La hipótesis del tiempo fantasma, ¿qué pasó con el “tiempo”?

Todo el mundo ha tenido un momento en su vida en el que ha murmuró para sí , “Wow, ¿dónde fue el tiempo?” Puede haber sido después de una noche loca de fiesta, o una gran conversación con un amigo, o mientras estabais intensamente concentrados en un proyecto. A veces podemos experimentar horas como minutos, semanas que parecen días, y años que parecen meses. El tiempo va y viene, desapareciendo rápidamente en la nada.Pero unos años concretos de la historia podrían haber llevado el concepto más allá, y no haber existido jamás en absoluto. Así lo afirman los historiadores alemanes Herbert Illig y Hans-Ulrich Niemitz, refiriéndose a los años entre 614 d.C. al 917 d.C. como tiempo fantasma.

La hipótesis del tiempo fantasma, ¿qué pasó con el “tiempo”?

Vamos a empezar por el principio… el principio del tiempo registrado. El calendario más antiguo del mundo se cree que data del 8.000 a.C., según la Comisión Real de Monumentos Antiguos e Históricos de Escocia. A medida que las civilizaciones del mundo han evolucionado, cada una de ellas ha desarrollado sus propios calendarios individuales a base de fases lunares y temporadas de cosecha.

A partir del 1 de enero, del año 45 a.C., el calendario Juliano fue el calendario predominante en gran parte del mundo durante los próximos 1600 años, hasta que el Papa Gregorio XIII instituyó el calendario gregoriano en 1582. 

Un historiador alemán con el nombre de Heribert Illig publicó por primera vez en 1991 su teoría sobre que en la historia faltan 297 años de tiempo, y que no vivimos en el año 2013, sino en 1716. Estos años que faltan se deben  probablemente a un “accidente, o a la mala interpretación de documentos.” Pero el tiempo que falta, sin duda podría explicarse debido a la conmutación de los calendarios a través de los siglos que dieron lugar a errores de cálculo y errores humanos. Así que la pregunta sigue siendo: ¿a dónde fue todo ese tiempo?

Un colega historiador de Illig cree en laHipótesis del tiempo fantasma, citado en un artículo de investigación de 1995 (revisada en 2003) que trata de demostrar que los años desde el 614 d.C. al 917 d.C. nunca ocurrieron. Se basa en pruebas varias, como por ejemplo la capilla de Aquisgrán, que aunque supuestamente fue construida en el año 800 d.C., tenía similitudes arquitectónicas con capillas construidas al menos 200 años más tarde. Durante este período de tiempo también el Imperio bizantino se sometió a una reforma masiva del gobierno, sin embargo, “no existen fuentes históricas de la supuesta reforma en este periodo.”

Además, Neimitz utiliza la falta de documentación de la amplia expansión de la religión del Islam por toda Persia y Europa y la inactividad del pueblo judío durante una época de gran agitación como otra evidencia. Mediante la conexión de todos los puntos, explica Niemitz, se hace palpable que estos 297 años no aparecen en la historia de muchas culturas y civilizaciones diferentes.

Teniendo toda la información y pruebas, parece que la respuesta a la pregunta del principio de “¿dónde ha ido el tiempo?” Es absolutamente a ninguna parte