Descubren un nuevo planeta con altas probabilidades de cobijar vida

Estos dos últimos años están siendo un regalo para todos los que aman el espacio. A pesar de la oscuridad de las regiones del Universo, se han descubierto nuevos mundos que podrían ser candidatos idóneos para albergar vida. El más reciente fue el Sistema Solar Trappist-1, con tres de sus planetas en la zona habitable; el otro Próxima b, a solo 4 años luz. Pero los dos descubrimientos se han descartado porque son lugares más hostiles de lo pensado.

El actual punto de mira es un nuevo exoplaneta al que se ha descrito como el más emocionante de la última década. A 40 años luz, girando alrededor de una enana roja LHS 1140 en la constelación Cetus, se halla un planeta rocoso con una masa alrededor de siete veces más que la de la Tierra y un radio 1,4 mayor. Esta información hace pensar quepodría cobijar un núcleo de hierro denso envuelto de rocas igual que el que posee nuestro planeta.

La súper-tierra, bautizada como LHS 1140b, orbita dentro de la zona habitable de su estrella anfitriona, y lo hace 10 veces más cerca que la Tierra del Sol. Sin embargo, debido a que su luz es más tenue y débil, no hierve su superficie y recibe la mitad de radiación que a nosotros nos llega de de nuestra estrella. En otras palabras: a pesar de la proximidad, podría haber agua líquida y una atmósfera.

M. Weiss/CfA

Se calcula que el planeta tiene 5.000 millones de años de vida y que no siempre fue hospitalario. Una enana roja, cuando es joven, emite tanta radiación que puede volatilizar la atmósfera y transformar ese mundo en algo más parecido a Venus que a un entorno amable. La esperanza de que ahora no sea así radica en que al tener un tamaño más grande que la Tierra podría haber conservado su atmósfera gracias al vapor generado por los océanos de lava que en un pasado pudieron existir en su suelo.

“No podíamos esperar un objetivo mejor para realizar una de las mayores búsquedas en la ciencia: la búsqueda de pruebas de la vida más allá de la Tierra”, expresó Jason Ditton, astrónomo del Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian y uno de los autores del estudio.

El nuevo mundo que entusiasma, y que acerca el artículo publicado en Nature, se detectó con el telescopio M-Earth de Chile. En septiembre de 2014, se observó un pequeña disminución de la luz de la estrella y se intuyó que podría deberse a que un planeta lo estaba cruzando. Para desvelar más características, con el Telescopio Espacial Hubble y el próximo Telescopio Extremely Large de la ESO, que se terminará en 2024, se seguirán sus pasos.


Source: Mundooculto.es