En Naturalis Cronica de Plinio el Viejo, se hace la primera mención a esta palabra que significa «un objeto que protege a una persona frente a un inconveniente».

Aprende a protegerte contra el mal: el Gran Poder de los Amuletos

Cortesía: Wikimedia Commons

El talismán, proveniente de la palabra árabe Tilasm, y del vocablo griego Teleo, que significaba «consagrarse» y «completo». Es un objeto consagrado por medio la realización de un ritual mágico. igualmente se lo puede definir como un amuleto que lleva una inscripción mágica o sagrada al que se le atribuye poderes ocultos de influencias de mundos y configuraciones celestiales

El ojo Turco

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En Turquía, el ojo turco es muy conocido como elemento de protección contra las malas energías, específicamente contra el llamado «mal de ojo», que según las creencias la capacidad de una persona para realizar daño a otra sólo con su mirada. Se utiliza colocándolo en casa, llevándolo en una joya o tatuado en tu cuerpo. Para quienes sí admiten en el poder de esta figura, se trata de una protección muy energica. igualmente se le puede ver en las entradas de las viviendas o locales comerciales, en la ropa de los recién nacidos como un pequeño prendedor o colgando en el interior de los automóviles.

Los ojos turcos se elaboran manualmente en cristales de colores en figura de gota alrededor de círculos concéntricos. igualmente hay amuletos más elaborados hechos con piedras semipreciosas.

Este amuleto cuyo nombre en turco es Nazar boncuk, puede ser observado en diversos combinaciones de colores, siendo el azul es el más popular. Hay dos versiones para aclarar el uso de este color: una de ellas refiere que ya era usado por los griegos en sus viajes en alta mar, así que la combinación de azul y blanco representaría la unión de las divinidades a quienes pedían protección. La otra versión sostiene que el color azul está inspirado en los ojos de los nórdicos que invadieron la parte asiática de lo que hoy se conoce como Turquía. Los turcos observaron en los nórdicos a adversarios que podían transmitirles mal de ojo y traerles desgracias, por lo que empezaron a elaborar y usar ojos turcos de color azul, simbolizando la mirada de aquellos.

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La función del ojo turco como una protección es «distraer» la mirada de la persona que desea realizar daño, para que de esta figura su energía negativa quede neutralizada y no cumpla su objetivo. En el suceso de los recién nacidos, se utiliza un pequeño ojo turco atado a su muñeca, aunque además puede estar enganchado a su ropa.

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Aunque los colores tradicionales son el azul claro, azul oscuro y blanco, hay diferentes versiones que poseen diferentes significados:

  • Si es de color rojo, es protección para el amor.
  • Si es amarillo, protege contra las dolencias.
  • Si es blanco, se utiliza para equilibrar las energías en espacios como viviendas, oficinas o comercios.

Como apunte curioso, el ojo turco ha servido como signo de algunas señales: una aerolínea en Turquía llamada Fly Air y un motor de juegos llamado CryEngine lo usan como parte de su imagen corporativa.

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Si tu ojo turco llega a caerse, romperse o comienza a agrietarse, la creencia dice que es porque el amuleto ha cumplido su misión de protección al retener la energía negativa de otra persona, y que por lo tanto es instante de sustituirlo por uno nuevo. Si el nazar es robado, quien lo toma se lleva la energía negativa que haya recogido el amuleto.

Aunque hay que llevarlo puesto, hay personas que prefieren tener un abalorio de ojos turcos, guardarlo en su bolso y sacarlo cuando sienten que precisan repeler las energías negativas.

La Trampa del Diablo

La Trampa del Diablo, conocido desde hace más de 6 mil años, es uno de los talismanes más viejos utilizados contra la negatividad, las seres demoníacas, el mal de ojo y la hechicería.

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La Trampa del Diablo fue venerada por las villas asirio y persa, utilizada como amuleto personal o como un objeto defensor para el hogar. En el presente, los entendidos en esoterismo y magia ceremonial continúan confiando en el poder de la Trampa del Diablo, sobre todo para neutralizar seres negativas.

La figura exterior de la Trampa del Diablo es circular, pero su perfil es de figura cóncavo (parecida a un cuenco). En la línea de la espiral descendente se localizan grabados símbolos, oraciones de protección y una antigua bendición, (desde afuera hacia adentro).

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La Trampa del Diablo era tradicionalmente confeccionada en arcilla y metal. Posteriormente el metal predominó sobre la arcilla dada su durabilidad. conforme con místicos y espiritistas, el funcionamiento de la trampa era facil porque atrapaba toda la negatividad dirigida al portador.

Servía además contra criaturas demoníacas, seres malignas o personas con malas intenciones, que son atraídas hacia el interior del cuenco y una vez allí no pueden huir, debido a la desconcierto que les provoca la espiral de oraciones. La Trampa del Diablo actúa de la misma figura que un círculo de sal o un pentagrama: encerrando a los entes de naturaleza negativa, e impidiendo que puedan usar sus poderes.

Cuando el portador estimaba que estaba con la negatividad, activaba la protección frotándola suavemente durante un instante con los dedos.

Para emplearlo en el hogar, se colocaba la trampa colgada en la entrada para atrapar cualquier maleficio o alma negativo que intente acercarse y causar daño a los residentes de la morada.

La Medalla de San Benito

Los orígenes de la medalla de San Benito datan de siglos atrás. San Benito nació en Nursia, Italia en el año 480. Su primer milagro fue el de ayudarle a una pobre doncella angustiada por haber roto un jarrón ajeno, San Benito sintió compasión, oró y bendijo a la triste doncella e inesperadamente el jarrón que se hallaba en pedazos quedó como nuevo.

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Tiempo después, cogió la decisión de aislarse totalmente y vivir en una zona deshabitada para dedicarse sólo a orar. Fue allí donde varios hombres que además huían de la pecaminosa vida de la ciudad encontraron al santo y se convirtieron en fieles seguidores de sus enseñanzas. sin embargo, el mal acechaba continuamente a san Benito y un día, varios de sus falsos seguidores le ofrecieron una copa de vino y un pan envenenados, pero san Benito bendijo la comida anteriormente de ingerirlos y la copa voló en mil pedazos. Tras este atentado el santo se trasladó con varios de sus verdaderos discípulos al Monte Casino y tras ayunar 40 días, inició la edificación del monasterio, fundando la Comunidad de Benedictinos en el año 530. Los milagros del santo no se hicieron esperar y tras una vida llena de sabiduría y entrega total, falleció el 21 de marzo del año 543.

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se comenta que en 1415 fueron encontrados los manuscritos en donde se explicaba la simbología inscrita de esta medalla, pero fue solo incluso 1880 en la conmemoración del décimo cuarto centenario de su nacimiento, cuando el superior Abad del monasterio dio a conocer la medalla de san Benito, cuyo concepto real había sido un enigma durante largos años.

En la parte posterior se encuentra una representación del santo, quien sostiene en la mano derecha una cruz que se eleva hacia el firmamento, y en el brazo izquierdo el texto abierto con la santa Regla. En el fondo se aprecia un altar, además de un cáliz del que sale una serpiente, para recordar el capitulo de la vida del santo cuando quisieron envenenarlo.

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La devoción a la medalla de san Benito se hizo popular en el año 1050 tras la curación milagrosa del hijo del Conde Ugo de Eginsheim en Alsazia. Brunone, quien fue curado de una gravísima dolencia después de que se le impuso la medalla de san Benito, se hizo monje benedictino y llegó a ser Sumo Pontífice: San León IX, quien murió en 1054.

Alrededor de la medalla están acuñadas estas palabras: «EIUS IN OBITU NOSTRO PRESENTIA MUNIAMUR» (Podemos ser protegidos con su presencia en la hora de nuestra muerte). Al frente de la medalla se encuentra la cruz de San Benito y las iniciales de un texto. Estos versos son muy viejos. Aparecen en un manuscrito del siglo XIV que testimonian la fe en el poder de Dios y del santo.

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Las gracias que los fieles han obtenido con la medalla y la cruz de san Benito son:

  • Su energica intercesión contra los maleficios y diferentes influencias diabólicas.
  • El alejamiento de personas que poseen malas intenciones,
  • La curación de los animales que padecen plagas o maleficios.
  • La auxilio a superar las tentaciones.
  • Las imaginaciones y vejaciones del demonio sobre todo contra la castidad.
  • La conversión de un pecador, particularmente cercano a la muerte.
  • Destruir o realizar ineficaz un veneno.
  • Alejar las plagas.
  • La restitución de la salud de quienes sufren cálculos y hemorragias.

La efectividad de la medalla de San Benito es reforzada cuando es bendecida. El sacerdote suele pronunciar una oración cuyo contenido aclara a los fieles que la protección contra el mal no la obtienen del objeto, sino de Dios.

La Cruz de Caravaca

La cruz de caravaca ha ido ganando cada vez más devoto ya que, además de su concepto religioso, su iconografía además guarda relación con el planeta esotérico. Cuenta la leyenda que la cruz, que contiene una reliquia de la cruz original donde fue crucificado Jesucristo, fue llevado por dos ángeles desde Jerusalén incluso la población murciana de Caravaca.

Aprende a protegerte contra el mal: el Gran Poder de los AmuletosCastillo Santuario de la Vera Cruz, Caravaca de la Cruz, Murcia España. (Wikimedia Commons)

Todo empezó en un municipio situado en Murcia en 1232, cuando el soberano musulmán Zayd Abu Zayd preguntó al sacerdote sobre cuál era su oficio, este le contestó que su misión era evangelizar y educar la palabra cristiana en la misa. El soberano le pidió una demostración, a lo que el sacerdote le contestó que faltaba un elemento muy notable, la Santa Cruz. En ese mismo instante, dos ángeles entraron en el recinto cargando la cruz de Caravaca posándose en la punta del altar. Esto causó tanta impresión a Zayd y sus seguidores que inmediatamente se convirtieron al cristianismo. desde aquel momento, el sitio ha sido objeto de culto y de veneración siendo miles las peregrinaciones que continuaron a lo largo de los siglos.

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Es frecuente portar una cruz de caravaca como un pendiente ya que se usa contra el mal de ojo, contra la magia negra y como protección contra todo mal como las envidias de terceros.

De igual modo, se dice que auxilio a conseguir armonía en todos los aspectos de nuestra vida, a recuperar parejas, para mejorar en el trabajo o bien conseguir mejor economía y, en concluyente, para llamar la buena suerte.

Por otra parte, la cruz de Caravaca está muy presente en rituales ya que sirve como foco de atención para pedir auxilio y auxilio a llamar energías positivas. Es notable que esté bendecida.

Otro de los beneficios es la protección contra dolencias, por sus propiedades de sanación.

Omamori

En Japón hay la creencia de que llevar un amuleto o talismán en el que se concentre el poder de las deidades sintoístas o budistas protege al portador de las desgracias. Es normal conseguirlos en los santuarios y los templos, y son gran cantidad las personas que los compran aprovechando la primera visita del año a un lugar santo.

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Según la creencia japonesa, los omamori cuidan al portador de cualquier infortunio y dan buena suerte. Demasiados de estos objetos tienen representaciones de las deidades sintoístas o deidades budistas, una inscripción con su nombre, algún mantra o caracteres sánscritos. asimismo, suelen estar envueltos en una tira de papel, madera o tela. Desde la antigüedad, los japoneses pensaban que las deidades están en todos los elementos de la naturaleza, de ahí que llevarlos consigo los protegiera de las desgracias. Con el tiempo, se fue difundiendo además la creencia de que acudir a los santuarios religiosos era motivo de beneficios, de ahí que se empezara a utilizar los ofuda como amuletos y diferentes objetos relacionados con estos zonas santos. Al ser el budismo y el sintoísmo dos religiones distintas, la concepción de los respectivos zonas de culto y sus amuletos difiere: en los santuarios sintoístas, los amuletos contienen el alma de las deidades, mientras que, en los templos budistas, se trata de talismanes que simbolizan el poder de ritos y ceremonias como la lectura de sutras.

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La variedad de amuletos según sus propósitos es gran cantidad amplia: buena salud y longevidad, aprobar algún examen notable, una relación de pareja ideal, un parto sin complicaciones, un negocio próspero, un hogar seguro, protección en la carretera, etc. igualmente hay objetos con el mismo propósito que se colocan en las viviendas, como los ofuda, que suelen ir en las columnas o a la entrada, y los manekineko, figuras con figura de felino que adornan las residencias y los establecimientos comerciales para llamar la prosperidad.

En los santuarios sintoístas, se recomienda comprar sustituir al año al que ya se poseía, bajo la creencia de que, cuanto más nuevo sea un objeto, menos impurezas tendrá. Según las costumbres japonesas, no se suele hablar de comprar talismanes, sino de hacer una ofrenda monetaria por a cambio del omamori. En los templos budistas y los santuarios sintoístas tienen asignada una zona donde se recogen los distintos tipos de amuletos viejos. Posteriormente, se celebra una ceremonia en la que se queman con fines purificadores, para devolverlos al firmamento.

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