Para que quieren oro los extraterrestres

Para que quieren oro los extraterrestres

Para que quieren oro los extraterrestres

Si todo ese oro que cuentan las historias son para seres de otros mundos, razas extraterrestres, ¿para qué necesitan tanto oro? Se trata de civilizaciones muy avanzadas, donde es muy seguro, que el acopio de riquezas no se encuentre entre sus prioridades, así que tiene que ser algo mucho más importante que el poder e importancia que nosotros le damos a este metal. La respuesta, según personas que estuvieron en aquellos encuentros, y en contacto con EBEs, es que con el oro, crean una sustancia esencial, que llamamos ORMUS.

Para que quieren oro los extraterrestresEl Ormus es la matriz de la consciencia. es el conector principal entre la materia y el espíritu. Muchas razas del cosmos, se alimentan de esta sustancia. Los egipcios, ofrecían a sus dioses lo que llamaban “mfkat“, un pan blanco ofrecido como si fuera oro. Los israelitas tenían su “shewbread” y el famoso “maná” bíblico, custodiado en el Arca de la Alianza.

Desde hace siglos, muchos pensadores científicos, han buscado en la alquimia, poder crear nuevas sustancias a través de combinaciones de metales, y encontrar la piedra filosofal, el elixir de la eternidad, la inmortalidad. Esta práctica comenzó a darse en Mesopotamia, Egipto y China. Poco a poco, se fue extendiendo por occidente, siendo el resultado de muchas disciplinas, pero con un único objetivo común.

Uno de los primeros alquimistas del que se tiene constancia, fue el chino Wei Po Yang, quien escribió acerca de una píldora de la inmortalidad, hecha de Huan Tan (polvo a partir de oro). En el siglo XII, Artefius, en su “Libro Secreto”, afirmaba haber nacido en el siglo II y falleció en el siglo XII, gracias al descubrimiento de un elixir a través del oro, que ralentizaba su envejecimiento, e incluso se decía que entendía el lenguaje de los pájaros.

Actualmente, se está investigando con células madre, para poder conseguir regenerar órganos vitales, poder combatir a enfermedades mortales como el cáncer. Y parece ser, que los EBEs, que civilizaciones mucho más avanzadas, consiguen vivir muchos años con una gran salud, gracias al Ormus, sustancia que llega a cada célula del cuerpo, a su núcleo, y tiene el poder de regenerar y curar.

El científico ruso Vladimir Poponin fue el primero en hablar del Efecto Fantasma del ADN. Poponin disparó un haz de láser al aire, y midió el patrón de interferencia. Después, decidió atravesar el ADN con un láser, y los resultados fueron muy diferentes. Poponin volvió a disparar ese haz de láser nuevamente al aire, y en los resultados aparecían los patrones del ADN. Al día siguiente, volvieron a disparar al aire, y nuevamente los resultados daban los patrones del ADN. Y repitieron durante días, y el resultado era siempre el mismo.

Así que llegaron a la conclusión de que había algo en ese espacio concreto. que el ADN humano posee un poder biológico que va mucho más allá de lo que conocemos. En ello, reside la intuición, la autocuración, las premoniciones… y el ormus lo que consigue es crear una conducción a nivel cuántico y subatómico perfecto, proveer a la célula de una energía vital mejorando a todo el cuerpo, sin errores ni fallos.

Es decir, la célula tiene consciencia propia. Cada uno de nosotros tiene un doble etérico, al igual que la materia y la antimateria, de una célula dañada existe su opuesto, una célula sana, y viceversa. David Hudson, que en la década de los 70, descubrió una forma alquímica de elevar la energía del oro blanco, y gran conocedor del Ormus, dijo: “El Kundalini y el Ormus, funcionan ambos en gran parte en los niveles astrales en una cuarta dimensión. La “copia sutil” original del ADN, está fácilmente disponible para ellos en el lugar preciso donde se necesita, justo en el sitio del daño. Esta parte sutil está superimpuesta hiperdimensionalmente, en el mismo espacio donde está la parte física y no hay ningún problema en ver donde los dos cuerpos no se ajustan. El Ormus se usa para transferir una resonancia de una plantilla sutil para guiar la dnasa, polimerasa, endonucleasa, y otras enzimas, y así recodificar la secuencia de bases dañadas en el ADN. Cada una de estas bases tiene una firma vibracional diferente, que las enzimas reconocen sin problemas”.

Esta firma vibracional, es exactamente igual a lo que se investiga desde hace años, la Teoría de Cuerdas, donde se intenta encontrar una fórmula única que explique todo, la unificación de las cuatro fuerzas. la materia es como es, debido a supercuerdas, que dependiendo de su vibración, hacen que algo sea de una forma y no de otra. Parece evidente que, actualmente, desconocemos mucho aún sobre la física cuántica, el poder de lo invisible, allí donde todo es lo que es, y donde su poder nos es desconocido.

Sabemos que existen muchos estados, dimensiones, poseemos la teoría pero en muchos campos estamos muy lejos de poder ponerla en práctica. Una civilización que existiera miles de años antes que nosotros, sería lógico pensar que posee estos conocimientos, poder controlarlos, y utilizarlos para beneficio personal y colectivo, para ejercer el bien. Para llegar a ese grado de consciencia cósmica, debemos atravesar aún un sendero largo.

Son muchas las pruebas, escritos, sellos, mitos, pinturas… que nos hablan de una hibridación para el nacimiento de la especie homo. Son muchísimos científicos reputados, profesores de las mejores Universidades del mundo, que han alzado su voz admitiendo que la secuencia cronológica y natural de la evolución del hombre, acorde con el tiempo, no encaja, que se trata de una evolución demasiado rápida y precisa, sin errores ni fallos, dándose siempre la probabilidad exacta para dar un salto cuántico evolutivo perfecto.