Extraterrestres observan la Tierra desde la Luna

Extraterrestres observan la Tierra desde la Luna

A fines de la década de 1970, el programa Apolo colocó a dos hombres en el lado visible de la Luna, se recolectaron cientos de libras de roca y ha sido objeto de estudio durante varias décadas. Pero muchos se preguntan por qué no regresaron.

Extraterrestres observan la Tierra desde la Luna

Algunos investigadores afirman que la Luna es una gran bola artificial metálica. Y la ciencia refuta todas estas hipótesis, proporcionando diferentes muestras y pruebas.

Otros indican que el hombre nunca fue a la Luna y que todo fue una producción cinematográfica, y que las imágenes que nos mostraron son realmente parte de una súper producción con un final feliz.

Y a lo largo de los años, la Luna ha sido objeto de controversia y especulación … ¿pero nos mostraron toda la realidad?

En las últimas misiones de Apolo, se podían fotografiar las supuestas estructuras lunares de miles de años. ¿Podría la Luna ser un lugar de observación para una supuesta civilización extraterrestre?

Alan David era un ingeniero electrónico y de comunicaciones contratado por la NASA para gestionar las comunicaciones enviadas por el Apolo 11 en su primera misión tripulada a la Luna.

Estas comunicaciones, entre llegar a la Tierra y luego ser transmitidas al público en general, fueron “demoradas” como resultado de un procesamiento moderado por parte del personal de la NASA.

El ingeniero Alan David estaba destinado a recibir estas emisiones en España, pero estaba lejos de imaginar que lo que vería esa noche el 16 de julio de 1969 cambiaría su vida para siempre.

Según él, podía ver imágenes en el monitor que no correspondían al desolado Mar de la Tranquilidad, donde aterrizarían el módulo Águila y su tripulación.

En cambio, los astronautas filtraron inadvertidamente supuestas imágenes de superestructuras lunares desmoronadas.

Desde esa noche, sabía que la gente común nunca vería estas imágenes y de repente se encontró navegando solo en medio del descrédito académico. Y hasta su muerte, siguió diciendo “su verdad”.

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