Las crónicas de Akakor

Las crónicas de Akakor

La Crónica de Akakor, son un conjunto de relatos escritos por la tribu de los Ugha Mongulala que habitan en la selva del Amazonas en Brasil y que contiene más de 15 mil años de historia, desde la llegada de sus Dioses civilizadores hasta la década de los 70’s en nuestra época.

Originalmente fueron escritos en el lenguaje de sus Maestros Antiguos (Dioses) sobre cortezas de árboles. Los relatos fueron transmitidos en forma oral por el príncipe de la tribu de los Ugha Mongulala (tribus escogidas aliadas), Tatunca Nara, al periodista alemán Karl Brugger (Múnich1942Río de Janeiro3 de enero de 1984) quien habría sido un reportero y escritor de origen alemán con estudios en Sociología e Historia, que además trabajó como colaborador para la ARD, un canal público de televisión de Alemania.

A inicios de 1984 Karl Brugger sería asesinado por un desconocido quien le disparó cuando paseaba por las playas de Ipanema, Brasil. Se denunció que en los días posteriores a su muerte, el consulado alemán habría entrado a su departamento para llevarse toda la documentación privada del periodista.

 En forma cronológica lo primero que narra la crónica es la llegada de los Dioses o Maestros Antiguos en el 13.000 A.C. procedentes del espacio exterior, quienes seleccionaron a las tribus aborígenes en la zona del Gran Río (Amazonas) para transmitirles cultura y acabar con su salvajismo, enseñándoles a cultivar la tierra, a respetar las leyes de la naturaleza y las leyes que ellos mismos les legaron para preservar el bien común. Construyeron grandes ciudades de piedra tanto en la superficie como subterráneas, con templos para la adoración del Sol, pirámides con fines espirituales y largos túneles que atraviesan bajo tierra desde las actuales zonas de Perú y Bolivia hasta Brasil y Venezuela. Transcurridos 3 mil años desde su llegada, los Dioses regresan a su mundo, fecha que fue fijada en la cronología de la Crónica de Akakor como la Hora Cero (o el año cero, que corresponde al 10.481 A.C.).

En el libro nos asegura que los Ugha Mongulala, son descen­di­entes de dioses venidos del cielo, de un sis­tema plan­e­tario lla­mado Schw­erta. También cuenta que estos Dioses eran los artí­fices de un sis­tema de túne­les que recor­ren toda Sudamérica conectando 26 ciudades que ellos mismos construyeron, tres de las cuales fueron elegidas como principales; Sus nombres son Akakor, Akahim, Aka­nis.

Algunos lugares místicos como Cuzco y Mac­chu Pic­chu representan para ésta “leyenda” enclaves conec­ta­dos a este entra­mado de túne­les siendo uti­liza­dos, aunque par­cial­mente, por los indios en la actualidad.

La Leyenda de los Ugha Mongulala

La crónica cuenta la historia milenaria de Sudamérica desde la perspectiva de la civilización más antigua del lugar: Los Ugha Mongulala, revelando muchas incógnitas que la historia y la arqueología no han podido explicar hasta nuestros días, como la construcción de Tiahuanaco y Machu Picchu. Incluso la ubicación de la ciudad de Akakor de los Ugha Mongulala no ha sido encontrada debido a la inmensidad de la selva amazónica.

Tatunka afirmó a Karl Brug­ger que, en la ciu­dad de Akahim se con­serv­a­ban en la actualidad aparatos téc­ni­cos y naves espa­ciales pertenecientes a éstos Dioses y que, cerca de esta ciu­dad exis­ten tres enormes pirámides (a unos doce kilómet­ros de la misma). Igual­mente, el jefe indio con­fir­maría que los dioses esta­ban ini­ciando su regreso a la Tierra; la prueba de ello??es que los extraños inge­nios guardados en las galerías sub­ter­ráneas esta­ban en pro­ceso de acti­vación.

 

La Crónica de Akakor está dividida en cuatro partes y abarca un período de algo más de diez mil años de la vida del pueblo de Mongulala. Contiene importantes sucesos económicos y culturales de una evolución que alcanzó su punto culminante en 1944 con la llegada de dos mil soldados alemanes. El original fue escrito con antiguos jeroglíficos en vasijas y pieles de animales, y luego también en pergaminos.

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