¿Nuestros entes queridos nos esperan en el instante de nuestra muerte?

Se han registrado sucesos de personas que, en su lecho de muerte, han exclamado ver a sus entes queridos fallecidos, aunque las diferentes personas que se localizan alrededor suyo no puedan verlos. Durante décadas se creyó que no eran más que simples alucinaciones, pero un nuevo ensayo revela que es más real de lo que creemos.

Christopher Kerr es un médico hospicio que al lado a su equipo, entrevistó a más de 14.000 personas con dolencias terminales. De esta forma se han convertido en el primer equipo en investigar a profundidad los sueños y visiones que las personas tienen en su lecho de muerte.

El ensayo declaró que la mayor parte de las personas sufren alguna experiencia en los días más próximos a su deceso, teniendo prácticamente sueños iguales:

  • El 72% de los pacientes soñaron con sus entes queridos fallecidos.
  • El 59% soñaba con viajes y preparativos para uno.
  • El 29% soñó con sus entes queridos incluso vivos.
  • El 28% soñó diferentes tipos de experiencias «significativas».

La tranquilidad de ver a los entes queridos al morir

Los entes humanos tienen una tranquilidad demasiado mayor en su lecho de muerte cuando sueñan con sus entes queridos ya fallecidos. Crédito: piqsels.com

Otro aspecto notable que declaró el ensayo fueron los distintas niveles de tranquilidad y paz que estos sueños brindaron a los enfermos terminales.

Calculando en base a 5, siendo este número el máximo y el 1 el más bajo, desvelaron que las personas que tuvieron sueños con sus entes queridos ya fallecidos mostraron un nivel de 4.23 y los que soñaron con entes queridos incluso con vida tuvieron 3.03.

igualmente se reveló que la mayor parte de estos sueños eran vívidos y veían a estos entes queridos ya fallecidos en la sala donde estaban al lado a sus diferentes familiares o doctores. El resto de personas en la habitación eran incapaces de verlos.

Para respaldar su argumento, Kerr cuenta el suceso de una de las pacientes de nombre Mary, quien estaba al lado a sus cuatro hijos.

Durante los días previos a su fallecimiento, los presentes se sorprendieron de verla «cargando» un bebé que nadie podía ver. Mary lo llamaba Danny, pero ninguno de sus descendientes sabía quién era.

Al siguiente día, cuando la hermana de Mary los visitó y le contaron lo ocurrido, la doncella explicó que Danny fue el primer hijo de Mary quién había fallecido.

Su muerte le había afectado a tal punto que Mary jamás volvió hablar sobre él, pero en su lecho de muerte sintió que volvía a tenerlo en sus brazos y le acompañaba en sus últimos días, llenándola de paz y tranquilidad.

Demasiados pacientes sufrieron acontecimientos semejantes los días previos a su fallecimiento.

Un cambio de pensamiento

¿Nuestros seres queridos nos esperan en el momento de nuestra muerte?

Christopher Kerr al lado a diferentes médicos ha cambiado por completo su percepción de los sueños y sus efectos. Cortesía: bizjournals.com

El Doctor Kerr era completamente escéptico al asunto de los sueños o que estos puedan significar más que una sencillo visión.

en cambio, los sucesos estudiados en su hospicio Buffalo, en Nueva York, le hicieron cambiar completamente el modo en que veía la muerte.

en cambio, de algo está seguro; ningún personal médico en el planeta está completamente preparado para tratar este tipo de sueños o visiones.

Pero Kerr no es el singular que ha cambiado su forma de pensar alrededor a los sueños. Desde hace años hemos observado como médicos han comenzado a hablar de los sueños de una forma distinto, como Julia Mossbridge, una neurociéntifica gran cantidad reconocida quién asombró a todos al manifestar que los sueños pueden predecir el futuro.

No hay duda que, al instante de dormir, nuestra mente alcanza niveles de percepción demasiado más elevados que al estar consciente. Al instante de nuestra muerte estos niveles deben ser demasiado más superiores, pues nuestro cuerpo físico está no encontrando el control en nosotros ¿Accedemos a otro plano y por eso nuestros entes queridos nos visitan para darnos paz o para guiarnos a nuestros próximo destino?

¿Nuestros entes queridos nos esperan en el instante de nuestra muerte? 

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