Pirámides sumergidas en la costa de Cuba conteniendo Tecnología Antigua Avanzada

Un antiguo complejo con grandes pirámides y estructuras parecidas a esfinges fue encontrado fuera de la costa de Cuba, y hasta el momento las autoridades competentes no hacen mayor esfuerzo por investigar este descubrimiento revolucionario que podría reescribir los libros de historia; ¿o será esa la razón porque no lo hacen?

El 7 de diciembre de 2001, un artículo de noticias cubierto por la BBC anunció el descubrimiento de una ciudad perdida y sumergida con características inusuales en la costa de Cuba. Debido a la novedad del hallazgo, el artículo permaneció de alguna manera reservado, sin revelar ningún detalle importante que lo volvería sin duda alguna polémico.

Un equipo de exploradores que trabajaban en la costa oeste de Cuba dijeron haber descubierto lo que piensan que son ruinas de una ciudad sumergida construida hace miles de años. Investigadores de una empresa canadiense utilizaron sofisticados equipos de sonar para encontrar y filmar estructuras de piedra a más de 2.000 pies (650 metros) por debajo de la superficie del mar.

Esto es exactamente lo que una persona vería si empieza a escanear el bloque de una ciudad promedio con esta tecnología.”

Dicen que todavía no entienden la naturaleza exacta de su descubrimiento, y planean comenzar un análisis minucioso del sitio – en la punta de la península de Guanahacabibes – en enero.

La imagen que el robot trajo confirmó la presencia de enormes bloques lisos con la apariencia de granito cortado. Algunos de los bloques fueron construidos en forma de pirámide, otros fueron circulares, dijeron los investigadores.” (Fuente)

Paulina Zelitsky, jefe de un equipo de investigación titulado «Advanced Digital Communications», hizo un trato con Fidel Castro para proporcionar libre acceso a las aguas territoriales cubanas donde buscarían los restos de barcos hundidos de la época colonial española que se cree están cargados de oro.

Era un acuerdo generoso, ya que Paulina y su equipo debían mantener el 50 por ciento de los tesoros que encontraran. La tecnología utilizada por el grupo de investigación era conocida como «sonar de barrido lateral». Se basaba en un dispositivo de sonar submarino que realizaba exploraciones horizontales del fondo del océano. Las imágenes entonces se ensamblaron para formar imágenes más amplias del suelo del océano y de los modelos de computadora 3D.

Después de escanear una región donde se suponía que había un naufragio hundido, el equipo de cazadores de tesoros descubrió algo inusual. El sonar de exploración reveló «geometría rectilínea» similar a la infraestructura de una ciudad.

Las ruinas hundidas descansaban a media milla debajo del nivel del mar (2.200 pies – 670 metros) y estaban compuestas de varias estructuras parecidas a las paredes, cimientos y otras características difíciles de explicar. Dada la profundidad del sitio, los investigadores primero estimaron que tenía más de 12.000 años de antigüedad, antes de la última (conocida) glaciación.

Con todos estos sorprendentes datos sobre la mesa, Paulina y su equipo decidieron analizar a fondo el material. Lo que descubrieron a continuación fue realmente sorprendente: estructuras parecidas a grandes pirámides, con una arquitectura lineal que las rodea, y un edificio misterioso que se asemeja a una esfinge con tres patas.

Después de este descubrimiento catalogado por muchos entusiastas como el eslabón perdido de la ciudad perdida de la Atlántida, el equipo de investigación habría firmado un acuerdo con National Geographic que estaba destinado a arrojar luces sobre este asunto mediante la difusión de una amplia cobertura del sitio antes de 2003. Sin embargo , National Geographic nunca había honrado su parte en este arreglo, y la historia se mantuvo bajo el velo en los años que siguieron.

La extrema profundidad donde se localizaba el sitio hizo imposible para los buceadores hacer frente a la presión y fuertes corrientes, y la única opción viable que quedaba era el uso de un vehículo sumergible especial con una cámara y un proyector adherido a él. El equipo de investigación tuvo este privilegio, por lo que regresaron unos meses más tarde para un análisis en profundidad de la metrópoli hundida.

Debido a que Paulina firmó un acuerdo de no divulgación, no se le permitió compartir con el público las imágenes que ella y su equipo habían obtenido. Sin embargo, un twitch le permitió revelar las imágenes, lo que fue suficiente para agitar la emoción

La imagen reconstruida a continuación muestra lo que parece ser la plataforma sobre donde se había construido un templo en tiempos remotos. También revela dos esfinge-como estructuras en el fondo.

Es ingenuo asumir que tales formaciones ocurrieron como resultado de algún fenómeno natural, o para interpretarlas como producto de la naturaleza submarina

El complejo tenía proporciones colosales, y estaba compuesto de varias estructuras con características que eran (después de la reconstrucción) similares a las de otras civilizaciones atestiguadas que se encuentran en la superficie.

El misterio se profundiza aún más

La razón detrás de la retirada de National Geographic de este descubrimiento es extraño por decir lo menos. Dado que la cobertura de los medios de comunicación sobre este tema se había disipado en los años que siguieron, la mayoría de la gente creía que nada de importancia había sido descubierto allí.

Probablemente este descubrimiento no significaría mucho para los Gobiernos, a menos que esta antigua cultura recién descubierta posea habilidades tecnológicas avanzadas, lo cual puede muy bien ser el caso. El renombrado autor e investigador David Wilcock, ha dado seguimiento a este tema, y ha puesto a disposición el conocimiento único que obtuvo sobre esta ciudad cubana hundida. Según él, y no como una sorpresa, el ejército estadounidense conocía este sitio desde hace bastante tiempo, desde la «Crisis de los Misiles de Cuba» en 1962.

Durante la Guerra Fría, Estados Unidos envió una pequeña flota de submarinos para examinar posibles misiles que supuestamente habían sido plantados por los soviéticos en territorio cubano. Durante su esfuerzo, tropezaron con un sitio sumergido que tenía pirámides, estructuras de piedra megalítica y esfinges. Podemos asumir con seguridad que eran las mismas ruinas hundidas encontradas por Paulina y su equipo en 2001.

Puesto que el gobierno poseía toda la tecnología y equipo novedosos, naturalmente realizaron una extensa investigación del sitio. Varios escuadrones fueron asignados bajo el agua donde encontraron tecnología antigua. Según David Wilcock, se instaló una enorme cúpula que encapsulaba toda la zona, se drenó el agua desde adentro y se presurizó el compartimiento antes de enviar a los científicos.

En una investigación más cercana, los militares encontraron las máquinas antiguas que todavía estaban funcionando, con algo de la iluminación todavía encendida después de milenios.

Esta información fue supuestamente revelada por una mujer que, en ese momento, fue empleada como cocinera habitual en la Bahía de Guantánamo. Obtuvo esta percepción durante una noche cuando un miembro de la Marina en estado de ebriedad, que aparentemente intentaba impresionarla, se jactó de la metrópoli hundida. Una de las declaraciones más notables que salieron de su boca fue: «… Sabes, encontramos la Atlántida allá abajo».

Estas no son sólo palabras vacías sobre una leyenda conocida por muchos. Como parece, los antiguos estaban muy familiarizados con esta mítica ciudad hundida (o civilización) de la Atlántida. Tomemos, por ejemplo, este fragmento del diálogo Timaeus de Platón:

En cuanto a las genealogías tuyas que ahora nos relatas, Solón, no son mejores que las historias de los niños.

En primer lugar, usted recuerda un solo diluvio, pero hubo muchos más anteriores. No sabes que allí habitó antes en tu tierra la raza más justa y noble de hombres que alguna vez vivió, y que tú y toda tu ciudad son descendientes de una pequeña semilla o remanente de ellos que sobrevivió. Y esto les era desconocido porque, durante muchas generaciones, los supervivientes de esa destrucción murieron, sin dejar palabra escrita”.

Los medios tecnológicos necesarios para sobrevivir en ambientes difíciles están en su mayoría no disponibles en una escala individual, y las organizaciones con el equipo adecuado a veces tienen que seguir ciertas reglas que prohíben exponer descubrimientos exóticos como la metrópoli hundida cerca de Cuba.

Con una historia rica, pero negada, a la especie humana no parece importarle mucho si alguien descubre los secretos de un tiempo olvidado, ni siquiera cuando y como la tecnología avanzada y oculta está siendo invertida y puesta a disposición de aquellos que pueden permitirse ese lujo. Dado que somos incapaces de ejercer presión sobre el esto, lo más probable es que sigamos ignorando nuestro antiguo legado del que estamos tan traicioneramente despojados.


Source: Mundooculto.es