El ser humano conecta más fácilmente con las emociones negativas ya que están vinculadas a nuestro sentido de la supervivencia. Sin embargo, dicen que donde hay lágrimas hay esperanza, y en nuestro espacio de ciencia Mado Martínez nos habla del poder de las emociones positivas sobre nosotros mismos y sobre lo que hay a nuestro alrededor.

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